martes, 30 de junio de 2015

DIVINA APARICIÓN, Ronny Levy Benlabrat (Israel)

DIVINA APARICIÓN


Dime Isabel qué destino conduce nuestras almas y nos hace
flotar sobre el aire en un amor más poderoso que la vida,
dime qué honor conyugal nos invita al óleo fugaz del encanto,
sabes que te vi caminando en mi tierra con coloquios amorosos,
estabas vestida de diosa erguida y ardiente, despeñada por el viento,
senos salpicados de sol y luna, una navidad en ecos de placer y deseo.

Mi cuerpo estaba en ruinas hasta ese día que apareciste como un himno,
yo era una estampa de delirio consumido mojado de lluvia silenciosa,
y fue en aquel instante preciso, ese justo instante de miedo y esperanza
que apareciste arisca y bella, una diosa de música y bandera parpadeante,
alguien inesperada que se imponía al estallido inefable de un nimbado milagro,
una diosa esbelta de rostro sedoso y ondulaciones en nalgas de sonrisa.

Así apareciste, un fabuloso espacio de blancas arenas entre el mar y el cielo,
me llevaste a un lecho de besos y vinos y volé contigo con alas de ave legendaria,
era todo un amor sujeto a tu piel floreada, una blanca novia de párpados azules,
una guardiana de sorpresas iluminando con su rocío la fuerza de la tierra,
una novia de agua y fuego cercana como el mar en sus altas olas transparentes,
una bella ninfa de miel y brisa diluida en su desnudez redonda.

Como un río dispuesto serpenté los rosados labios de tus húmedas orillas,
era el tiempo de cavar el fuego en sus llamas con el soplo de la lluvia,
con mi vocación de flecha y mi viril salitre en la hierba de tus estrellas,
era el tiempo de mi ritmo angustioso en tu arroyo de romero y jacinto,
una dulce llama de corales flameando en ráfagas de vapores espumosos,
dos dioses precipitados en ansiedad y azomados sobre los rios de Granada.


All rights reserved to Ronny@Levy Benlabrat, Israel.

lunes, 29 de junio de 2015

INVOLUCIÓN, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

INVOLUCIÓN
Pareciera, pareciera, que caminas para atrás,
sólo parece, o ¿perece?, nuestra "culta" humanidad;
salta pa'tras humanismo y voltea la vista al ras
para que notes y midas lo que tienes que avanzar.
La humanidad pareciera que vuela y conquista mundos
pero su ser tropezando demuestra que va pa'tras
pues vemos cada vez más pobres y cosas injustas
a la vista del más distraído y al de mirada voraz.
La humanidad no camina, no avanza, bien retrocede
y ante el mal no pelea, ni batalla, sólo cede
pues no vemos que la justicia y la paz sean los blasones
de este presente injusto que desgarra corazones...

OCTAVIO PAZ=DOLMEN, César Moheno (La Jornada)

Dolmen
César Moheno
E
n la mesa compartida con nuestras familias conversaba con Jean Meyer sobre las letras y el pensamiento de la segunda mitad del siglo XX mexicano y, claro, sobre uno de los humanistas más universales de nuestro suelo. Después de un silencio, mientras recogíamos platos, vasos y manteles, expresó: singular, él solo fue toda su generación, fue su cobijo. Se calló por un instante y, señero, en introspección, atravesando aún más el umbral de su reflexión, dijo de inmediato como en una plegaria: Sí, Octavio Paz es dolmen. Ante la imagen del milenario hogar al que nos llevó lo expresado, la quietud y el sigiloso sosiego nos invadió a los tres que lo escuchamos. Recordar es celebrar, creo que dijimos como en un susurro. Conmemorar es traer a la memoria común el recuerdo de dónde estamos y a quién debemos nuestra presencia como hombres y mujeres, como sociedad, como comunidad. Esa parece ser una de las razones por las que hace apenas unos días se celebró a la ciudad de Villahermosa que vivió, durante siglos, bajo la advocación de San Juan Bautista. Ajenos a lo que de ordinario se observa, los líderes del cabildo de ese tropical entorno, la capital de Tabasco, decidieron querer que las niñas, los niños y los jóvenes de esos lares también puedan ser atraídos por las palabras de la poesía y de los cuentos, de la música, de la historia y de la ciencia y así potenciar su creatividad y su libertad.
Hace años contaba Octavio Paz que siendo niño todavía, conocí la atracción por las palabras; me parecían talismanes capaces de crear realidades insólitas. Al llegar a la adolescencia, la fascinación ante el lenguaje se convirtió en tentación: quise escribir poemas en los que cada palabra y cada sílaba tuviesen un color y que fueran capaces de generar emociones, sentimientos, sensaciones, que de otra manera eran inexpresables. Movidos por tal aserto y como en Tabasco una golondrina nunca llega sola y así siempre sí hace verano, en el municipio de Centro decidieron entonces poner a disposición de todos sus ciudadanos la exposición Octavio Paz: semblanzas, territorios y dominios para sembrar el deseo de conocer la obra del Premio Nobel de Literatura 1990 e irradiar su grandeza con el afán de que la apreciación y la lectura de su obra, clásica ya, que tanta influencia inmediata y continua ha tenido en la literatura universal contemporánea, nos depare momentos de plenitud y emoción al experimentar el gozo de la escritura de uno de los grandes escritores de la historia de México y del mundo.
Al recorrer la exposición queda claro que la obra de Octavio Paz es un canto a la vida, a la paz, a la tolerancia, a la pluralidad, al diálogo como forma suprema de solución de diferencias, es un canto al amor y, ante todo, es un canto a la libertad.
El reconocimiento que la exposición expresa en cada uno de sus contornos nos reviste a todos por igual. Por allí se camina en memoria de uno de los escritores mexicanos más importantes del siglo XX. Por sus ámbitos, paso a paso, reconocemos en la obra y nombre de Octavio Paz al hombre comprometido con la expresión original y estimulante, al pensador que buscó en el pasado las raíces más profundas para entender en los tiempos presentes los segmentos más altos del tiempo histórico. Paz consagró su vida a la poesía, al ensayo como reflejo vivo de un lector consciente de su tiempo, de los signos que lo conforman, de los símbolos que generan las culturas y las tradiciones. Es su memoria, la que nos convoca en la exposición que lleva su nombre. Allí aprendemos que con frecuencia decía que el poeta no se sirve de las palabras. Es su servidor. Al servirlas, las devuelve a su plena naturaleza, les hace recobrar su ser.
Queda claro que Octavio Paz fue uno de los más grandes pensadores que ha dado nuestro país. No hubo campo de las humanidades que le fuera ajeno. Comprendió como pocos nuestro proceso histórico, así como la naturaleza y la identidad de los mexicanos. Su obra poética es profunda, lo mismo que su conocimiento del arte y de las letras. Fue un hombre crítico y abierto al mundo. Cultivó la pasión intelectual. Su vida y su obra nos siguen demostrando hoy que las esferas de nuestras emociones y de nuestros pensamientos no están separados; que pensar y hacer van de la mano.
Octavio Paz luchó por la libertad del hombre y fue un gran impulsor de nuestra democracia. Fiel a su pensamiento, combatió los absolutismos y los fanatismos de cualquier tendencia. Alzó su pluma contra un régimen que otorgaba dádivas a los mexicanos, pero que les negaba el bien más preciado que es la libertad. Con su trayectoria, Paz nos señaló que la divisa de todo ciudadano debe ser sostener las libertades del hombre y la democracia.
Octavio Paz: semblanzas, territorios, dominios es, sobre todo, una invitación a leer, a conocer y apreciar el poder estético e intelectual de un poeta mayor y uno de los grandes escritores universales de todos los tiempos. De allí sale uno convencido de que el libro y el poema son el vehículo privilegiado de la educación, el conocimiento y la imaginación. Que nos otorgan la posibilidad de aprender nuevas formas de ver, de sentir la vida, y entender el mundo. Que nos permiten vivir en el universo del gozo.
En Piedra de sol podemos leer que “la vida no es de nadie, todos somos/ la vida –pan de Sol para los otros,/ los otros todos que nosotros somos–”. Sólo estos versos, solos, otorgan razón a Jean Meyer. Sí, Octavio Paz es dolmen.
twitter @cesar_moheno
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LA JUDICIALIZACIÓN DE LA LITERATURA, Silvina Friera (Página 12)


LUNES, 29 DE JUNIO DE 2015
CULTURA › POLEMICA POR LA QUERELLA PROMOVIDA POR MARIA KODAMA CONTRA PABLO KATCHADJIAN

La judicialización de la literatura

En El Aleph engordado, el escritor tomó el cuento de Borges y lo intervino para abrirlo y generar un nuevo texto. Fue procesado y embargado por “defraudación a los derechos de propiedad intelectual”. Escritores convocaron a un acto de apoyo a Katchadjian en la BN.
 Por Silvina Friera
El arte moderno –ahora más que nunca– exige el bálsamo de la risa. El fantasma de la judicialización de la literatura entró al escenario para adelgazar la complejidad de la creación. Que los escritores tengan que declarar en tribunales sobre procedimientos y experimentos literarios ya no pertenece al terreno de lo fantasioso. Pablo Katchadjian, autor de El Aleph engordado (IAP, Imprenta Argentina de Poesía), libro que toma el cuento de Jorge Luis Borges y lo interviene para abrirlo y generar un nuevo texto más zumbón que el original, está sumergido en un denso laberinto judicial desde que María Kodama, heredera de los derechos de la obra de Borges, le inició en 2011 una querella penal por defraudación a los derechos de propiedad intelectual. Aunque el escritor fue sobreseído en primera instancia, el abogado de Kodama, Fernando Soto, apeló (ver aparte). La Cámara de Apelaciones confirmó el sobreseimiento con mayor vehemencia que en la primera instancia. Pero Soto volvió a apelar este segundo sobreseimiento y la Cámara de Casación le dio la razón a la querella. El mismo juez de instrucción que lo sobreseyó, Gustavo Carvajal, lo procesó nuevamente el 18 de junio pasado y ordenó trabar un embargo por 80 mil pesos. Ricardo Straface, escritor y abogado de Katchadjian, apeló el procesamiento y ahora habrá que esperar. La comunidad literaria, preocupada y consternada por las peripecias de este “caso”, convocó a un acto de apoyo a Katchadjian, el próximo viernes a las 18 en la Biblioteca Nacional.
En la posdata de El Aleph engordado, edición que tuvo una tirada de 200 ejemplares, Katchadjian (Buenos Aires, 1977) explica: “La posdata del 1º de marzo de 1943 no figura en el manuscrito original de ‘El Aleph’; posterior a la escritura del cuento, es el primer agregado y la primera lectura de Borges. Esta posdata es la única parte que quedó intacta en este engordamiento. El resto, de aproximadamente 4000 palabras llegó a tener más de 9600. El trabajo de engordamiento tuvo una sola regla: no quitar ni alterar nada del texto original, ni palabras, ni comas, ni puntos, ni el orden. Eso significa que el texto de Borges está intacto pero totalmente cruzado por el mío, de modo que, si alguien quisiera, podría volver al texto de Borges desde éste. Con respecto a mi escritura, si bien no intenté ocultarme en el estilo de Borges tampoco escribí con la idea de hacerme demasiado visible: los mejores momentos, me parece, son esos en los que no se puede saber con certeza qué es de quién”. Las adhesiones al escritor aumentan en alephengordado.blogspot.com y en Facebook. Hay más de 2500 artistas que han expresado su apoyo a Katchadjian: Ricardo Piglia, César Aira, Edgardo Cozarinsky, Sylvia Molloy, Hebe Uhart, María Pía López, Sergio Bizzio, Graciela Speranza, Tamara Kamenszain, Leopoldo Brizuela, Elsa Drucaroff, Juana Bignozzi, Damián Tabarovsky, Claudia Piñeiro, Alan Pauls, Carlos Gamerro, Gustavo Nielsen, Oliverio Coelho, Juan Terranova, Federico Jeanmaire y Juan Diego Incardona, por mencionar apenas un puñado, además de varios escritores latinoamericanos como Ercole Lissardi (Uruguay), Mario Bellatin (México), Silviano Santiago (Brasil) y Dani Umpi (Uruguay).
“El comienzo es carnavalesco”, recuerda Straface en el bar Varela Varelita, un lugar que conoce como la palma de su mano, adonde han llegado las cámaras de los canales de televisión para filmar a Katchadjian. La querella la promueve Fernando Soto, el abogado de Kodama, y el juez le dice: “No me consta que Borges sea el autor de ‘El Aleph’”. El abogado se enloquece, ¡pero cómo que no le consta, es un hecho público y notorio! Entonces acompaña el expediente con un ejemplar de la revista Sur, donde se publicó por primera vez “El Aleph”. “Guárdelo en una caja fuerte, mire que esto vale una fortuna.” El juez le dice: “Esto no me acredita nada”. Entonces Soto le presenta el registro de la propiedad intelectual donde está registrado “El Aleph”. El juez le dice: “Bueno, está bien, ‘El Aleph’ era de Borges, pero no me consta que Kodama sea la heredera. Soto le llevó el testamento. A todo esto pasó un año. El juez tiene dos opciones cuando le denuncian un hecho presuntamente delictivo –porque esto es una denuncia penal, no tiene que ver con un reclamo económico, que es por vía civil–: citar a indagatoria al imputado o ponerle en conocimiento de que existe una imputación contra él y ofrecerle dar explicaciones por escrito. Esta segunda opción es la que eligió el juez. Nosotros dimos las explicaciones por escrito”, subraya Straface, autor de una biografía sobre Osvaldo Lamborghini y de varias novelas como La boliviana, La transformación de Rosendo y Frío de Rusia, entre otros títulos.
A Katchadjian se lo imputa por defraudación a los derechos de propiedad intelectual, figura contemplada en el artículo 72 de la Ley 11.723. Se considera casos especiales de defraudación: a) “El que edite, venda o reproduzca por cualquier medio o instrumento, una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o derechohabientes”; b) “El que falsifique obras intelectuales, entendiéndose como tal la edición de una obra ya editada, ostentando falsamente el nombre del editor autorizado al efecto”; c) “El que edite, venda o reproduzca una obra suprimiendo o cambiando el nombre del autor, el título de la misma o alterando dolosamente su texto”; d) “El que edite o reproduzca mayor número de los ejemplares debidamente autorizados”. Straface revela que el problema es el inciso “c”. “El Aleph engordado, si bien agrega palabras al cuento y le cambia el título, no lo hace dolosamente porque al final tiene una posdata donde dice claramente que el texto es de Borges y explica cuál es su intervención sobre ese texto. Entonces explicamos que este procedimiento está en el marco de una gran tradición de la literatura y del arte contemporáneo. Y pusimos varios ejemplos, el más paradigmático es La Gioconda con bigotes de Duchamp y ‘Pierre Menard, autor del Quijote’” de Borges. La ley es vieja, de ladécada del 30, pero con esta ley bien interpretada y bien aplicada no habría problema. El juzgado de primera instancia aceptó nuestro argumento y sobreseyó a Pablo. El abogado de Kodama apeló y la cámara de Apelaciones aceptó este argumento y fue más enfática. El abogado volvió a apelar y la cámara de Casación, sin entrar en el “dolosamente”, revocó el sobreseimiento. Volvió a primera instancia, el juzgado lo citó a Pablo a prestar declaración indagatoria y lo hizo reproduciendo las explicaciones que habíamos dado por escrito. El código procesal dice que después de la indagatoria el juez tiene diez días para pronunciarse por la situación procesal del indagado; diez días que a veces se estiran, pero no tanto. En este caso, se tomó cuatro meses para dictar un procesamiento con razonamientos calcados de la Cámara de Casación. O sea: borró con el codo lo que había escrito con la mano, entendiendo, razonablemente, que estaba obligado por lo que dijo la cámara, porque la cámara de Casación es un tribunal de apelación extraordinaria en cuestiones de derecho que fija la interpretación correcta de ley y los tribunales inferiores se tienen que atener a eso. Yo apelé porque pienso que tengo una posibilidad, un resquicio como para que la cámara no se sienta obligada por lo que resolvió Casación. Pero la esperanza es muy pequeña. Mi pronóstico es que podría ir a juicio oral”, anticipa Straface.
–¿Es mejor o peor que vaya a juicio oral?
Ricardo Straface: –Es peor porque hay riesgo de una condena de un mes hasta seis años. Y una condena de tres años y un día es de cumplimiento efectivo. O sea que puede ir preso.
Pablo Katchadjian: –La idea es que no va a pasar, sería muy delirante, ¿no?
R. S.: –El juez de primera instancia, los tres jueces de la Cámara de Apelaciones, los tres jueces de la Cámara de Casación, la fiscal, el abogado de Kodama y yo ya somos diez... El fiscal el tribunal oral, once, y los tres jueces del tribunal oral, catorce... Seríamos catorce abogados, gente grande que, cuando en Argentina está ocurriendo un femicidio por día, estamos discutiendo si mandamos a prisión al autor de este modesto libro. ¡Es una cosa de locos, no lo puedo creer! Los jueces no tienen por qué saber diferenciar un procedimiento literario de un plagio. Eso nos costó mucho explicárselos, pero lo explicamos bien y nos dieron la razón.
Straface sale del bar unos minutos para fumar un cigarrillo. Liberado de las cámaras de televisión, Pablo pide otro café y con la cucharita revuelve el fastidio, la rabia y el estrés de esta “pesadilla”. Demasiado absurda, pero lamentablemente tan real como el cansancio que le crece desde los párpados al autor de El Martín Fierro ordenado alfabéticamente, Qué hacer, La cadena del desánimo y La libertad total, entre otros libros. “Andan diciendo por ahí que la literatura es la literatura, pero la ley es la ley, que me tengo que hacer cargo. No, no es así. Lo más evidente es que la ley no está en contra de este libro, ¿no? En un momento Soto trató de usar un caso en el que habían condenado a un vendedor de películas truchas, un mantero. “Están tratando de hacer pasar esto como si fuera una obra de piratería, una basura total que hice con un texto de Borges porque estoy loco y quiero piratear textos de una manera perversa”, ironiza el escritor.
–Ni en las peores pesadillas imaginó llegar a una situación así, ¿no?
–No, para mí está bien lo que hice. No creo haber molestado a nadie ni perjudicado a nadie económicamente.
–¿Cómo empezó la idea de abrir el cuento de Borges?
–Se me ocurrió la idea y la anoté en la libreta y agarré el cuento y empecé abrirlo. Lo hice con mucho cuidado, lo revisé, lo corregí. Puede gustar o no, pero está escrito bien; es una cosa hecha con delicadeza, hay una propuesta de algo, no es un gesto vanguardista. Es un trabajo literario. Al epígrafe de Hamlet que cita Borges en “El Aleph” –“O God! I could be bounded in a nutshell, and count myself a King of infinite space” (O Dios!, podría estar encerrado en una cáscara de nuez y considerarme Rey de un espacio infinito)–, le agregué una frase que Borges omitió: “O God! I could be bounded in a nutshell, and count myself a King of infinite space, were it not that I have bad dreams” (O Dios!, podría estar encerrado en una cáscara de nuez y considerarme Rey de un espacio infinito, si no fuera que tengo pesadillas). Borges le había cambiado el sentido al epígrafe de (William) Shakespeare. Cuando leés el epígrafe cortado, parece muy positivo, pero con la parte que faltaba el sentido cambia. El abogado de Kodama dijo: “¡Encima engordó a Shakespeare!..” (risas).
La estrategia de Soto –advierte Katchadjian– apunta a mostrarlo como un escritor intransigente que se quiere victimizar y busca publicidad. “El dijo que nos había ofrecido que le pagáramos un peso de indemnización y que renunciaba a sus honorarios y a la querella, pero es mentira. El pidió ese peso de indemnización, una declaración en la que yo pidiera disculpas, más el pago de sus honorarios y los honorarios de la mediación, pero no renunciaba a la querella. Si hacía todo esto no me iniciaba –además del juicio penal– un juicio civil. Es muy choto lo que está haciendo, está tratando de ensuciarme diciendo que busco publicidad. En general, casi no presento mis libros ni doy entrevistas. Aparte es una publicidad que no está buena porque quedo pegado a un conflicto judicial. Desde que empezó esto en 2011 no di entrevistas sobre el tema. Ahora decidí cambiar porque estoy procesado. Es horrible que mientan sobre uno. Que alguien salga a difamarte en los medios es muy desagradable. Yo no me quiero victimizar, para mí el libro está muy bien y lo haría de vuelta.”
–Borges intervenía los textos, se los apropiaba y los reescribía, ¿no?
P. K.: –En “Pierre Menard...” está esa cita en la que dice que el Quijote era un libro ameno, ahora es objeto de monumentos, billetes, ediciones de lujo Y dice que la gloria es una incomprensión y quizá la peor. Es la idea de cómo la fama monumentaliza el libro y finalmente hace que no se lo pueda entender. La profanación es una forma de sacar un texto de la muerte y volverlo a la vida; es sacarlo de lo sagrado, de lo divino y llevarlo al mundo de los hombres. La profanación es algo positivo porque restituye las cosas a los hombres. La profanación no es un saqueo.
R. S.: –Lo que hay que judicializar es el afano, no una intervención artística. Este es el centro de la cuestión.

DESIGUALDAD EXTREMA EN MÉXICO, Oxfam (Revista Nexos)

Desigualdad extrema en México
26 JUNIO, 2015
Oxfam
3.4K88




Oxfam









Concentración del poder económico y político
En enero de 2014, Oxfam revelo que las 85 personas más ricas controlaban tanta riqueza como la mitad más pobre de la población mundial. Para enero del 2015, el número se había reducido a 80. La profundización de la desigualdad económica es la tendencia más preocupante para 2015, según en Foro Económico Mundial. Resulta, pues, imperativo hablar del tema en México, en donde más de veintitrés millones de personas no pueden adquirir una canasta básica, pero que alberga a uno de los hombres más ricos del mundo. Ahora bien, esta desigualdad que caracteriza a México no sólo tiene implicaciones sociales: las implicaciones políticas juegan un rol preponderante.
Uno de los aspectos más graves de esta desigualdad es la distribución del ingreso. Dada la escasa recopilación de indicadores, saber qué tan desigual es México respecto a otros países resulta una tarea compleja. No obstante, la Standardized World Income Inequality Databaserefiere que México está dentro del 25% de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo.
El problema se ha incrementado con el tiempo. Dos bases de datos han arrojado datos para las últimas tres décadas: la Socio-Economic Database of Latin America and the Caribbean(SEDLAC) y la Income Distribution Database (OECD). Hay dos resultados: entre mediados de los noventa y 2010, la desigualdad de ingreso disminuyó. Sin embargo, la desigualdad es mayor a la que había en los ochenta. Estamos, pues, frente a dos eventos contradictorios: ha crecido el ingreso per cápita, pero se han estancado las tasas de pobreza en el país. Lo anterior se produce porque el crecimiento se concentra en las esferas más altas de la distribución.
La obtención de datos oficiales de lo que ocurre en las clases más altas es cuasi imposible, de ahí que se recurra, por ejemplo, a las declaraciones fiscales. Así, de manera indirecta y por medio de métodos estadísticos, autores como Campos, Esquivel y Chávez (2014, 2015) han obtenido estimaciones de lo que sucede en ese México, podríamos decir, desconocido: al 1% más rico le corresponde un 21% de los ingresos totales de la nación. El Global Wealth Report 2014 señala, por su parte, que el 10% más rico de México concentra el 64.4% de toda la riqueza del país. Otro reporte de Wealth Insight afirma que la riqueza de los millonarios mexicanos excede y por mucho a las fortunas de otros en el resto del mundo. La cantidad de millonarios en México creció en 32% entre 2007 y 2012. En el resto del mundo y en ese mismo periodo, disminuyó un 0.3%.
El número de multimillonarios en México, no ha crecido mucho en los últimos años. Al día de hoy son sólo 16. Lo que sí ha aumentado y de qué forma es la importancia y la magnitud de sus riquezas. En 1996 equivalían a $25,600 millones de dólares; hoy esa cifra es de $142, 900 millones de dólares.
Ésta es una realidad: en 2002, la riqueza de 4 mexicanos representaba el 2% del PIB; entre 2003 y 2014 ese porcentaje subió al 9%. Se trata de un tercio del ingreso acumulado por casi 20 millones de mexicanos.
Para darnos una idea de la magnitud de la brecha en México veamos este ejemplo: para el año 2014, los cuatro principales multimillonarios mexicanos podrían haber contratado hasta 3 millones de trabajadores mexicanos pagándoles el equivalente a un salario mínimo, sin perder un solo peso de su riqueza.
Las implicaciones de lo anterior no son sólo de índole social. Carlos Slim en la telefonía, Germán Larrea y Alberto Bailleres en la industria minera y Ricardo Salinas Pliego en TV Azteca, Iusacell y Banco Azteca. Los cuatro han hecho sus fortunas a partir de sectores privados, concesionados y/o regulados por el sector público. Estas élites han capturado al Estado mexicano, sea por falta de regulación o por un exceso de privilegios fiscales.
Uno de los grandes problemas reside en que nuestra política fiscal favorece a quien más tiene. No es de ninguna manera progresiva y el efecto redistributivo resulta casi nulo. Por gravar consumo por encima del ingreso, las familias pobres, al gastar un porcentaje más alto de su ingreso, terminan por pagar más que las ricas. La tasa marginal del ISR—una de las más bajas de los países de la OCDE—, el que no haya impuestos a las ganancias de capital en el mercado accionario, y el que tampoco los haya a herencias, entre otras cosas; son ejemplos de cómo el sistema tributario beneficia a los sectores más privilegiados.
La constante desigualdad y la captura política por parte de las élites tienen consecuencias económicas y sociales graves que resultan, además, excluyentes. El mercado interno se ve francamente debilitado. Ante la escasez de recursos, se recorta el capital humano y se pone en juego la productividad de los pequeños negocios.
La política social asimismo ha sido un rotundo fracaso: al día de hoy, esa lógica de que el crecimiento se filtra de las capas altas a las bajas simplemente no ocurre en México desde hace décadas. Uno de los dolorosos ejemplos es el salario mínimo: si un mexicano percibe esta cantidad y mantiene a alguien, a ambos se les considera pobres extremos. La política salarial que en algún momento se concibió como mecanismo de contención inflacionaria, ya no tiene razón de ser. Hoy en día, el salario mínimo mexicano está por debajo de los umbrales aceptados de pobreza.
Otros aspectos que han detonado o que son en sí mismos consecuencias de la desigualdad extrema en México y que están pendientes en la agenda pública son:
• La población indígena, cuya tasa de pobreza es 4 veces mayor a la general.
• La educación pública versus la privada
• La violencia a causa de la marginación.
La agenda para el futuro
La brecha entre ricos y pobres nos está haciendo daño, si no se le pone freno obstaculizará la lucha contra la pobreza (y supondrá una amenaza para el crecimiento sostenible de México). Pero no tiene por qué ser así. Conocemos las soluciones para hacer de México un país más justo.
1. La creación de un auténtico Estado Social y un cambio de enfoque, de un Estado dador a un Estado que garantice el acceso a los servicios básicos bajo un enfoque de derechos.
2. Si se crea una política fiscal progresiva y una distribución más justa, se podrá hablar de una política más acorde con los objetivos a mediano y largo plazo.
3. El gasto ha de focalizarse en educación, salud y acceso a servicios básicos, en infraestructura, en escuelas que cuenten con los servicios para que la brecha de desigualdad no crezca más.
4. La política salarial y laboral asimismo debe cambiar: es impostergable fortalecer el nivel de compra del salario mínimo.
5. La transparencia y rendición de cuentas: si realmente se quiere combatir la corrupción, las declaraciones fiscales de todos los miembros del gobierno deben hacerse públicas. Sólo así se fortalecerá el Estado de Derecho.


Para leer el estudio completo consuta http://cambialasreglas.org

viernes, 26 de junio de 2015

SEIS SEGUNDOS DE PASADO LEGÍTIMO, Fernando Fernández *


viernes, 26 de junio de 2015

Seis segundos de pasado legítimo

Un amigo, que alguna vez me oyó contar que una noche de agosto 1981 asistí en la sala Ollin Yolliztli a una inolvidable lectura de poetas en la que participaron, entre otros, Borges, Günter Grass, Allen Ginsberg y Octavio Paz, me mandó el enlace que lleva a un video de esa ocasión. Dijo: “Para ver si te encuentras entre el público”. Fue emocionante, antes de que pasaran diez minutos, efectivamente, encontrarme en él.
Es una lástima que el video reproduzca sólo la segunda mitad de aquella velada. Eso quiere decir que Borges, que abrió la primera ronda de participaciones, no habla en ese tramo –y no lo vemos casi, salvo al inicio y eso brevemente, al volver al escenario después del intermedio, llevado torpemente por dos personas–. Ya he contado aquí que aquella vez, entre otros poemas, dijo el inolvidable “La luna” (“Hay tanta soledad en ese oro…”), que desde entonces, por supuesto, me sé de memoria.
Pero vayamos a lo que sí tenemos. Con todo, esta vez no me referiré a las lecturas de la segunda parte del programa, las de Paz, Vasko Popa, Andrei Voznesensky y Joao Cabral de Melo Neto, en ese orden, que es como aparecen en el video, sino al público, al que se ve en las tomas abiertas o cerradas de los lapsos casi siempre de aplausos que hay entre poema y poema. Para quien quiera verlo completo y confirmar así algunos detalles a los que voy a referirme, ofrezco el linkrespectivo al calce de esta entrega de Siglo en la brisa.
Por supuesto que ni yo ni mi padre, que me acompañaba en aquella ocasión, conocíamos a nadie y por lo tanto no hicimos plática con nadie que no fuéramos nosotros dos. Más de tres décadas después, al verlo con detenimiento, sin embargo, reconozco a algunos asistentes: la China Mendoza, por ejemplo, en los minutos 4:37 y 21:29...
El arquitecto Teodoro González de León y su mujer, la poeta Ulalume, en diversos momentos, como en el minuto 23:32.
El escritor ítalo-venezolano Alejandro Rossi en 19:24, y una vez más en 39:42, y todavía alguna vez más…
También reconozco, en el minuto 2:39, a un jovencísimo Eduardo Vázquez Martín, poeta y promotor cultural, actualmente Secretario de Cultura de la ciudad de México, de quien por cierto me hice amigo unos ocho años más tarde.
En 39:57, la muchacha que aplaude de pie, me parece que es la dramaturga Estela Leñero …
Después de años y años de hablar de aquella lectura, también sé que había entre el público otros futuros conocidos míos –la otra tarde, sin ir más lejos, alguien me contó que allí también estuvo David Huerta, cosa que no he consultado con mi amigo poeta, y apenas la semana pasada el fotógrafo Juan Miranda me decía que tiene imágenes de esa noche…
Pero lo más interesante para mí, naturalmente, es que mi padre y yo aparezcamos en un lento paneo de seis segundos –y luego, en otro de tres, un poco más adelante. 
Es en el minuto 7:10, cuando Octavio Paz ha dado por terminada la lectura del poema “Por la calle de Galeana”. La cámara que ha encuadrado al poeta, corta; a continuación vemos un plano fijo de una segunda cámara, que toma el centro del escenario, y casi de inmediato lo que enfoca una tercera, en brazos de un camarógrafo que se mueve entre el público: a la izquierda del cuadro aparecemos mi padre y yo. Aquel día, yo tenía 17 años recién cumplidos; mi padre, 46. No me impresiona tanto el que hayan pasado casi treinta y cinco años como el hecho de que él tuviera cinco menos que hoy yo.
Veo el video otra vez, para apreciar los detalles. Mi padre, elegantísimo como siempre: nótese su corbata, el prendedor que fija los dos triángulos del cuello de la camisa; en sus dedos, dos anillos (¿por qué le gustó desde siempre llevar anillos? ¿De dónde le vino esa costumbre, que hoy conserva? Tema para un futuro post.) A la derecha del cuadro, es decir a mano izquierda de mi padre, estoy yo, particularmente serio y concentrado, como si no quisiera que nadie me sacara de un sueño. Mi postura en la butaca ¿es incomodidad? ¿arrogancia? ¿nerviosismo? De lo que estoy seguro es de que la intensidad del momento tiene tomado cada átomo de mi persona: no voy a perderme nada de lo que ocurra en esa ocasión. Entiéndase: estoy hechizado ante la presencia de mi héroe, Borges: nunca lo había visto en persona, nunca lo volveré a ver.
En agosto de 1981 acabo de empezar el último año de la preparatoria, en el CUM. Desde hace unos años sé con certeza que deseo dedicarme a la literatura y en consecuencia escribo todo lo que puedo. Aun así, no entraré a la carrera de Letras sino después de un paso fugaz y algo extravagante por la Facultad de Derecho. Los maristas tienen algunas virtudes: aun siendo religiosos, no son dogmáticos al respecto; gracias al razonable costo de sus colegiaturas, la sociedad que habita sus aulas es felizmente variada y por eso su educación resulta “democrática”, etc. Sin embargo, además de que su escuela es sólo de hombres –cosa imperdonable–, no fomentan como deberían las vocaciones humanísticas, con excepción de la que lleva a las odiosas Leyes. Para agosto de 1981, no lo dudo: escribo versos y pequeños diálogos teatrales y desde hace unos meses hago circular entre los otros alumnos una pequeña publicación, en todo incipiente y casera, en fotocopias engrapadas. En una palabra: ya soy quien voy a ser. Y si hoy mismo no leo a Borges con la pasión y el fervor de entonces, su huella se mantiene intacta en mí.
Pero volvamos al video: en el momento en que salimos a cuadro, mi padre se vuelve hacia su izquierda para decirme algo. 
El poema que acabamos de escuchar en voz de Octavio Paz se refiere, entre otras cosas, a una casa en construcción y menciona a unos albañiles, lo que me proporciona la primera hipótesis: ¿será que me comenta algo al respecto, él, que es arquitecto? 
¿O será para recordarme cuál es la calle de Galeana, en San Ángel? ¿O para hacerme notar, en fin, algo en la singular manera que tiene de expresarse de Paz? Aun cuando el pequeño “metraje” es relativamente largo, seis segundos de pasado legítimo, en foco perfecto y a colores, resulta demasiado pasajero. Pasa demasiado deprisa: como el agua que corre. 

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Gracias a mi amigo Alan Suárez por el envío del link que conduce al video completo de la Noche Internacional de Poesía, de agosto de 1981 en la Sala Ollin Yolliztli. Aquí lo copio a mi vez: http://bit.ly/1nlozVE

Gracias también a Jonathan López Romo, quien editó el video original para mostrar el minuto que me interesa reproducir en Siglo en la brisa: http://youtu.be/us4b_FtWDEE

Borges en la Sala Ollin Yoliztli (las foto que acompañan esta nota fueron publicadas en la revista Viceversa y son de de Rogelio Cuéllar):http://bit.ly/1n26rgE

Otras entradas sobre Borges en Siglo en la brisa:
En los baños de San Ildefonso,http://bit.ly/9aenhb 
Borges y el prestigio del sistema decimal,http://bit.ly/17bOcNo
El gomero de la Plaza San Martín,http://bit.ly/12ON7aX

Más sobre Octavio Paz en este blog:
Un retrato afortunado, http://bit.ly/1DCO5Jl
La contestadora automática de Octavio Paz, http://bit.ly/1fCpu0p
El gato que rasguñó a Lévi-Strauss, http://bit.ly/TAg6AJ
Paz en el velorio de Juan Rulfo, http://bit.ly/XJsi1s