LA INNOMBRABLE
De algún modo la ausencia nos asedia.
Tantas ausencias prendidas en el pecho
y en la mente el vacío de una ausencia total,
la que no duele en carne propia,
la ausencia propiamente dicha,
la dicha de ya no sufrir incertidumbre
¿Cómo pensarse no existiendo,
cómo sentir lo que tan solo uno presiente,
tan solo frente a la única absoluta verdad
que a ratos nos asedia?
Del que se va decimos pobre,
más pobre el que se queda
a la intemperie
bajo la helada mano del tiempo que araña
y tiende redes pegajosas
en el suspenso corazón del que recuerda.
Alguien está faltando en la procesión
de ausentes voces próximas
que nos aguardan detrás de una palabra.
Tantas ausencias prendidas en el pecho
y en la mente el vacío de una ausencia total,
la que no duele en carne propia,
la ausencia propiamente dicha,
la dicha de ya no sufrir incertidumbre
¿Cómo pensarse no existiendo,
cómo sentir lo que tan solo uno presiente,
tan solo frente a la única absoluta verdad
que a ratos nos asedia?
Del que se va decimos pobre,
más pobre el que se queda
a la intemperie
bajo la helada mano del tiempo que araña
y tiende redes pegajosas
en el suspenso corazón del que recuerda.
Alguien está faltando en la procesión
de ausentes voces próximas
que nos aguardan detrás de una palabra.