viernes, 9 de noviembre de 2012

LA CASA PESSOA. Ana Franco Ortuño

La Casa Pessoa, el espacio como metáfora de una obra.
Por Ana Franco Ortuño
(Texto introductorio y traducción)
espacios-pessoa-03.jpgFernando Pessoa es una especie de héroe nacional que activa la poesía en el imaginario de la ciudad. Te encuentras con esculturas y versos suyos en parques y avenidas de Lisboa; muchos cafés ostentan haber sido sitio suyo, de reunión o inspiraciones y, aunque hay una ruta en el famoso eléctrico 28 que te lleva por la Galería, luego a comer en el Martinho da Arcada (por unos 30 euros), a la librería Bertrand que frecuentaba, a tomar café en el Brasileira do Chiado, a la casa donde nació y a visitar su tumba, quizá, de estos espacios, el más interesante sea la casa en que vivió sus últimos quince años. No tanto porque el edificio conserve el tono melancólico, al contrario –sorprende la modernidad de su adaptación; interpretación, incluso−, más bien, porque justo esta adaptación se refiere a Pessoa.

La casa propone un recorrido metafórico por su obra y, aunque la fachada se conserva como fue, la pintura exterior son versos, como las paredes interiores. En los muros leemos poemas, cartas astrológicas y firmas de heterónomos, además se exponen dibujos de los niños que participan en talleres de verano, en los que juegan a integrar la poesía en la vida cotidiana: la poesía de Pessoa, la poesía del mundo. Por eso Lisboa es una ciudad poética, y a nadie le extraña que se amen los libros impresos o que se citen versos cada tanto.

El resto del edificio fue "demolido y sustituido por nuevos espacios abiertos y comunicados entre sí": espacios por ideas; Modernismo y modernidad. Las salas que albergan exposiciones temporales sobre el autor pretenden establecer un diálogo y "desmaterializar"
la figura del personaje.

La Casa no es un museo, es un lugar que integra a la sociedad y al arte, a la expresión poética con la vida cotidiana: la Casa Pessoa, como se pretendió con la restauración de Daniela Ermano, es un espacio dinámico y contemporáneo.
[Agradecemos a La Casa Fernando Pessoa, los materiales facilitados.]


Un universo plural

(traducción del folleto)

espacios-pessoa-01.jpgInaugurada en noviembre de 1993, la Casa Fernando Pessoa fue concebida por la Cámara municipal de Lisboa como un centro cultural destinado a homenajear a Fernando Pessoa y su memoria, en la ciudad donde vivió y en el barrio donde pasó sus últimos quince años de vida: Campo de Ourique.

Con un auditorio, un jardín, salas de exposición, objetos de arte, una biblioteca exclusivamente dedicada a la poesía y además, un espacio con las pertenencias del poeta (mobiliario actualmente considerado patrimonio municipal), la Casa Fernando Pessoa es un universo polivalente en el que en los tres pisos principales se realizan coloquios, recitales, encuentros de y con escritores, conferencias temáticas, teatro, workshops, exposiciones de artes plásticas, presentaciones de libros, talleres infantiles y una diversa programación anual.


Una casa abierta al mundo

La arquitectura de la Casa Fernando Pessoa nos transporta a un laberinto ‘pessoano’ y a la melancolía de su vida sentimental, representada por la utilización del blanco de los muros.

La última habitación de Pessoa está situada en el primer piso y se ha reconstruido tal y como fue en  vida del poeta, con algunos muebles que le pertenecieron y que lo acompañaron a lo largo de una vida de mudanzas (16 cuartos en total). En este lugar se encuentra la cómoda donde Pessoa escribió, la noche del 8 de marzo de 1914, tres de sus poemas mayores: O Guardador de Rebanhos, de Alberto Caeiro; A Chuva Oblíqua, de Fernando Pessoa; y la Oda Triunfal, de Álvaro de Campos.

También se encuentra la máquina de escribir que perteneció a una de las editoriales para las que Pessoa trabajó como traductor. En ésta máquina, escribió buena parte de los poemas de su heterónomo Álvaro de Campos. El retrato que cuelga en la habitación (pintado por Rodrigues Castañé), es el único para el que posó Pessoa.

Las exhibiciones temporales y temáticas que se presentan en la Casa Pessoa, son el trabajo de diferentes artistas contemporáneos portugueses que lo han interpretado (Júlio Pomar, Costa Pinheiro, José de Guimarães, Bartolomeu dos Santos y Renato Cruz); y de poetas que han trabajado sus poemas en distintas visiones y versiones; autores como Bertina Lopes, A.M. Couto Viana, Cruzeiro Seixas, David Mourão Ferreira, Fernanda Botelho, Mário Cesariny y Martins Correia.


espacios-pessoa-02.jpgReunión de voces alrededor de los libros

La biblioteca se organiza en tres secciones principales: La personal, que reúne alrededor de 1200 títulos, adquirida a la familia del poeta; la biblioteca pessoana, activa y pasiva, que reúne todo lo escrito por Fernando Pessoa; y el Fondo de poesía, tanto de autores portugueses como de otras nacionalidades y lenguas. La Casa ofrece condiciones especiales a los investigadores dedicados a la obra de Pessoa.

La biblioteca alberga también el retrato que pintó José de Almada Negreiros, en 1954, para el café Os Irmãos Unidos, que fue vendido posteriormente y más tarde ofrecido a la Cámara Municipal de Lisboa por Jorge Brito.

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