viernes, 29 de julio de 2016
Siglo en la brisa: Góngora según Velázquez (y Antonio Carreira)
Siglo en la brisa: Góngora según Velázquez (y Antonio Carreira): No es que estuviera buscando el retrato, es que el retrato me salió al paso a mí. Ocurrió una tarde de principios de este mes, al final d...
miércoles, 27 de julio de 2016
PREOCUPANTE SE OLVIDA LO SUCEDIDO EN IGUALA Y LA FALTA DE JUSTICIA, Javier Moro Hernández
CULTURA
Lo preocupante es que olvidáramos lo que pasó en Iguala y no se hiciera justicia
Entrevista a Tryno Maldonado, acerca de Ayotzinapa: El rostro de los desaparecidos
La noche del 26 de septiembre de 2014 la ciudad de Iguala, en Guerrero, se convirtió en el epicentro del peor terror proveniente de las fuerzas armadas estatales, que en connivencia con un grupo de sicarios pertenecientes al grupo del narcotráfico autodenominado como Guerreros Unidos, desató el infierno en las calles de la tercer ciudad más importante del Estado, un centro económico importante por la cercanía con las minas de oro que hay en la región, pero que además se ha convertido en epicentro del negocio ilegal de la heroína, que vive un boom de consumo en el vecino Estados Unidos. Todo ese caldo de cultivo explotó en la ciudad teniendo como víctimas a un grupo de estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, que llegaron a la ciudad en la noche a botear para conseguir recursos para viajar a la Ciudad de México y participar en la marcha del 2 de octubre, como todos los años.
El infierno desatado esa noche dejó como saldo la desaparición de 43 estudiantes normalistas, más el asesinato de 6 personas, entre ellos el estudiante Julio César Mondragón, cuyo cuerpo, con el rostro descarnado, aparecería a la mañana siguiente en una calle de terracería de la ciudad.
Un crimen terrible, atroz, cometido por fuerzas policiales de la ciudad, que en coordinación con los sicarios, atacaron los autobuses que los estudiantes habían tomado en la central de autobuses, disparádoles y atacándolos durante varias horas, ante la mirada impasible (por lo menos) de las otras fuerzas de seguridad ubicadas en el estado, como la policía estatal y el Ejército Mexicano. Pero ¿Quiénes son estos estudiantes desaparecidos? ¿De dónde venían? ¿Quién los impulsó a estudiar en la Normal?
Estas son varias de las preguntas que el escritor mexicano Tryno Maldonado se dio a la tarea de responder en su más reciente libro Ayotzinapa: El rostro de los desaparecidos, (Editorial Planeta) en donde el también autor de las novelas Viena Roja, Temporada de caza para el león negro y Teoría de las catástrofes, entre otros libros:
“A los 43 desaparecidos yo les llamo por sus nombres, no les digo los “43 de Iguala”, no son un número, y hay libros y reportajes en los que ni siquiera se menciona su nombre, y creo que ahí hay una gran diferencia, darles un trato de seres humanos, contar su historia, darles voz, nombrarlos, eso ya es una gran diferencia a tratarlos como un índice, como un número o una cifra fría, no me gusta tanto el número 43, no me gusta mencionarlos así, aunque entiendo que engloba una metáfora de todo lo que ocurrió y que se ha vuelto un símbolo, pero sí vas a hacer un libro es importante tomarte tu tiempo para preguntar, para conocer la historia.” Nos dice el autor en entrevista.
Javier Moro Hernández (JMH): Nombrarlos me parece esencial para contarnos su historia, por ejemplo a Bernardo lo llamas siempre por su nombre y no por su apodo, nunca es el Cochiloco, es Bernardo.
Tryno Maldonado (TM): Es que a veces los periodistas solo utilizan los apodos que les dio la PGR, por ejemplo a Miguel Ángel nadie le llama Patilludo, su hermano está en la Normal, conocí a su familia y en ningún lado le dicen así, pero hay reportajes en donde se refieren a él así, lo cual es un error porque se utiliza la retórica de Murillo Karam que permeó a muchos de los reporteros que se nutrieron de fuentes de Internet, y esas pequeñas mentiras, que son detalles, terminan permeando las versiones públicas.
JMH: ¿Cómo se dio el proceso de acercarte a las familias, de conocerlos, ganarte su confianza?
TM: Cuando llegue a la Normal nadie me conocía, yo era el de los lentes que estaba ahí ayudando a cargar los víveres, había pasado el primer mes y los padres estaban cansados de hablar tanto para los medios y no obtener resultados, porque se dieron cuenta de que eso no servía para encontrar a sus hijos, que eran lo que ellos querían, y conmigo no querían ni hablar, entonces me puse a trabajar en el movimiento, a brigadear, estar en las marchas, a dar mi taller en la escuela, y poco a poco y gracias de estar ahí me fui haciendo amigo de algunas de las familias, y un día cuando ya estaba a punto de tirar la toalla se me acercó doña Blanca y me preguntó si no quería platicar de su hijo, y platicamos dos horas seguidas, así poco a poco me fui ganando la confianza de ellos, pero también lo importante es que yo estaba ahí, con ellos, en lo que les importaba que era estar en la búsqueda, en las marchas, el libro era lo de menos para ellos, pero te ven en las marchas, cargando los víveres, muchas de las familias ya son como mi propia familia, el primero que habló conmigo fue don Mario, con quien empiezo el libro.
JMH: La parte de don Mario González con la que inicia el libro me parece muy importante porque nos estás contando la cotidianidad de su hijo César Manuel, nos dejas ver el dolor que sintió desde el primer momento, el dolor de un padre que entera de la desaparición de su hijo, lo cual debe ser un momento de mucho dolor.
TM: Ha sido un proceso muy complicado para los padres, que han estado conteniendo el dolor, tratando de esforzarse en mantener la esperanza, y eso es algo que yo pude ver y me compartí en una especie de esponja que absorbía todo, pero lo más duro fue platicar con los chavos que sobrevivieron a la noche del 26 de septiembre, no querían hablar con nadie, pero una noche pude hablar con todos, a los casi ochenta sobrevivientes de esa noche, y les platiqué del proyecto, les dije que quería escribir y que me interesaba tener la versión de ellos, y estuvieron de acuerdo, hicimos una lista y poco a poco empezaron a platicar, aunque algunos seguían renuentes, porque es muy doloroso para ellos, hay un chico al que le dispararon en el antebrazo, es el único sobreviviente del tercer autobús, son chicos que no han querido hablar, quedaron muy golpeados por lo que les pasó a ellos y a sus compañeros y no querían hablar, tenían miedo por su seguridad, entonces fue un proceso de ganarse su confianza y asegurarles que no los iba a poner en riesgo, hay varios chicos que después de un tiempo se fueron acercando y se sentían en confianza para platicar lo que vivieron esa noche, ellos mismos me iban presentando a sus amigos y los animaban a hablar. Hay historias muy dolorosas, que no se conocían, y por esa razón tuve que cambiar los nombres, para proteger sus identidades, hay un chico que en el libro se llama “Ricardo”, que es sobreviviente del tercer camión, a él le dispararon en el antebrazo y es el único sobreviviente de ese tercer camión, ese es un testimonio que no se conocía, él no había hablado con nadie, hay muchos sobrevivientes que tienen muchas secuelas psicológicas producto del ataque. Está la versión del chico al que le dicen Pulmón, esa es otra versión inédita, que nos cuenta una parte del ataque que no se conoce, él vio la balacera desde el otro lado porque tiene una enfermedad respiratoria, de hecho fue operado poco antes de entrar a la Normal, y los policías le permiten alejarse de los autobuses y desde ahí ve la balacera mientras espera una ambulancia, y Güicho y Ernesto me ayudaron mucho.
JMH: Es un libro que nos permite conocer la vida que tenían antes de entrar a la Normal, pero también es un libro, que a partir de esta diversidad de testimonios, nos permite reconstruir lo que sucedió en esa noche en Iguala.
TM: Fue un trabajo complejo, largo, porque a veces tenía que trabajar entre ocho y diez horas diarias, buscando información, rastreando datos, porque tengo muchas horas de conversación grabadas, el libro está construido con base en perfiles, entonces yo tomaba a uno de estos perfiles y hablo sobre todo lo que lo rodeaba, su vida previa, su familia, su entrada a la Normal y el lugar que ocupaban en el camión, y tenía que revisar muchos datos, porque quería que tuviera un nivel de detalle que le permitiera al lector sentirse ahí, junto a ellos, en ese sentido quise ser muy estricto con la información, pero yo no tengo oficio de periodista, así que tuve que hacerlo por primera vez.
JMH: Ese nivel de detalle da la sensación de que el narrador estuviera junto a ellos en los autobuses, de que supiera lo que estaban pensando o sintiendo en determinado momentos, lo cual me hace pensar en la mezcla de géneros narrativos y periodísticos para permitir al lector conocer más de la historia.
TM: Busqué justo eso, al estilo de Gay Tallese, de Truman Capote, por ejemplo, tomarte libertades estilísticas para contar las cosas sin falsear la realidad, por ejemplo algún diálogo que se haya sostenido en los autobuses, aunque el autor de esas palabras está desaparecido, yo sé que lo dijeron, está sustentado en los testimonios de los otros chicos que sobrevivieron, no alimenté cosas que no existieron, todo está cotejado, argumentado en tres versiones distintas, por ejemplo en el caso de Julio César Mondragón, que fue el caso más difícil de reconstruir, porque él corrió hacia otro lado y lo vieron pocas personas, pero hay testimonios de sobrevivientes que estaban cerca de él que lo vieron, de maestros que lo vieron pasar, por ejemplo, o sea fue un trabajo de reconstrucción fragmentaria que me permitiera construir todo el perfil del chavo desaparecido en cuestión, fue un trabajo de investigación que te permite especular qué estaban pensando, qué estaban sintiendo.
JMH: Reconstruir los perfiles nos permite conocer quiénes eran estos chicos, qué hacían en su vida cotidiana antes de entrar a la Normal, qué querían hacer de sus vidas, cuáles eran sus sueños, sus preocupaciones, sus planes, y desmentir las versiones periodísticas que los han acusado de ser parte de algún grupo delincuencial, por ejemplo de Bernardo al que llama Cochiloco y que ha sido señalado por medios de ser parte de un grupo del narco.
TM: Conozco a la familia de Bernardo, a su mamá la conozco muy bien, y por eso me parece absurdas esas declaraciones que han manejado varios medios a lo largo de la investigación; Bernardo es hijo de familias de maestros, de campesinos, su tía es profesora, hablé mucho con la maestra Isabel, su mamá, porque traté de que fuera lo más amplio el espectro de personas con las que platicaba para que el perfil fuera lo más amplio posible, lo otro pues ya es una campaña de desprestigio para Ayotzinapa en la que mucha gente cae, aunque la sociedad mexicana es más madura y está indignada ante las mentiras recurrentes que han manejado las autoridades.
JMH: Una de las cuestiones que resaltan en tu investigación fue una acción coordinada entre diferentes dependencias del estado de seguridad, tanto federales como estatales, las imágenes que nos muestras de los autobuses destruidos a balazos por el ataque son terribles y debería permear el imaginario colectivo de los mexicanos.
TM: Si se revisa el mapa de Iguala y checas los lugares de los ataques te das cuenta de que es un círculo, una zona que estaba cerrada, encapsulada, por eso es muy extraño lo del quinto autobús que nadie toca y que después en el peritaje, porque queda como evidencia, es cambiado, entonces ¿hasta dónde está involucrado el mismo estado para que ellos mismos estén manipulando la evidencia que quedó? Porque la información de lo que sucedía en Iguala la noche del 26 de septiembre le llegaba en tiempo real a Osorio Chong, entonces por falta de acción también el estado es culpable, y sigue siendo el estado el mismo el que trata de manipular las investigaciones, incluir testimonios hechos en base de tortura sin que medie el Protocolo de Estambul, basándose en la palabra de sicarios que no queda claro cómo fueron interrogados y para ellos eso es la “verdad histórica”, y el libro intenta ser un contrapeso, ver la otra parte, porque no les han preguntado a los familiares, a la mamá de Bernardo, ver su pueblo, platicar con su familia, porque nadie lo ha hecho, y creo que era importante abordar el otro lado, saber quiénes son estos chavos, de dónde vienen, para darnos cuenta de que en realidad no eran miembros de ningún grupo de la delincuencia organizada como se ha dicho por ahí, el dinero de la droga es algo que no se puede ver, y la escuela Normal de Ayotzinapa es un lugar muy pobre económicamente, y es justo la pauperización de todas las escuelas normales, que están siendo abandonadas por el estado, no se sostiene la versión del
lunes, 25 de julio de 2016
VAMOS, Benjamín Araujo Mondragón
VAMOS
Vamos pues, tú y yo,
cuando la tarde contra el cielo se tiende
como un anestesiado sobre una mesa;
vamos, a travpes de esas calles medio desiertas,
los murmurantes refugios de noches sin descanso
en baratos hoteles y restaurantes con aserrín y conchas...
T. S. Eliot en La Canción de amor de J. Alfred Prufrock (1917)
Caminemos, un paso y otro paso.
No dejemos que el tedio nos domine
mandamos al carajo a todo mundo
y enlodemos de amor
nuestras paredes.
Vamos, andando, vamos, abramos
esos hoteles aún no inaugurados
convirtamos en templos los burdeles
y gocemos en paz con tu sonrisa
de luna llena y tus piernas sobre
mis hombros; vamos, ¿qué esperas...?
Vamos. No pares que la muerte nos
llega y nos asalta por paredes sin tedio
con música muy suave, digna de ser
escuchada en otras vidas que no sean
las nuestras de opresión y miedo.
Vamos, vamos, no pares ¿qué te ocurre?
¿No puedes más? No me desanimes,
temo caer en esa maraña de desesperanza
en que se ha convertido tu descanso
y
mi tedio; ¡fascinerosos: vamos, vamos...
vamos...!
jueves, 14 de julio de 2016
DOS POEMAS DE JUANA PAVÓN (Honduras)
DESEOS IRREVERENTES
Cómo me hubiera gustado
estar en la cama con Walt Whitman,
beber en las cantinas de Malcom Lowry
o “Bajo el Volcán”.
Procesar a mi manera a Frank Kafka.
Observar sigilosamente y detenidamente
a Francis Bacon.
Estar con Salvador Dalí
en una tarde de toros
y tocarle el trasero
mientras pensara en Gala
o en Federico García Lorca.
Cantarle a Pablo Neruda
mis poemas de amor
y otras canciones desesperadas,
repetirle “De Profundis”
con todos mis secretos sexuales
a Oscar Wilde y su amante maldito.
Cómo quisiera estarme riendo
Junto a Baudelaire
Con mis quince años en su cama.
Tal vez me hubiera gustado
cogerme a Hitler, Calígula
a Napoleón, a vos
y a otros hijos de putas.
Filmar con Pier Paolo Passolini
un Decamerón diferente.
Estar acariciando y besando
a Rabindranath Tagore.
Hablar de amor con Juan Ramón Molina.
Condenar sin clemencia
a los Jesuitas Pederastas.
Echarle en cara a Marlon Brando,
el no haberme conocido.
Perseguir a Felipe Buchard,
a Ezequiel Padilla y a Simón,
de cantina en cantina
de barrio en barrio
de santuario en santuario.
Conspirar con la sangre latina
de Gabriel García Márquez.
Desarmar a un mílite como Fernando.
Respetar a las mujeres de 1+1
mas no a todas
como dice María Ester
con venia de Leslie.
Enojarme con Ramón Matta
por no haberme invitado nunca a un pase.
Quisiera mentarle la madre a tu padre,
a Nietzsche, a Gorky,
y a Simone de Beauvoir.
Respetar aún a Marx, a Lenin,
a la lucha de clases.
Y reírme de los comunistas criollos
pese a la Perestroika.
Con comprender nunca las debilidades de Woody Allen
cortarle un huevo a Van Gogh
y no la otra oreja.
Romper a llorar, escribir mierdas
bailar mambo, salsa, y más salsa
y jugar con muñecas aun siendo abuela.
Pedirle perdón a mis mejor amiga,
a Monseñor Santos y a otros Rodríguez,
volver a ser buena, cursi y pendeja.
Seguir soñando, amando y fornicando
y contar chistes hasta llegar
a la hilaridad.
Volar y volar muy lejos
hasta encontrar a ese todopoderoso
que me hiso a su imagen y a su todo.
Amén.
estar en la cama con Walt Whitman,
beber en las cantinas de Malcom Lowry
o “Bajo el Volcán”.
Procesar a mi manera a Frank Kafka.
Observar sigilosamente y detenidamente
a Francis Bacon.
Estar con Salvador Dalí
en una tarde de toros
y tocarle el trasero
mientras pensara en Gala
o en Federico García Lorca.
Cantarle a Pablo Neruda
mis poemas de amor
y otras canciones desesperadas,
repetirle “De Profundis”
con todos mis secretos sexuales
a Oscar Wilde y su amante maldito.
Cómo quisiera estarme riendo
Junto a Baudelaire
Con mis quince años en su cama.
Tal vez me hubiera gustado
cogerme a Hitler, Calígula
a Napoleón, a vos
y a otros hijos de putas.
Filmar con Pier Paolo Passolini
un Decamerón diferente.
Estar acariciando y besando
a Rabindranath Tagore.
Hablar de amor con Juan Ramón Molina.
Condenar sin clemencia
a los Jesuitas Pederastas.
Echarle en cara a Marlon Brando,
el no haberme conocido.
Perseguir a Felipe Buchard,
a Ezequiel Padilla y a Simón,
de cantina en cantina
de barrio en barrio
de santuario en santuario.
Conspirar con la sangre latina
de Gabriel García Márquez.
Desarmar a un mílite como Fernando.
Respetar a las mujeres de 1+1
mas no a todas
como dice María Ester
con venia de Leslie.
Enojarme con Ramón Matta
por no haberme invitado nunca a un pase.
Quisiera mentarle la madre a tu padre,
a Nietzsche, a Gorky,
y a Simone de Beauvoir.
Respetar aún a Marx, a Lenin,
a la lucha de clases.
Y reírme de los comunistas criollos
pese a la Perestroika.
Con comprender nunca las debilidades de Woody Allen
cortarle un huevo a Van Gogh
y no la otra oreja.
Romper a llorar, escribir mierdas
bailar mambo, salsa, y más salsa
y jugar con muñecas aun siendo abuela.
Pedirle perdón a mis mejor amiga,
a Monseñor Santos y a otros Rodríguez,
volver a ser buena, cursi y pendeja.
Seguir soñando, amando y fornicando
y contar chistes hasta llegar
a la hilaridad.
Volar y volar muy lejos
hasta encontrar a ese todopoderoso
que me hiso a su imagen y a su todo.
Amén.
*********
JUANA LA LOCA
(Emulando a Federico García Lorca)
Estoy loca
porque nadie podrá darme
distancias, ni límites, ni futuros
eso sólo yo puedo dármelos.
Quiero que todas se enteren
que estoy loca
por no encontrar lo que yo buscaba.
Lo busqué debajo de las piedras
debajo de las raíces
de la médula del aire
y lo que encontré
fue la verdad
de las cosas equivocadas.
Por eso estoy loca
por no poder irme con el primer paisaje
y volar mezclada con el amor
el vuelo de siempre
sobre mi lecho vacío.
Por querer mi libertad
mi amor humano,
porque la aurora llegó
y no la recibí en mi boca.
Porque aquí en mi locura
no hay mañanas
ni esperanzas posibles
sólo ese rumor de suicidio
que anima mis madrugadas.
Porque tengo océanos de ternura
para aquellos que arrugaron mi corazón de niña
y me negaron una vida más digna.
Si, estoy loca
porque amo a Tchaikhosky
Jacobo Cárcamo
Roque Dalton
y a Morazán.
Porque amo la luna
el sol, las estrellas
la música
y las montañas.
Porque amo a pucho
a los niños a Walda
y a Pink Floyd.
Estoy loca
porque me alimento de muerte
y miseria en el guaro.
Porque amo a Dios
y admiro a Marx
porque amo la paz
de los cementerios.
Mi locura señores
es encontrarme pequeñas criaturas
enterradas bajo pedazos de cartón
Federico decía
estos niños cuando se levantan
parecen golondrinas con muletas.
Esa es mi locura
contrariar a chicos plásticos
que leen Vanidades, Cosmopólitan
y “Nuestra Tegucigalpa”
Mi locura está
en el humo asfixiante
que me da la zona peatonal
y el dolor cansado e infinito
que me dio la calle real.
Estoy loca porque salpicaron de lodo
mis pupilas límpidas
mientras esta agonía de dolor
siempre quiere acostarse conmigo.
Si, estoy loca de dolor
de amor
de rabia por mi impotencia
por mi resistencia de cucaracha
por los gemidos que golpean
las ventanas de mi alma.
Estoy loca por hacer rabiar
a las señoronas ignorantes
cada vez que sus maridos cornudos
fijan sus ojos
en mis tetas caídas sin sostén
Que se enteren que mi locura
sienta sus bases
en decir casi siempre lo que pienso
y si a veces callo
es por no herir susceptibilidades
o por consideración
– ¡Qué esfuerzo Dios mío! –
Estoy loca
por desenmascarar
a la gente y su indecencia
por corruptos
ladrones
asesinos
explotadores
vende – patrias
y sobre todo
porque odio los prejuicios
de aquellas y aquellos
que sólo saben señalar
mas no ven el tumor
que tienen en la próstata
y vagina.
Por todas esas cosas
que sé y me callo
es que estoy loca.
porque nadie podrá darme
distancias, ni límites, ni futuros
eso sólo yo puedo dármelos.
Quiero que todas se enteren
que estoy loca
por no encontrar lo que yo buscaba.
Lo busqué debajo de las piedras
debajo de las raíces
de la médula del aire
y lo que encontré
fue la verdad
de las cosas equivocadas.
Por eso estoy loca
por no poder irme con el primer paisaje
y volar mezclada con el amor
el vuelo de siempre
sobre mi lecho vacío.
Por querer mi libertad
mi amor humano,
porque la aurora llegó
y no la recibí en mi boca.
Porque aquí en mi locura
no hay mañanas
ni esperanzas posibles
sólo ese rumor de suicidio
que anima mis madrugadas.
Porque tengo océanos de ternura
para aquellos que arrugaron mi corazón de niña
y me negaron una vida más digna.
Si, estoy loca
porque amo a Tchaikhosky
Jacobo Cárcamo
Roque Dalton
y a Morazán.
Porque amo la luna
el sol, las estrellas
la música
y las montañas.
Porque amo a pucho
a los niños a Walda
y a Pink Floyd.
Estoy loca
porque me alimento de muerte
y miseria en el guaro.
Porque amo a Dios
y admiro a Marx
porque amo la paz
de los cementerios.
Mi locura señores
es encontrarme pequeñas criaturas
enterradas bajo pedazos de cartón
Federico decía
estos niños cuando se levantan
parecen golondrinas con muletas.
Esa es mi locura
contrariar a chicos plásticos
que leen Vanidades, Cosmopólitan
y “Nuestra Tegucigalpa”
Mi locura está
en el humo asfixiante
que me da la zona peatonal
y el dolor cansado e infinito
que me dio la calle real.
Estoy loca porque salpicaron de lodo
mis pupilas límpidas
mientras esta agonía de dolor
siempre quiere acostarse conmigo.
Si, estoy loca de dolor
de amor
de rabia por mi impotencia
por mi resistencia de cucaracha
por los gemidos que golpean
las ventanas de mi alma.
Estoy loca por hacer rabiar
a las señoronas ignorantes
cada vez que sus maridos cornudos
fijan sus ojos
en mis tetas caídas sin sostén
Que se enteren que mi locura
sienta sus bases
en decir casi siempre lo que pienso
y si a veces callo
es por no herir susceptibilidades
o por consideración
– ¡Qué esfuerzo Dios mío! –
Estoy loca
por desenmascarar
a la gente y su indecencia
por corruptos
ladrones
asesinos
explotadores
vende – patrias
y sobre todo
porque odio los prejuicios
de aquellas y aquellos
que sólo saben señalar
mas no ven el tumor
que tienen en la próstata
y vagina.
Por todas esas cosas
que sé y me callo
es que estoy loca.
Juan Pavón
Juana Pavón. Nació el 19 de julio de 1945 en San Marcos de Colón, Departamento de Choluteca, Honduras. Ha publicado poemas en diarios y revistas nacionales y extrajeras. Ha publicado “Yo soy esa sujeto” (1994). Otras obras son: Deseos Irreversibles, Blanca, Choluteca, Desconcierto, Dos niños, una niña, Juana la Loca, Llegué sobre la Carne, Los Golpes, Mamita Querida.
martes, 12 de julio de 2016
YO TENGO UN SUEÑO, Benjamín A. Araujo Mondragón
Yo tengo un sueño
MARTIN LUTHER KING
Eres ejemplo en este siglo XXI
de lo que ya pocos recuerdan
que hiciste, apenas, en el siglo
anterior, el siglo XX. Ingratitud
y llamas de desconsuelo hay
en nuestra desmemoria; amén
que tus oficios cristianos, muy
cristianos, eran y son testimonio
de vida hecha discurso vital.
Yo tengo un sueño, I have a dream,
dijiste aquella vez en el Lincoln Memorial
de Washington, en 1963, y a todos sacudiste;
fue justo en esa marcha que reunió
a 250 mil seguidores por la paz y
la igualdad en ese movimiento
que encabezaste de manera ejemplar
con tu gran carisma de líder nato;
tus acciones provocativas y pacíficas
promovieron un cambio radical de raza
a raza, la discriminación fue mal vista
y todos reconocimos igualdad en las
caras y los cuerpos, los pensamientos
de unos y de otros por todo el universo.
el Nobel de la Paz, en 1964, coronó
el reconocimiento de multitudes por
todo el mundo conocido en ese tiempo…
…pero igual que a Gandhi, el pacifista
mayor, igual que a Jesucristo, las balas
lo crucificaron y le cegaron la vida
en ese trágico 1968, de funesta memoria
para todos quienes le seguimos…
Cabe decir que en mi aldea, en Toluca, capital del estado de México, en aquellos tiempos, yo fui, según me dijeron el primer
extranjero que, fuera de USA, llevó al cabo un homenaje, justo al otro día de su asesinato, el 5 de abril de 1968, en la Preparatoria “Adolfo López Mateos” de mi Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
Loor a la memoria de este gran hombre, de quien hemos recogido en internet algunos datos biográficos:
“Hijo de un ministro baptista, Martin Luther King estudió teología en la Universidad de Boston. Desde joven tomó conciencia de la situación de segregación social y racial en que vivían los negros de su país, y en especial los de los estados sureños. Convertido en pastor baptista, en 1954 se hizo cargo de una iglesia en la ciudad de Montgomery, Alabama.
Muy pronto dio muestras de su carisma y de su firme decisión de luchar por la defensa de los derechos civiles con métodos pacíficos, inspirándose en la figura deMahatma Gandhi y en la teoría de la desobediencia civil de Henry David Thoreau. En agosto de 1955 una humilde modista negra, Rosa Parks, fue detenida y multada por sentarse en la sección reservada para blancos de un autobús; King dirigió un masivo boicot de más de un año contra la segregación en los autobuses municipales.
La fama de Martin Luther King se extendió rápidamente por todo el país y enseguida asumió la dirección del movimiento pacifista estadounidense, primero a través de la Southern Cristian Leadership Conference y más tarde del Congress of Racial Equality. Asimismo, como miembro de la Asociación para el Progreso de la Gente de Color, abrió otro frente para lograr mejoras en sus condiciones de vida.
En 1960 aprovechó una sentada espontánea de estudiantes negros en Birmingham, Alabama, para iniciar una campaña de alcance nacional. En esta ocasión, Martin Luther King fue encarcelado y posteriormente liberado por la intercesión de John Fitgerald Kennedy, entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, pero logró para los negros la igualdad de acceso a las bibliotecas, los comedores y los estacionamientos.
En el verano de 1963, su lucha alcanzó uno de sus momentos culminantes al encabezar una gigantesca marcha sobre Washington en la que participaron unas 250.000 personas, ante las cuales pronunció el discurso hoy titulado I have a dream(Tengo un sueño), una bellísima alocución en favor de la paz y la igualdad entre los seres humanos. King y otros representantes de organizaciones antirracistas fueron recibidos por el presidente Kennedy, quien se comprometió a agilizar su política contra el segregacionismo en las escuelas y en la cuestión del desempleo, que afectaba de modo especial a la comunidad negra.
Martin Luther King se dirige a la multitud en la marcha sobre Washington (1963)
No obstante, ni las buenas intenciones del presidente, quien moriría asesinado meses más tarde, ni el vigor ético del mensaje de Martin Luther King, premio Nobel de la Paz en 1964, parecían suficientes para contener el avance de los grupos nacionalistas de color contrarios a la integración y favorables a la violencia, como Poder Negro, Panteras Negras y Musulmanes Negros. La permeabilidad de los colectivos de color (sobre todo de los que vivían en los guetos de Nueva York y de otros estados del norte) a la influencia de estos grupos violentos ponía en peligro el núcleo del mensaje de King, el pacifismo.
En marzo de 1965 encabezó una manifestación de miles de defensores de los derechos civiles que recorrieron casi un centenar de kilómetros, desde Selma, donde se habían producido actos de violencia racial, hasta Montgomery. La lucha de Martin Luther King tuvo un final trágico: el 4 de abril de 1968 fue asesinado en Memphis por James Earl Ray, un delincuente común de raza blanca. Mientras se celebraban sus funerales en la iglesia Edenhaëser de Atlanta, una ola de violencia se extendió por todo el país. Ray, detenido por la policía, se reconoció autor del asesinato y fue condenado con pruebas circunstanciales. Años más tarde se retractó de su declaración y, con el apoyo de la familia King, pidió la reapertura del caso y la vista de un nuevo juicio.
Obra e ideario
Martin Luther King entendió como una condición esencial de la dignidad humana la igualdad racial, la cual se hallaba por otra parte legitimada, en el plano político, por los principios de la democracia norteamericana (de la cual siempre se declaró partidario), y en el plano moral, por los principios religiosos. En consecuencia, la acción destinada a la conquista de los propios derechos no debía ser considerada jamás como subversiva ni revolucionaria. King no proclamaba la violación de la ley, sino que sostenía que no pueden obedecerse leyes injustas, porque éstas se oponen a la ley moral. Señalaba el camino del amor en contraposición a la inactividad de los negros pasivos y al odio exasperado de los nacionalistas. Y se dolía de no haber sido ayudado y comprendido por la iglesia blanca.
En este sentido, King adaptó y desarrolló el concepto de Gandhi de la no violencia, que supo aplicar de forma creativa en una serie de campañas antisegregacionistas que le convirtieron en el líder más prestigioso del movimiento americano para los derechos civiles, le valieron la concesión en 1964 del premio Nobel de la Paz y provocaron su asesinato a manos de un racista fanático en 1968. Tras su fallecimiento, el movimiento negro estadounidense emprendió un camino más abiertamente revolucionario y violento, alejado de la inspiración cristiana y liberal de King, cuya memoria, a pesar de todo, sigue siendo venerada y amada por las masas de desheredados de su raza.
El mismo año del Nobel, el presidente Lyndon Johnson, sucesor de Kennedy tras el magnicidio, promulgó la ley de derechos civiles, que consagraba la igualdad de todos los ciudadanos. Según King, los negros tenían que abandonar su abstracta neutralidad política para estrechar alianzas electorales y apoyar a los candidatos dignos de confianza, porque "la influencia de los negros en el poder político es importante". Solamente entonces se alcanzaría la verdadera meta de la libertad, porque el destino de los negros está unido al de toda América.”
viernes, 8 de julio de 2016
EL SALMO DEL MISTERIO, Tudor Arghezi (Runania) (Traducción: Pablo Neruda)
EL SALMO DEL MISTERIO
Oh, tú, la de otro tiempo
perdido en los caminos de la tierra!
Quién ha puesto tu frente sobre mi alma
tomando en ella el sitio de la madre?
Mujer en mí esparcida
como está la fragancia en una selva
porque tu nombre se escribió en el sueño
a golpe de hacha se grabó en mí mismo,
Tú amarraste mi vida a la canción
e hiciste que mis brazos la buscaran
en tus manos y sobre tus mejillas.
perdido en los caminos de la tierra!
Quién ha puesto tu frente sobre mi alma
tomando en ella el sitio de la madre?
Mujer en mí esparcida
como está la fragancia en una selva
porque tu nombre se escribió en el sueño
a golpe de hacha se grabó en mí mismo,
Tú amarraste mi vida a la canción
e hiciste que mis brazos la buscaran
en tus manos y sobre tus mejillas.
Como si hubieras sido un brazalete
ceñida te llevé a mi pensamiento
cuando aspiré a mecer entre mis brazos
al hijo de los hombres.
Rosa pura, te obstinas en mi cruz
con clavos de diamante
y en cualquier movimiento
pierdes por cada pétalo una estrella.
Imán de mis deseos,
oh, tú fuente de sed encarnizada,
tierra de los rebaños,
tierra de las cosechas y las sombras.
ceñida te llevé a mi pensamiento
cuando aspiré a mecer entre mis brazos
al hijo de los hombres.
Rosa pura, te obstinas en mi cruz
con clavos de diamante
y en cualquier movimiento
pierdes por cada pétalo una estrella.
Imán de mis deseos,
oh, tú fuente de sed encarnizada,
tierra de los rebaños,
tierra de las cosechas y las sombras.
Cambiaste mi sendero,
lo convertiste en olas sobre el mar
que se lleva mi proa solitaria
de un abismo a otro abismo.
Mis riberas se agrandan en la noche,
en las olas crecientes,
con tu consentimiento
se movió la marea del dolor,
y dónde están tus manos
para que hagan volver
las vías de la luz al aire oscuro?
Y dónde están tus dedos
para que en mi corona
delaten las espinas?
Y la cadera acostada en la hierba
que las plantas enlazan
y escuchan en tus senos el suspiro
del amor conquistado en la agonía?
lo convertiste en olas sobre el mar
que se lleva mi proa solitaria
de un abismo a otro abismo.
Mis riberas se agrandan en la noche,
en las olas crecientes,
con tu consentimiento
se movió la marea del dolor,
y dónde están tus manos
para que hagan volver
las vías de la luz al aire oscuro?
Y dónde están tus dedos
para que en mi corona
delaten las espinas?
Y la cadera acostada en la hierba
que las plantas enlazan
y escuchan en tus senos el suspiro
del amor conquistado en la agonía?
Oh, tú, que cuando cruzas las praderas
haces estremecerse los follajes
y abrazas lo que encuentras
con una red caliente de frescura.
Tú que escuchas, sacándote del pecho
parte de tu vestido
que con el fuego de tu boca besas
y tomas con tus manos suavemente
el desierto del tiempo atravesado
por halcones, arenas y cenizas,
a los que el viento entrega
una apariencia que no tiene rostro ?
haces estremecerse los follajes
y abrazas lo que encuentras
con una red caliente de frescura.
Tú que escuchas, sacándote del pecho
parte de tu vestido
que con el fuego de tu boca besas
y tomas con tus manos suavemente
el desierto del tiempo atravesado
por halcones, arenas y cenizas,
a los que el viento entrega
una apariencia que no tiene rostro ?
Vas extraviada del mundo y su camino
como flecha sin rumbo
y se hizo tu belleza
sólo para engañarme,
Pero, por qué no fuiste vencedora
de aquel destino que acechó tu ser,
no. supiste crear en su camino
aquel odio que lo derribaría.
Levanta de la tierra tus orejas!
En esta hora nocturna te reclamo
para que escuches tú, la inolvidada,
mi maldición ardiente!
como flecha sin rumbo
y se hizo tu belleza
sólo para engañarme,
Pero, por qué no fuiste vencedora
de aquel destino que acechó tu ser,
no. supiste crear en su camino
aquel odio que lo derribaría.
Levanta de la tierra tus orejas!
En esta hora nocturna te reclamo
para que escuches tú, la inolvidada,
mi maldición ardiente!
***
TUDOR ARGHEZI (Rumania, 1880-1967)
Versión de PABLO NERUDA
Versión de PABLO NERUDA
jueves, 7 de julio de 2016
TE AMO, José Manuel Gómez Mira
TE AMO
Te amo como amo a este mar
que un día de abandonos compartimos,
que sé que pronto observaremos
desde la experiencia nueva de encontrarnos
libres y completos en su luz de atardeceres.
Te amo como a nuestros árboles,
pinares eternos en los que caminamos
y caminaremos en el silencio que todo lo dirá,
que todo lo dice sin palabras,
con el aroma de la resina que rebrota
y de la sal que flota en nuestras brisas
y en nuestras risas extensas de arenas viejas.
Te amo en tu mirada de sabiduría lejana,
cercana siempre en mis días que fueron grises.
Te amo desde antiguo, desde siempre,
sin razón ni necesidad de comprenderlo,
como sé amar a la lluvia que reclamas,
como sé rogar a las nubes que tu llamas,
a las guaridas del recuerdo de los panes,
a las cuevas de los peces navegantes
de este Atlántico infinito que nos une.
Te amo como siempre lo he hecho,
como siempre lo haré, como lo haces,
simplemente amando y entregando
la semilla que la tierra fértil nos reclama.
Te amo libre, como libre eres,
como libre soy entre mis vuelos,
a veces callados, sin mensajes,
otras veces volando y hablando sin descanso,
sin poder ni querer detener
este viento de creación que nos vincula.
Te amo nueva y antigua,
hermana en nuestros días resumidos,
paciente observadora de mis llantos,
calmoso anacoreta de tus tiempos inflamados.
Te amo en la alegría plena
de saberte presente en mis estancias,
con el corazón prendido de memorias
con la sonrisa de mil historias desgranadas,
por narrar o ya encontradas.
IN MEMORIAM YVES BONNEFOY
[IN MEMORIAM YVES BONNEFOY]
NOMBRE VERDADERO*
Al castillo que fuiste lo llamaré desierto,
a tu rostro ausencia, noche a tu voz,
y cuando te derrumbes sobre la tierra estéril
al fulgor que te trajo lo llamaré la nada.
a tu rostro ausencia, noche a tu voz,
y cuando te derrumbes sobre la tierra estéril
al fulgor que te trajo lo llamaré la nada.
Morir es un país que amabas. Vengo
desde la eternidad por tu senda sombría.
Destruyo tu deseo, tu forma, tu memoria.
Soy tu enemigo, no tendré piedad.
desde la eternidad por tu senda sombría.
Destruyo tu deseo, tu forma, tu memoria.
Soy tu enemigo, no tendré piedad.
Guerra te llamaré y probaré en ti
las libertades de la guerra, tendré en mis manos
tu rostro oscuro, traspasado, y en mi corazón
ese país que alumbra la tormenta.
las libertades de la guerra, tendré en mis manos
tu rostro oscuro, traspasado, y en mi corazón
ese país que alumbra la tormenta.
***
LA IMPERFECCIÓN ES LA CIMA**
Sucedía que era preciso destruir y destruir y destruir,
[Sucedía que sólo a ese precio existe salvación.
[Sucedía que sólo a ese precio existe salvación.
Romper la faz desnuda que aparece en el mármol,
[Golpear toda forma, toda belleza.
[Golpear toda forma, toda belleza.
Amar la perfección porque ése es el umbral,
[Y negarla tan pronto se conoce, olvidarla a su muerte,
[Y negarla tan pronto se conoce, olvidarla a su muerte,
La imperfección es la cima.
***
YVES BONNEFOY (Francia, 1923-2016)
* Versión de JORGE ESQUINCA
** Versión del Taller de Traducción Literaria,
dirigido por Andrés Sánches Robayna
* Versión de JORGE ESQUINCA
** Versión del Taller de Traducción Literaria,
dirigido por Andrés Sánches Robayna
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