jueves, 10 de marzo de 2011

LUNA, LUNA, LUNA





Luna hechicera,

cuánto te quiero

eres el optimismo en noches

de desvelo;

y la posibilidad de renacer

con tu espíritu

siempre redondo...



Quiero tenerte aquí

en mi cara,

en mi casa,

en el cuenco de mi mano,

para dar gracias a Dios,

día con día,

por tenerte ante mí,

noche tras noche...



Tú estás aquí

aunque no te vea:

siempre, siempre, siempre,

incubando la paz en nuestros espíritus

y aprobando el amor

a los ancestros;

y a los hijos;

el amor, la fraternidad,

que es posible siempre

siguendo el tema tuyo

de cada noche,

dulce luna...

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