MISTERIO
Nunca sucede nada en nuestra casa.
Todo se encuentra en orden, sosegado,
la piel ya es media piel de aburrimiento,
desplomadas las almas ya no vuelan
y resulta inasible la existencia.
Nunca pasa más nada en esta vida,
sólo la vida pasa; nunca a tiempo
vemos vibrar cometas en los ojos;
ni oímos el el cristal fino del sentimiento;
jamás hacemos caso del secreteo
del viento, potente, lleno de augurios,
ni gozamos su roce en medias caras
llenas de medios besos aplazados.
Jamás nos pasa nada entre las manos
cerradas al misterio que se escapa
junto a la vida misma que nos pasa
como si nada pasa en esta casa.
Primera estancia
Todo cabe en un cuenco de la mano extendida:
hasta el amor que asoma por un suspiro ajeno.
No caben, pero sirven, los mortales aullidos,
el rechinar de dientes, la crispazón de nervios;
el dolor de ausentarse de los brazos queridos
apenas se parece al desierto paisaje o a los
árboles yertos o a los ríos desecados o a los
sombríos batracios entre dos mundos fríos.
Caben, en cambio sí, los besos más sinceros,
los terrores insomnes por aprehender aquello
cuya naturaleza llama a jamás tener jaula;
cabe el misterio mismo vuelto son, metáfora
que grita las voces de la selva, gemidos
erotizados que braman en los montes.
En aquella primera de las albas humanas,
apalabrados ya, supimos que callamos.
Segunda estancia
Zarpazos con la voz, codazos con los ojos,
la ternura no anida cuando faltan palabras.
El tedio llueve a cántaros mientras enmudecen
los filosos cardúmenes de palabras:
No hay con quién hablar, ni a quién
decirle nada sobre el fuego y la lluvia.
El tedio gana todo mientras dos flores,
en silencio, son germinadas por un colibrí.
Tercera estancia
Museo de ruinas son mi estirpe y mi pecho;
legión de sufrimientos, enjambre de desdicha,
la esperanza. Todo el dolor habita el horizonte.
Una corteza cerebral en llamas, Prometeo:
saber cuesta más, mucho más de lo supuesto.
Conocer es desdicha y amargura. La conciencia
danza con un tridente y pincha hasta dañar
la gracia, la sonrisa, la fuerza y el futuro.
Mirar atrás supone no pronunciar los nombres
de los ancestros tenues, fantasmas vacilantes,
que soñaron andar caminos con espinas
y abrojos para sembrar paraísos de herencia.
La verdad sabe a sangre. Tiene cara sin rostro.
Cuarta estancia
Los sueños son regalo de los dioses
que nos sueñan a veces sin cuidado.
Ya no quiero soñar sueños ajenos
porque a tanto soñar los siento propios;
y no quiero que luego me reclamen
que esos sueños soñados no son míos,
cuando a tanto soñarlos ya me viven.
Vivo en los sueños propios aunque
algunos de ellos primero no eran míos.
Habito de puntitas, silencioso,
otros sueños, sueños de otros,
a hurtadillas.
Un dios sueña a otro dios y todos ellos
fueron soñados juntos, por el Dios primero.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
MISTERIO
MISTERIO
Nunca sucede nada en nuestra casa.
Todo se encuentra en orden, sosegado,
la piel ya es media piel de aburrimiento,
desplomadas las almas ya no vuelan
y resulta inasible la existencia.
Nunca pasa más nada en esta vida,
sólo la vida pasa; nunca a tiempo
vemos vibrar cometas en los ojos;
ni oímos el el cristal fino del sentimiento;
jamás hacemos caso del secreteo
del viento, potente, lleno de augurios,
ni gozamos su roce en medias caras
llenas de medios besos aplazados.
Jamás nos pasa nada entre las manos
cerradas al misterio que se escapa
junto a la vida misma que nos pasa
como si nada pasa en esta casa.
Primera estancia
Todo cabe en un cuenco de la mano extendida:
hasta el amor que asoma por un suspiro ajeno.
No caben, pero sirven, los mortales aullidos,
el rechinar de dientes, la crispazón de nervios;
el dolor de ausentarse de los brazos queridos
apenas se parece al desierto paisaje o a los
árboles yertos o a los ríos desecados o a los
sombríos batracios entre dos mundos fríos.
Caben, en cambio sí, los besos más sinceros,
los terrores insomnes por aprehender aquello
cuya naturaleza llama a jamás tener jaula;
cabe el misterio mismo vuelto son, metáfora
que grita las voces de la selva, gemidos
erotizados que braman en los montes.
En aquella primera de las albas humanas,
apalabrados ya, supimos que callamos.
Segunda estancia
Zarpazos con la voz, codazos con los ojos,
la ternura no anida cuando faltan palabras.
El tedio llueve a cántaros mientras enmudecen
los filosos cardúmenes de palabras:
No hay con quién hablar, ni a quién
decirle nada sobre el fuego y la lluvia.
El tedio gana todo mientras dos flores,
en silencio, son germinadas por un colibrí.
Tercera estancia
Museo de ruinas son mi estirpe y mi pecho;
legión de sufrimientos, enjambre de desdicha,
la esperanza. Todo el dolor habita el horizonte.
Una corteza cerebral en llamas, Prometeo:
saber cuesta más, mucho más de lo supuesto.
Conocer es desdicha y amargura. La conciencia
danza con un tridente y pincha hasta dañar
la gracia, la sonrisa, la fuerza y el futuro.
Mirar atrás supone no pronunciar los nombres
de los ancestros tenues, fantasmas vacilantes,
que soñaron andar caminos con espinas
y abrojos para sembrar paraísos de herencia.
La verdad sabe a sangre. Tiene cara sin rostro.
Cuarta estancia
Los sueños son regalo de los dioses
que nos sueñan a veces sin cuidado.
Ya no quiero soñar sueños ajenos
porque a tanto soñar los siento propios;
y no quiero que luego me reclamen
que esos sueños soñados no son míos,
cuando a tanto soñarlos ya me viven.
Vivo en los sueños propios aunque
algunos de ellos primero no eran míos.
Habito de puntitas, silencioso,
otros sueños, sueños de otros,
a hurtadillas.
Un dios sueña a otro dios y todos ellos
fueron soñados juntos, por el Dios primero.
Nunca sucede nada en nuestra casa.
Todo se encuentra en orden, sosegado,
la piel ya es media piel de aburrimiento,
desplomadas las almas ya no vuelan
y resulta inasible la existencia.
Nunca pasa más nada en esta vida,
sólo la vida pasa; nunca a tiempo
vemos vibrar cometas en los ojos;
ni oímos el el cristal fino del sentimiento;
jamás hacemos caso del secreteo
del viento, potente, lleno de augurios,
ni gozamos su roce en medias caras
llenas de medios besos aplazados.
Jamás nos pasa nada entre las manos
cerradas al misterio que se escapa
junto a la vida misma que nos pasa
como si nada pasa en esta casa.
Primera estancia
Todo cabe en un cuenco de la mano extendida:
hasta el amor que asoma por un suspiro ajeno.
No caben, pero sirven, los mortales aullidos,
el rechinar de dientes, la crispazón de nervios;
el dolor de ausentarse de los brazos queridos
apenas se parece al desierto paisaje o a los
árboles yertos o a los ríos desecados o a los
sombríos batracios entre dos mundos fríos.
Caben, en cambio sí, los besos más sinceros,
los terrores insomnes por aprehender aquello
cuya naturaleza llama a jamás tener jaula;
cabe el misterio mismo vuelto son, metáfora
que grita las voces de la selva, gemidos
erotizados que braman en los montes.
En aquella primera de las albas humanas,
apalabrados ya, supimos que callamos.
Segunda estancia
Zarpazos con la voz, codazos con los ojos,
la ternura no anida cuando faltan palabras.
El tedio llueve a cántaros mientras enmudecen
los filosos cardúmenes de palabras:
No hay con quién hablar, ni a quién
decirle nada sobre el fuego y la lluvia.
El tedio gana todo mientras dos flores,
en silencio, son germinadas por un colibrí.
Tercera estancia
Museo de ruinas son mi estirpe y mi pecho;
legión de sufrimientos, enjambre de desdicha,
la esperanza. Todo el dolor habita el horizonte.
Una corteza cerebral en llamas, Prometeo:
saber cuesta más, mucho más de lo supuesto.
Conocer es desdicha y amargura. La conciencia
danza con un tridente y pincha hasta dañar
la gracia, la sonrisa, la fuerza y el futuro.
Mirar atrás supone no pronunciar los nombres
de los ancestros tenues, fantasmas vacilantes,
que soñaron andar caminos con espinas
y abrojos para sembrar paraísos de herencia.
La verdad sabe a sangre. Tiene cara sin rostro.
Cuarta estancia
Los sueños son regalo de los dioses
que nos sueñan a veces sin cuidado.
Ya no quiero soñar sueños ajenos
porque a tanto soñar los siento propios;
y no quiero que luego me reclamen
que esos sueños soñados no son míos,
cuando a tanto soñarlos ya me viven.
Vivo en los sueños propios aunque
algunos de ellos primero no eran míos.
Habito de puntitas, silencioso,
otros sueños, sueños de otros,
a hurtadillas.
Un dios sueña a otro dios y todos ellos
fueron soñados juntos, por el Dios primero.
lunes, 26 de septiembre de 2011
CIUDAD DE SUEÑOS, de Eileen Ovalle
Y mi amor se esconde
en la canícula del alma
y en ese espacio quieto
...nidal de sueños…
que florecen tanto,
en esas manos suyas
y en sus ojos
avisperos tibios
de mis dos luceros,
que zumban como el viento
cuando canta un beso
que llega a susurrar
en el silencio
de su cuerpo mío…
Allí donde me pierdo toda
como incienso fresco
como rosa y mirra
y como luna blanca…
en la ciudad de un sueño!
Eileen
domingo, 25 de septiembre de 2011
RUECA
Sales como si nada sucediera
cuando amanece
Te escondes tras los destellos
del sol
y en la bruma interna
de tu persona
Arrastras la cobija
y el cuerpo del delito
tu cuerpo
A tanto haberlo habitado
te dices
se ha vuelto sombra raída
luz destroncada
húmeda soledad
viscosa compañía
adjetivo de tercera mano
Transcurre el día
te escurres entre sus horas
y minutos
y segundos
quieres volcarlo todo
para qué
te preguntas
y no tienes respuesta
y te sorprende la noche
más vago
aún más desprendido de todo
que cuando amanece
En la noche te topas contigo
de frente
cara a cara
y te tocas y no te reconoces
adivinas acaso
quién ese ese que te habla
siempre en prima persona
Callas
y no te atreves a salir
cierras puertas ventanas
de las habitaciones
que te conforman
Eres casa vacía
llena de ruidos
y te inventas fantasmas
que moren tus estancias
Te confundes
no sabes bien a bien por qué
pero te sienta
ser ruido o fantasma
ya no tú
casa deshabitada
Todo es irremediable
te anuncias
te repites
das vuelta a la rueca
y la única palabra
fatalidad
acomoda a la vuelta y vuelta
irremediable
te reiteras
La nada está contigo
en noche calurosa
piel a piel
en ese sofocante momento
compartiendo sudores
y delirios
Tu hermana
añorada
inevitable
desde un rincón sonríe
Sabes bien que amanece
y esa rueda
trituradora
de sueños
continúa su vuelta
Otra vez:
sales como si nada sucediera
cuando amanece
te escondes tras los destellos
del sol
y en la bruma intensa
de tu persona
*Del libro Surco de palabras,
1984. Centro Toluqueño de Escritores,
colección becarios.
HOY, AL CUMPLIR 35 AÑOS DE CASADOS *
* A Emiret Millán Figueroa, mi esposa y madre de mis tres hijos...
Miro yo el tiempo en tus ojos azules:
veo claridad en nuestros horizontes;
es el futuro claro
que aparece con mucha luz
en tu mirada.
Creo en lo que veo.
Creo en lo que toco.
Te veo y te toco día a día;
todo parece como
un nuevo amanecer
en lontananza:
¡¡¡te amo!!!
MAUSELEOS de Eileen Ovalle
En este mausoleo de silencios
aquí donde mi barca atraca
en esa orilla abandonada del olvido
donde lloran las camelias
y los pájaros, emigran
En esta mi ciudad del llanto
donde bebo la tristeza a sorbos
y a veces…
suspiro y me contengo
Aquí…te extraño!
Y te llevo como un féretro
...que cargo...
con el peso mancillado
del silencio de tus ojos tan lejanos
y estos versos...
que mueren de dolor si tú no estás!
Eileen
aquí donde mi barca atraca
en esa orilla abandonada del olvido
donde lloran las camelias
y los pájaros, emigran
En esta mi ciudad del llanto
donde bebo la tristeza a sorbos
y a veces…
suspiro y me contengo
Aquí…te extraño!
Y te llevo como un féretro
...que cargo...
con el peso mancillado
del silencio de tus ojos tan lejanos
y estos versos...
que mueren de dolor si tú no estás!
Eileen
A VALLEJO
Publicado por Benjamin Araujo Mondragon
...mi defunción se va, parte mi cuna,
y, rodeada de gente, sola, suelta...
César Vallejo
A CÉSAR VALLEJO
Voy a vivir,
como quitado el día,
ardiendo en sol, pero extrañando luna.
He de morir,
que no te quepa duda,
para cumplir con la regla más obscena
que nos ha sido confiado desde los genes.
Quiero vivir como hermitaño ahora,
separado del mundo pleno y llano,
las injusticias me ahogan y más la falsedad,
las falsas miradas, los arrumacos infames.
Pero que voy a morir de eso no haya duda,
soy mortal y eso no es inmoral,
lo juro hermano,
pues ser inmortal sería obsceno...y aburrido...
Benjamín Araujo Mondragón
Toluca, México.
Poeta y escritor.
A VALLEJO
...mi defunción se va, parte mi cuna,
y, rodeada de gente, sola, suelta...
César Vallejo
A CÉSAR VALLEJO
Voy a vivir,
como quitado el día,
ardiendo en sol, pero extrañando luna.
He de morir,
que no te quepa duda,
para cumplir con la regla más obscena
que nos ha sido confiado desde los genes.
Quiero vivir como hermitaño ahora,
separado del mundo pleno y llano,
las injusticias me ahogan y más la falsedad,
las falsas miradas, los arrumacos infames.
Pero que voy a morir de eso no haya duda,
soy mortal y eso no es inmoral,
lo juro hermano,
pues ser inmortal sería obsceno...y aburrido...
Benjamín Araujo Mondragón
Toluca, México.
Poeta y escritor.
y, rodeada de gente, sola, suelta...
César Vallejo
A CÉSAR VALLEJO
Voy a vivir,
como quitado el día,
ardiendo en sol, pero extrañando luna.
He de morir,
que no te quepa duda,
para cumplir con la regla más obscena
que nos ha sido confiado desde los genes.
Quiero vivir como hermitaño ahora,
separado del mundo pleno y llano,
las injusticias me ahogan y más la falsedad,
las falsas miradas, los arrumacos infames.
Pero que voy a morir de eso no haya duda,
soy mortal y eso no es inmoral,
lo juro hermano,
pues ser inmortal sería obsceno...y aburrido...
Benjamín Araujo Mondragón
Toluca, México.
Poeta y escritor.
sábado, 24 de septiembre de 2011
P A L O M A S
Retornan las palomas al incierto nido
ya verás poeta el sitio donde estarán,
sus gemidos de amor sobre resecos troncos
la palidez de sus rostros en un beso enardecido
segura estoy que las hará sangrar.
Volarán arrullando una mañana
sobre un estero sembrado de oro y paz,
gemirán sólo cuando se estén amando
con el silencio de la noche que las ve anidar.
Cantarán tal vez una mañana
mientras gotas de sangre las hará temblar.
sobre una cama de rosas rojas
que sobre su esponjado y blanco pecho,
un corazón púrpura renacerá.
Escucharán los llantos de sus hijos
como luciérnagas las verán brillar,
mientras del cielo baja una luz violeta
que llena su pico con ámbares de paz.
Llorarán en silencio sobre un sauce
cuando en la noche alguien sus críos atrapó,
sobre un lecho de dolor y escarnio
lloras mi niña blanca con tu amante
sobre el mismo tronco yerto que tu retorno vio.
RAQUEL
BARRANQUILLA, SEPT.24/11
Dedico con todo mi cariño éste sencillo escrito a mi amigo y compadre BENJAMÍN ARAÚJO MONDRAGÓN, quien me regaló un par de éstas hermosas palomitas sangrantes.
HOJAS...
Hojas de otoño
Pedacitos de sol
Colchón de sueños.
Cuna de perros
solos y vagabundos.
Nido crujiente.
Manta abrigada
para pequeñas plantas.
Abono fértil.
Hay quien las quema
me dan ganas de llorar.
Mis ojos arden.
Color y formas
diseños exclusivos.
Son como alfombras.
Levanta una
observa y admira.
Es un milagro.
(aguappura) Cecilia Sosio
Pedacitos de sol
Colchón de sueños.
Cuna de perros
solos y vagabundos.
Nido crujiente.
Manta abrigada
para pequeñas plantas.
Abono fértil.
Hay quien las quema
me dan ganas de llorar.
Mis ojos arden.
Color y formas
diseños exclusivos.
Son como alfombras.
Levanta una
observa y admira.
Es un milagro.
(aguappura) Cecilia Sosio
I N F I N I T A
INFINITA
Una luz en el infinito me llama,
implora que le siga.
Asustado no voy,
me detengo,
las manos me sudan,
las piernas me tiemblan,
pero insistente me llama,
en mi fuero interno escucho:
"ven", "ven", "ven"...
Temo darle la espalda;
pero ya no es una luz
ahora es un sonido imperceptible,
me detengo a escuchar,
es una voz,
sí, una voz, insistente voz
que clama a mis oídos...
Ahora me persigue,
sí, sí, sí,
me sigue, paso a paso,
va tras de mí,
vaya yo a dónde vaya...
Quiero tener paciencia
y ya, dejarla atrás.
Acallarla,
taparle de mis oídos,
¿o sólo es de mi cabeza?
¿estaré perdiendo la razón?
¿qué me ocurre?
¿qué me pasa?
¿soy yo?
¿he inventado todo ésto?
¿me torturo?
No lo se. Pero corro,
vuelo, me apresuro;
voy hacia ningún lado...
Tropiezo. Caigo.
Caigo, caigo, caigo:
¿sigo cayendo...?
I N F I N I T A
INFINITA
Una luz en el infinito me llama,
implora que le siga.
Asustado no voy,
me detengo,
las manos me sudan,
las piernas me tiemblan,
pero insistente me llama,
en mi fuero interno escucho:
"ven", "ven", "ven"...
Temo darle la espalda;
pero ya no es una luz
ahora es un sonido imperceptible,
me detengo a escuchar,
es una voz,
sí, una voz, insistente voz
que clama a mis oídos...
Ahora me persigue,
sí, sí, sí,
me sigue, paso a paso,
va tras de mí,
vaya yo a dónde vaya...
Quiero tener paciencia
y ya, dejarla atrás.
Acallarla,
taparle de mis oídos,
¿o sólo es de mi cabeza?
¿estaré perdiendo la razón?
¿qué me ocurre?
¿qué me pasa?
¿soy yo?
¿he inventado todo ésto?
¿me torturo?
No lo se. Pero corro,
vuelo, me apresuro;
voy hacia ningún lado...
Tropiezo. Caigo.
Caigo, caigo, caigo:
¿sigo cayendo...?
MORTAJA
Hemos de venir a menos,
cuando la montaña
deje que la alcancemos.
Mañana,
resulta un homenaje,
al apetito y la maña.
Sumemos.
Todo lo que hacemos aquì,
puede contar,
al momento en que
nos lleve el viento.
La mortaja prometida
es volver al viento.
El fuego habita
estancias de la
eternidad.
Pero la tierra es
pasajera:
volveremos al cielo,
que es de agua.
Compañeros peces,
hermanos acuàticos
de la eternidad.
(DEL LIBRO VAIVÉN, 1998.
Colección Cuadernos de Malinalco.
Instituto Mexiquense de Cultura)
cuando la montaña
deje que la alcancemos.
Mañana,
resulta un homenaje,
al apetito y la maña.
Sumemos.
Todo lo que hacemos aquì,
puede contar,
al momento en que
nos lleve el viento.
La mortaja prometida
es volver al viento.
El fuego habita
estancias de la
eternidad.
Pero la tierra es
pasajera:
volveremos al cielo,
que es de agua.
Compañeros peces,
hermanos acuàticos
de la eternidad.
(DEL LIBRO VAIVÉN, 1998.
Colección Cuadernos de Malinalco.
Instituto Mexiquense de Cultura)
ESTAMOS ASOLEADOS DE RECUERDOS
Para conseguir vibrar: competir con el futuro:
tortuga los malos recuerdos; victoria de la necesidad
sobre el tormento:
atardeceres con lluvia; placidez en las montañas:
solares de la infancia con un nido de águilas
en los atardeceres cotidianos.
Todo tiene el sabor de la nata
con el dulce olor del pan de los amaneceres.
Los verdaderos goces estàn detrás de la puerta
y solemos cerrar por fuera
como si desmereciera, para nosotros,
el postre de soñar despierto
desde la mañana y hasta el mediodía.
Ya con la tarde, una vez descubierto que somos marineros,
zarpamos sin sentido para aprender del viento en la cara;
creemos eterna la navegación y... anochece:
todavía guarda suaves fragancias la luna
para un loco enamorado del insomnio.
Estamos asoleados de recuerdos
cuando llega la noche.
No podemos dormir pues bailan los fantasmas
y se mezclan, a brincos,
con jarrones, y floreros del presente,
con barcos y sílfides del futuro,
con tristes empachos de lo que nunca,
jamás,
ni por asomo,
habrá de tropezarnos y envolvernos.
Estamos asoleados de recuerdos,
se nos levantan a golpes de olvido
las miradas de ayer:
una niña abismal hace suyo el paisaje,
saltan tras ella sus promesas de mañana,
ella no lo sabe,
muerde una manzana;
ya es mañana,
no existe la inocencia,
la ignorancia se fue con el sol;
la noche es plena en un paisaje nuevo,
la oscuridad nos pertenece a todos;
pero esa noche, por lo menos,
esa noche,
una mujer enseñó al mundo
que el paisaje puede ser eterno.
Vamos a ser eternos cualquier rato,
lástima que el viento haya acabado
desde hace un momento
en que me volví
recuerdo de mí mismo;
línea a línea,
verso a verso,
silencio a silencio,
recuerdo es silencio.
(DEL LIBRO VAIVÉN, 1998
Colección Cuadernos de Malinalco.
IMC, Toluca, México).
Prólogo a la entrevista de Palmira a Benjamín
PRÓLOGO A LA ENTREVISTA
POR PALMIRA ORTIZ FERNÁNDEZ
En una critica fuerte a un poema mío “El Aro de oro” me enteré de la existencia del escritor Benjamín Araujo Mondragón, me llamó la atención, inmediatamente quise saber quien era él, me fui a su página, asombrada descubrí que era un escritor mexicano, paisano mío. Contacte con él escribiendo en su página un comentario, excusando la idea con la que había hecho mi poema y recibí como respuesta otro comentario más fuerte, me quedé pensando… y revisé nuevamente mi poema, una y otra vez, el escritor tenia razón, mi poema no estaba bien estructurado. Con el tiempo, en otro poema que publiqué “La forma”, me dejó un comentario con una aprobación, que realmente me dejó muy feliz, por fin fui aceptada por él como escritora con inspiración. Me había ganado su atención.
En la actualidad, el escritor Benjamín Araujo es uno de mis poetas favoritos, es de esos escritores con gran experiencia que te enseñan, te hacen razonar para que mejores en tu formación como escritor.
PALMIRA ORTIZ FERNÀNDEZ
Hoy tengo el gran honor de publicar, después de siete meses de espera, esta interesante entrevista de un hombre que tiene toda mi admiración y respeto:
POR PALMIRA ORTIZ FERNÁNDEZ
En una critica fuerte a un poema mío “El Aro de oro” me enteré de la existencia del escritor Benjamín Araujo Mondragón, me llamó la atención, inmediatamente quise saber quien era él, me fui a su página, asombrada descubrí que era un escritor mexicano, paisano mío. Contacte con él escribiendo en su página un comentario, excusando la idea con la que había hecho mi poema y recibí como respuesta otro comentario más fuerte, me quedé pensando… y revisé nuevamente mi poema, una y otra vez, el escritor tenia razón, mi poema no estaba bien estructurado. Con el tiempo, en otro poema que publiqué “La forma”, me dejó un comentario con una aprobación, que realmente me dejó muy feliz, por fin fui aceptada por él como escritora con inspiración. Me había ganado su atención.
En la actualidad, el escritor Benjamín Araujo es uno de mis poetas favoritos, es de esos escritores con gran experiencia que te enseñan, te hacen razonar para que mejores en tu formación como escritor.
PALMIRA ORTIZ FERNÀNDEZ
Hoy tengo el gran honor de publicar, después de siete meses de espera, esta interesante entrevista de un hombre que tiene toda mi admiración y respeto:
DAME LA VIDA
Dame la vida, vida;
dame la calma siempre.
Quiero tener tu prisa
para ir tranquilo,
todas las mañanas, todas las tardes,
todos los mediodías,
todas las noches,
sin odios y sin llanto...
Dame la vida, vida;
dame la paz
pero no quiero ni la paz porfiriana,
ni la paz de los pantoenes:
quiero la paz de la música y del viento;
la paz de los gorriones,
la paz de los árboles,
la paz del espíritu y la paz del amor...
Quiero vida, la vida;
quiero desparramarla esquina por esquina,
darla a sorbos a niños,
a jóvenes,
a adultos;
a sanos y a enfermos...
Quiero salud por ramas y por ramos
para coronar la vida cada mañana...
viernes, 23 de septiembre de 2011
Un poema de Raquel Rueda a Vallejo...
A César Abraham Vallejo Mendoza
Tu mirar oscuro, impenetrable
donde el dolor se acuna irreverente;
son las llagas de la vida que consumen,
el látigo del hambre que corrompe,
las úlceras en los pies que te aniquilan.
¡Qué impuro es el dolor! ¡Cuánto lastima!
Manos que se crispan impotentes
sobre un rostro adusto, casi triste.
Ojos de mirar impávido
ya no observan mocedades,
los indios como las hojas pisoteadas.
Ya marcharon tus vírgenes, las que te amaron,
pero también en duelo de cigarras
tu alma convirtieron.
¡Ya se fueron! ¡No retornarán sus pasos!
quedaron tus palabras cual diamantes
hoy se pulen ante ojos que no veían
tienen brillo de estrellas en oscuras noches.
¿A un poeta como tú, cómo le escribo?
Eres el amante de las noches frías,
sólo luz en medio del dolor y la neblina,
eres magia donde se ocultaron las tristezas.
Has vertido ante mis ojos tus bellezas,
hoy las uvas verdes se nutren con las rojas
convirtiendo tu vaso en elegía,
donde se pintan de tristeza tus poemas.
¡Qué falta hace un poeta como tú!
hay aridez dentro del hombre,
se siembran las semillas de la guerra
donde mueren jóvenes sin balbucear palabra
ni levantar sus brazos ante el alba.
Ya murió el poeta, el que en carne propia
sentía los dolores de la tierra.
Marchó sobre las blancas nieves del silencio,
se perdió sobre su propia palidez.
Raquel Rueda Bohórquez (Colombia, septiembre de 2011)
Tu mirar oscuro, impenetrable
donde el dolor se acuna irreverente;
son las llagas de la vida que consumen,
el látigo del hambre que corrompe,
las úlceras en los pies que te aniquilan.
¡Qué impuro es el dolor! ¡Cuánto lastima!
Manos que se crispan impotentes
sobre un rostro adusto, casi triste.
Ojos de mirar impávido
ya no observan mocedades,
los indios como las hojas pisoteadas.
Ya marcharon tus vírgenes, las que te amaron,
pero también en duelo de cigarras
tu alma convirtieron.
¡Ya se fueron! ¡No retornarán sus pasos!
quedaron tus palabras cual diamantes
hoy se pulen ante ojos que no veían
tienen brillo de estrellas en oscuras noches.
¿A un poeta como tú, cómo le escribo?
Eres el amante de las noches frías,
sólo luz en medio del dolor y la neblina,
eres magia donde se ocultaron las tristezas.
Has vertido ante mis ojos tus bellezas,
hoy las uvas verdes se nutren con las rojas
convirtiendo tu vaso en elegía,
donde se pintan de tristeza tus poemas.
¡Qué falta hace un poeta como tú!
hay aridez dentro del hombre,
se siembran las semillas de la guerra
donde mueren jóvenes sin balbucear palabra
ni levantar sus brazos ante el alba.
Ya murió el poeta, el que en carne propia
sentía los dolores de la tierra.
Marchó sobre las blancas nieves del silencio,
se perdió sobre su propia palidez.
Raquel Rueda Bohórquez (Colombia, septiembre de 2011)
P A L O M A
PALOMA
Escritor: Benjamín A. Araujo Mondragón
País: México
Dormitas en mis manos.
Bebes de lo que hablamos.
Corren los días que juntos
hemos roto, quebrado.
Nunca vuelas a las torres
que construí
para ti
en un lugar sagrado,
que cerqué
en un mi territorio,
otrora oquedad,
desierto,
páramo:
jardín florido
que se secó,
paloma...
Tu rostro acantilado
de la paz
y el olvido;
sólo se sabe solo,
cuando duerme,
conmigo.
¿A dónde están los poetas? *
*Extraordinario poema de Raquel Rueda Bohórquez, de Barranquilla, Colombia...
¿En dónde están los poetas?
no se dejen perturbar por las cosas mundanas
los poetas están hoy callados
están reposados...
ya no cantan
sólo gimen las ausencias
los besos que se esconden
las lágrimas que se derraman
miran siempre a la luna
sin encontrar el sol...
¿En dónde están los poetas?
los he visto deambular por las calles
llevan trajes raídos, buscan las basuras
miran con los ojos tristes sin sueños
se esfuman en las laderas
con los besos de las balas,
blanquean sus lámparas sin mirar un cielo
se esconden entre los rincones
lamiendo paredes viejas mezcladas,
se fuman la vida,
se pierden bajo las llantas
perdidos ya sin sueños
ni lágrimas que los descansen...
¿En dónde están poetas?
aquí los quiero junto a mi pecho
lamiendo la esencia de leche fresca
la madre tierra los espera
los abrazan las piernas de mujer
con un cuerpo de guitarra vieja
que aún al tacto hace sonar un tango
la música para danzar por el tiempo
que se esfuma sin poetas que canten...
sin poetas que aún lloren
por las penas ajenas...
¡¡POETASSS!! ¡¡VENID A CANTAR CONMIGO
POR UN MUNDO MÁS JUSTO,
DONDE EL HAMBRE NO TENGA SABOR A TIERRA
NI TENGA OLOR A MIERDA!!
RAQUEL.
BQUILLA, SEPT.22/11
¿En dónde están los poetas?
no se dejen perturbar por las cosas mundanas
los poetas están hoy callados
están reposados...
ya no cantan
sólo gimen las ausencias
los besos que se esconden
las lágrimas que se derraman
miran siempre a la luna
sin encontrar el sol...
¿En dónde están los poetas?
los he visto deambular por las calles
llevan trajes raídos, buscan las basuras
miran con los ojos tristes sin sueños
se esfuman en las laderas
con los besos de las balas,
blanquean sus lámparas sin mirar un cielo
se esconden entre los rincones
lamiendo paredes viejas mezcladas,
se fuman la vida,
se pierden bajo las llantas
perdidos ya sin sueños
ni lágrimas que los descansen...
¿En dónde están poetas?
aquí los quiero junto a mi pecho
lamiendo la esencia de leche fresca
la madre tierra los espera
los abrazan las piernas de mujer
con un cuerpo de guitarra vieja
que aún al tacto hace sonar un tango
la música para danzar por el tiempo
que se esfuma sin poetas que canten...
sin poetas que aún lloren
por las penas ajenas...
¡¡POETASSS!! ¡¡VENID A CANTAR CONMIGO
POR UN MUNDO MÁS JUSTO,
DONDE EL HAMBRE NO TENGA SABOR A TIERRA
NI TENGA OLOR A MIERDA!!
RAQUEL.
BQUILLA, SEPT.22/11
DESNUDANDO MI SER, de Eileen Ovalle
Con esta boca de repisas repletas,
de silencios adulterados,
de palabras confesas
y versos cantados…
con los ojos, con los dedos y los sueños
hoy confieso una vez más, mi desatino
Me atrevo como un vástago nuevo
que brota inquieto, a escurrir mis aguas
sobre esta tierra que me vio nacer!
y me ha seguido como una sombra
que espera mi reposo y mi solar denuedo
Levanto mi bandera del color del alma
que puede subir hasta el final del asta,
y gritar sin temor a nada,
la libertad de mi locura,
y mi cordura aprisionada sin palabras
Puedo llorar, cantar o reír -y hasta olvidarme del astillo-
que dejó el recuerdo de tu paso maltratado,
pasando por mis campos al galope,
y del susurro incauto de tu versar iluso,
profesando juramentos
sin cimiento y sin cumplido
Con estas manos puedo esculpir si quiero
pirámides altivas sobre el lienzo, donde tantas veces
le escribí al despecho…a tus ojos / tu boca / tus labios
a tus pasos (sin destino) y tu mirada…
que hoy parece temblar en el olvido
parpadeando en el lúgubre silencio
de tus ojos…contemplando algún vacío
Donde el tiempo misionero se escondía
en los riscos agrietados de mis venas...
y en la noche se escuchaba la corriente
del gemir de mi locura entre la gente
por la triste confesión de mis cadenas
Con estos sueños amontonados en el armario
en mi pecho, a mi costado y colgando en mis cabellos,
he podido desdoblar mi cuerpo y volar al infinito de los cielos
para volver cargada de suspiros y empezar de nuevo
con las alforjas llenas...el camino a mi cordura!
En ese camino clandestino que me ha llevado, traído
doblado y retenido…en algún lugar perdido...
donde lloré en silencio y volví sin prisa del olvido
después de adornar la tumba donde a solas…
apoyaste el alma y tus ojos se cerraron
Porque del solsticio... avancé hasta el plenilunio
y me comí un pedazo de la luna
con la boca rebalsada de suspiros
y ansiedades…que mezcladas…
tamizaron los trocitos del silencios
y una estrella que hoy adorna mis pupilas
fue robada en el sigilo de la noche
y dejada sobre el lecho de tu olvido
Esas veces que intenté escaparme
-de tu claustro-de tus pasos…
tus pecados y tus manos,
que mil veces me apretaron tanto...
que me ahogó el delirio y grité como ese niño
perdido en la orfandad del mundo
Después de todo si nací poeta...que diría yo a este mundo
...que no escucha…que me sigue y me aglutina
que me abraza y me declina, que me besa y me aniquila
y que existe aquí en mi pecho en un hálito de amor
Como el tímido lamento de saber que en el silencio
he llorado sin consuelo y he gemido como un lobo
que avanzó bajo la luna, rebuscando ese calor,
que cobije entre mi cuerpo
la razón de este destierro
en mis selvas anegadas…
y en los bosques de tu piel!
Eileen
jueves, 22 de septiembre de 2011
OPUESTOS. de Eileen Ovalle
ESCUDRIÑANDO SENTIDOS...
Me gusta tu noche apretada
tus zonas escondidas,
erógenas y profundas
Manglares dulces
de riachuelos frescos
son tus paraísos…
De sueños diminutos
que penetran en mis labios
…cual silencios
El alma que sustenta
y la mano tibia,
cobijo de caricias
En esas horas largas
de noches infinitas
y eternamente tuyas
Y en suave soledad
aquel susurro…
que seduce
Y que tiembla
en la añoranza
de lunas escarpadas
Colibrí que vuelas
agitado en mis corolas
mientras bebes
El néctar que seduce
entre mis labios
...desnudeces
Ay de todos los perfumes
que salen como incienso
que amanece…
Tu dulce intimidad
y mi forma de querer
noches tras noche!
Eileen
SINOPSIS...
Carente de sueños
el mausoleo negro
abre su boca de silencios
bebiéndose el recuerdo
de tus ojos,
como dos mares inquietos
sinopsis que devela
los residuos negros...
de tu sombra
y el sinsonte que trina
junto al canto incierto
de las plazas como piedra
lánguida la voz
que se apaga…
como el eco a solas
y la tiza de tu piel
morena…
rayando las paredes
desnuda la luna
se tapa su hermosura
con estrellas
y rebobina sin querer
al viento…
que suspira
ángel de negro
de cabellera blanca,
suplicante…
con su vértice torcido
y su silueta
engendrando penas
lúgubre tu andar
de pies descalzos,
avanzando lento
tratando de alcanzar
sin prisa…
algún recuerdo
de mármol /las horas
que apenas avanzan
nevadas
como noche de invierno
fuera del refugio
de unos versos
Ay quebranto de suspiros
que revoltosos…
gritan desespero
ya deja de seguir
mi rostro prisionero...
DE TU ESPEJO!
Eileen
MORTAJA
Hemos de venir a menos,
cuando la montaña
deje que la alcancemos.
Mañana,
resulta un homenaje,
al apetito y la maña.
Sumemos.
Todo lo que hacemos aquì,
puede contar,
al momento en que
nos lleve el viento.
La mortaja prometida
es volver al viento.
El fuego habita
estancias de la
eternidad.
Pero la tierra es
pasajera:
volveremos al cielo,
que es de agua.
Compañeros peces,
hermanos acuàticos
de la eternidad.
(DEL LIBRO VAIVÉN, 1998)
cuando la montaña
deje que la alcancemos.
Mañana,
resulta un homenaje,
al apetito y la maña.
Sumemos.
Todo lo que hacemos aquì,
puede contar,
al momento en que
nos lleve el viento.
La mortaja prometida
es volver al viento.
El fuego habita
estancias de la
eternidad.
Pero la tierra es
pasajera:
volveremos al cielo,
que es de agua.
Compañeros peces,
hermanos acuàticos
de la eternidad.
(DEL LIBRO VAIVÉN, 1998)
UN POEMA DE RUBÉN DARÍO
Rubén Darío
Poema del otoño
Tú, que estás la barba en la mano
meditabundo,
¿has dejado pasar, hermano,
la flor del mundo?
Te lamentas de los ayeres
con quejas vanas:
¡aún hay promesas de placeres
en los mañanas!
Aún puedes casar la olorosa
rosa y el lis,
y hay mirtos para tu orgullosa
cabeza gris.
El alma ahíta cruel inmola
lo que la alegra,
como Zingua, reina de Angola,
lúbrica negra.
Tú has gozado de la hora amable,
y oyes después
la imprecación del formidable
Eclesiastés.
El domingo de amor te hechiza;
mas mira cómo
llega el miércoles de ceniza;
Memento, homo...
Por eso hacia el florido monte
las almas van,
y se explican Anacreonte
y Omar Kayam.
Huyendo del mal, de improviso
se entra en el mal,
por la puerta del paraíso
artificial.
Y no obstante la vida es bella,
por poseer
la perla, la rosa, la estrella
y la mujer.
Lucifer brilla. Canta el ronco
mar. Y se pierde
Silvano, oculto tras el tronco
del haya verde.
Y sentimos la vida pura,
clara, real,
cuando la envuelve la dulzura
primaveral.
¿Para qué las envidias viles
y las injurias,
cuando retuercen sus reptiles
pálidas furias?
¿Para qué los odios funestos
de los ingratos?
¿Para qué los lívidos gestos
de los Pilatos?
¡Si lo terreno acaba, en suma,
cielo e infierno,
y nuestras vidas son la espuma
de un mar eterno!
Lavemos bien de nuestra veste
la amarga prosa;
soñemos en una celeste
mística rosa.
Cojamos la flor del instante;
¡la melodía
de la mágica alondra cante
la miel del día!
Amor a su fiesta convida
y nos corona.
Todos tenemos en la vida
nuestra Verona.
Aun en la hora crepuscular
canta una voz:
«Ruth, risueña, viene a espigar
para Booz!»
Mas coged la flor del instante,
cuando en Oriente
nace el alba para el fragante
adolescente.
¡Oh! Niño que con Eros juegas,
niños lozanos,
danzad como las ninfas griegas
y los silvanos.
El viejo tiempo todo roe
y va de prisa;
sabed vencerle, Cintia, Cloe
y Cidalisa.
Trocad por rosas azahares,
que suena el son
de aquel Cantar de los Cantares
de Salomón.
Príapo vela en los jardines
que Cipris huella;
Hécate hace aullar a los mastines;
mas Diana es bella;
y apenas envuelta en los velos
de la ilusión,
baja a los bosques de los cielos
por Endimión.
¡Adolescencia! Amor te dora
con su virtud;
goza del beso de la aurora,
¡oh juventud!
¡Desventurado el que ha cogido
tarde la flor!
Y ¡ay de aquel que nunca ha sabido
lo que es amor!
Yo he visto en tierra tropical
la sangre arder,
como en un cáliz de cristal,
en la mujer
Y en todas partes la que ama
y se consume
como una flor hecha de llama
y de perfume.
Abrasaos en esa llama
y respirad
ese perfume que embalsama
la Humanidad.
Gozad de la carne, ese bien
que hoy nos hechiza,
y después se tornará en
polvo y ceniza.
Gozad del sol, de la pagana
luz de sus fuegos;
gozad del sol, porque mañana
estaréis ciegos.
Gozad de la dulce armonía
que a Apolo invoca;
gozad del canto, porque un día
no tendréis boca.
Gozad de la tierra que un
bien cierto encierra;
gozad, porque no estáis aún
bajo la tierra.
Apartad el temor que os hiela
y que os restringe;
la paloma de Venus vuela
sobre la Esfinge.
Aún vencen muerte, tiempo y hado
las amorosas;
en las tumbas se han encontrado
mirtos y rosas.
Aún Anadiódema en sus lidias
nos da su ayuda;
aún resurge en la obra de Fidias
Friné desnuda.
Vive el bíblico Adán robusto,
de sangre humana,
y aún siente nuestra lengua el gusto
de la manzana.
Y hace de este globo viviente
fuerza y acción
la universal y omnipotente
fecundación.
El corazón del cielo late
por la victoria
de este vivir, que es un combate
y es una gloria.
Pues aunque hay pena y nos agravia
el sino adverso,
en nosotros corre la savia
del universo.
Nuestro cráneo guarda el vibrar
de tierra y sol,
como el ruido de la mar
el caracol.
La sal del mar en nuestras venas
va a borbotones;
tenemos sangre de sirenas
y de tritones.
A nosotros encinas, lauros,
frondas espesas;
tenemos carne de centauros
y satiresas.
En nosotros la vida vierte
fuerza y calor.
¡Vamos al reino de la Muerte
por el camino del Amor!
manoalves2008: APAIXONE-SE PELA VIDA Talvez, com tantas decep...
manoalves2008:
APAIXONE-SE PELA VIDA
Talvez, com tantas decep...: APAIXONE-SE PELA VIDA Talvez, com tantas decepções, você tenha perdido a empolgação pelo brilho, pela beleza e pela grandeza da vida....
APAIXONE-SE PELA VIDA
Talvez, com tantas decep...: APAIXONE-SE PELA VIDA Talvez, com tantas decepções, você tenha perdido a empolgação pelo brilho, pela beleza e pela grandeza da vida....
manoalves2008: IMIGRAÇÃO OBRIGATÓRIAMãos calejadastrabalho dur...
manoalves2008:
IMIGRAÇÃO OBRIGATÓRIA
Mãos calejadastrabalho dur...: IMIGRAÇÃO OBRIGATÓRIA Mãos calejadas trabalho duro e pouca esperança. Apenas pequenos sonhos; De fato não é nada fácil sustentar os filho...
IMIGRAÇÃO OBRIGATÓRIA
Mãos calejadastrabalho dur...: IMIGRAÇÃO OBRIGATÓRIA Mãos calejadas trabalho duro e pouca esperança. Apenas pequenos sonhos; De fato não é nada fácil sustentar os filho...
miércoles, 21 de septiembre de 2011
¡¡¡Llegó el otoño...!!!
Ha llegado el otoño y,
cosa extraña,
nos saluda con lluvia,
un viento que lo anuncia,
pero un calor que no termina de irse.
El nuevo otoño llega;
y digo que es nuevo
porque ya las estaciones
se han convertido en la cosa más excéntrica.
Pero algo bueno hay en ésto,
la vida se renueva;
se ocupan los sujetos de cosas olvidadas,
logran revivirse anécdotas y
charlas de los viejos amigos...
pero, ¡eso sucede en todas las estaciones!
¿cuál es la novedad?
La novedad es simple,
pero muy complicada:
la vida sigue y todo es un milagro.
¡¡¡Viva la vida!!!
¡¡¡Viva!!!
¡¡¡ P A T R I A !!!
Patria querida,
tus hijos te lloramos;
somos la cruz del himno...
y la mención de López Velarde
ya angustiado.
Sabemos que
debemos mejorar,
pero no lo hacemos;
queremos paz
y estamos ensangrentados,
olemos a cadáver
todos los días
del año.
Aprendemos a odiar
con las noticias.
Ayyy,
patria mía,
¿por qué Dios te ha abandonado?
¿No sabes orar?
¿Sabes reír...?
...tu llanto es como
un conjunto de campanas
de catedral
sonando a duelo.
Eres El Gólgota Nahuátl.
La indigestión
por el mestizaje;
la sapiencia
ancestral
que sabe a lágrimas.
lunes, 19 de septiembre de 2011
Clementina Constelada: La Biblioteca de Babel
Clementina Constelada: La Biblioteca de Babel: El universo (que otros llaman la Biblioteca) se componte de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vast...
TUS MIRADAS SON HIELO
MISTERIO
MISTERIO
Nunca sucede nada en nuestra casa.
Todo se encuentra en orden, sosegado,
la piel ya es media piel de aburrimiento,
desplomadas las almas ya no vuelan
y resulta inasible la existencia.
Nunca pasa más nada en esta vida,
sólo la vida pasa; nunca a tiempo
vemos vibrar cometas en los ojos;
ni oímos el el cristal fino del sentimiento;
jamás hacemos caso del secreteo
del viento, potente, lleno de augurios,
ni gozamos su roce en medias caras
llenas de medios besos aplazados.
Jamás nos pasa nada entre las manos
cerradas al misterio que se escapa
junto a la vida misma que nos pasa
como si nada pasa en esta casa.
Primera estancia
Todo cabe en un cuenco de la mano extendida:
hasta el amor que asoma por un suspiro ajeno.
No caben, pero sirven, los mortales aullidos,
el rechinar de dientes, la crispazón de nervios;
el dolor de ausentarse de los brazos queridos
apenas se parece al desierto paisaje o a los
árboles yertos o a los ríos desecados o a los
sombríos batracios entre dos mundos fríos.
Caben, en cambio sí, los besos más sinceros,
los terrores insomnes por aprehender aquello
cuya naturaleza llama a jamás tener jaula;
cabe el misterio mismo vuelto son, metáfora
que grita las voces de la selva, gemidos
erotizados que braman en los montes.
En aquella primera de las albas humanas,
apalabrados ya, supimos que callamos.
Segunda estancia
Zarpazos con la voz, codazos con los ojos,
la ternura no anida cuando faltan palabras.
El tedio llueve a cántaros mientras enmudecen
los filosos cardúmenes de palabras:
No hay con quién hablar, ni a quién
decirle nada sobre el fuego y la lluvia.
El tedio gana todo mientras dos flores,
en silencio, son germinadas por un colibrí.
Tercera estancia
Museo de ruinas son mi estirpe y mi pecho;
legión de sufrimientos, enjambre de desdicha,
la esperanza. Todo el dolor habita el horizonte.
Una corteza cerebral en llamas, Prometeo:
saber cuesta más, mucho más de lo supuesto.
Conocer es desdicha y amargura. La conciencia
danza con un tridente y pincha hasta dañar
la gracia, la sonrisa, la fuerza y el futuro.
Mirar atrás supone no pronunciar los nombres
de los ancestros tenues, fantasmas vacilantes,
que soñaron andar caminos con espinas
y abrojos para sembrar paraísos de herencia.
La verdad sabe a sangre. Tiene cara sin rostro.
Cuarta estancia
Los sueños son regalo de los dioses
que nos sueñan a veces sin cuidado.
Ya no quiero soñar sueños ajenos
porque a tanto soñar los siento propios;
y no quiero que luego me reclamen
que esos sueños soñados no son míos,
cuando a tanto soñarlos ya me viven.
Vivo en los sueños propios aunque
algunos de ellos primero no eran míos.
Habito de puntitas, silencioso,
otros sueños, sueños de otros,
a hurtadillas.
Un dios sueña a otro dios y todos ellos
fueron soñados juntos, por el Dios primero.
LOS MUERTOS, VENUS Y OTRAS MINUCIAS
Sobrevivir, sentir las alas
de la permanencia.
Tener-tenerse
dar-darse;
sobrevivir, contar los siglos
como escamas
que nos subyacen.
Sobrevivir, matar a la muerte
cada año bisiesto.
Reconocerse dueño de su
propia montaña
y escalar la cumbre
cada primavera.
Los inviernos posarse
en el cariño
que se puede tener
a los que mueren
y cohabitar con
las desnudas musas
hasta saciar instintos
insaciables.
Desnudar a Venus
en la cueva de la imaginación
y en la roca de la creación
morder sus senos.
A propósito, 1981.
Universidad Autónoma del Estado de México.
Colección XXV Aniversario.
domingo, 18 de septiembre de 2011
Neoperiodismo Cultural del Sureste: Ser gay en Yucatán (Entrevista a Raúl Rodríguez Ce...
Neoperiodismo Cultural del Sureste: Ser gay en Yucatán (Entrevista a Raúl Rodríguez Ce...: Febrero, 2008 Ricardo E. Tatto Con motivo de su regreso al terruño primordial, la ciudad de Mérida, el escritor Raúl Rodríguez Cetina se p...
sábado, 17 de septiembre de 2011
LA LLAMA DEL AMOR
viernes, 16 de septiembre de 2011
Raúl Rodríguez Cetina (1953-2009)
Recordar a Raúl Rodríguez Cetina (1953-2009) es entrar a la dimensión de la fatalidad, sin ánimo de intentar colocarse en ese ángulo o perspectiva, queramos que no. Se trató de un hombre signado por el dedo del drama existencial. Y decir eso no sólo hace referencia a su persona, sino también a su obra. Vida y obra pocas veces hacen tan hondo doble carril, como en este caso; paralelismo sin igual que parece signado por el mal fario. Conocí a este yucateco, por otro yucateco, también de nombre Raúl, Cáceres Carenzo; y casi de inmediato nos hicimos amigos. Asi fuí conociendo su novelística que, poco a poco, ocupó un lugar importante en la literatura mexicana contemporánea, como bien da cuenta de ello, por ejemplo, John Stubbs Brushwood (1920-2007), en sus estudios sobre la nueva novelística mexicana de los últimos años del siglo XX, especialmente en su libro “La novela hispanoamericana del siglo XX”.
Prácticamente leí todos sus libros. Todos con el dramatismo de su vida personal. Y los leí todos, desde “El desconocido”, pasando por “Alejamiento”, “Flashback”, “Fallaste, corazón”, “Lupe, la canalla”, “Ya viví, ¿ahora qué hago? Corazón de acero”, “Bellas en su abandono”; sólo en el caso de este último libro, citado así por avatares de la memoria, narraciones cortas (cuentos o biografías); pero las demás, novelas, todas, todas, dedicadas una a una por el puño del autor y con la doble dedicatoria a mi persona y a Emiret, mi compañera (por quien siempre tuvo una manifiesta admiración: “¡Cómo te pareces a, Claudia Sheffer”, le decía. Todas sus novelas eran autobiográficas según lo constaté y comprobé en múltiples charlas con Rodríguez Cetina; y su libro de cuentos, más dedicado a su otra afición, la admiración del mundo femenino y sus íconos. Insisto que me hice lector de la obra de RRC, a excepción de “El pasado me condena”, título que festejó conmigo cuando, vía telefónica me dio la noticia de su aparición, en coedición entre el Ayuntamiento de Mérida y Plaza & Valdés, y que me prometió, para lo cual me solicitó por enésima ocasión mi dirección: “pues te la voy a hacer llegar; con otro ejemplar para Cáceres, pues ya ves que él no tiene dirección”, me dijo. Insisto en que sus novelas, desde la primera hasta la última, son libros sacados de sus vivencias personales, desgarradoras, las más de las veces; libros fatales, desde el primero de ellos, hasta el último –“este es más autobiográfico que los demás”, según palabras del propio Raúl.
En “El desconocido” que salió a luz en 1978, por parte de una editora del sureste mexicano, Duncan editores, y reimpreso por Plaza y Valdés apenas en 2008 (y de algún modo reescrito por RRC), se dibuja la sombría semblanza de un niño que es violado por un hombre mayor y empujado por esa experiencia a la prostitución, en Mérida. Es evidente que se trata de una desgarradora confesión del autor sobre su propia experiencia con la doble moral meridana. Eso lo llevó a ser catalogado como parte importante de la literatura gay de nuestro país, al lado de autores tan importantes como Luis Zapata, Alberto Dallal, José Ceballos Maldonado, Miguel Barbachano Ponce y otros, según estudiosos del fenómeno como José Joaquín Blanco, Rodrigo Laguarda y Héctor Carrillo.
“Flashback” (1982), es la segunda de sus obras, en ella se da subrrayadamente cuenta del espíritu contestastario, inconforme, incómodo, siempre enemigo del establecimiento, de RRC.
En “Alejamiento”, que me parece su mejor obra y acaso la única con la que guardó cierto distanciamiento, aparecida en 1987, se cuenta la vida de una poeta suicida. Es acaso la obra más poética de Rodríguez Cetina pues logra convertir la desdicha en un lago de tranquilidad que acaso nos dice en el entrelineado del apego enfermizo de Raúl por el suicidio. Obsesión que lo llevó en más de una ocasión a intentar fugarse por la llamada “puerta falsa”. Era un caso absoluto de depresivo obseso.
Todas sus obras, como lo relatan en muchos de los casos los títulos mismos, están emparentadas con el cine. Al que RRC tenía un especial afecto y afición. Incluso su ritmo narrativo es, declaradamente, cinematográfico como lo reconocieron importantes críticos literarios nacionales, como Héctor Manjarrez, Sara Sefcofich, Vittoria Borsó, René Avilés Fabila, Margo Glantz, Juan Domingo Argûelles e Ignacio Trejo Fuentes, éste último acaso la última persona con quien Rodríguez Cetina bebió unos tragos, según me lo confesó en la última llamada telefónica que yo le hice, pocos días antes de su trágico fallecimiento a causa de un infarto al miocardio, según lo reza el parte médico oficial, fruto de la autopsia que le practicaran luego de haber muerto como un perro callejero, solo y su alma, hasta que los vecinos, extrañados por su ausencia, pero más que nada por el nauseabundo olor que se desprendía de su vivienda, iluminada desde hacía algunos días, dieron parte a la autoridad que descubrió el cadáver de varios días, según lo consignó, en nota periodística de Milenio, el propio Nacho Trejo el lunes 29 de noviembre. De acuerdo con lo indagado: el suceso, la muerte, ocurrió entre el 20 y el 22 de noviembre, aunque el hallazgo se dió hasta el 25 del mismo mes.
“Fallaste corazón” (1990), es la cuarta de sus novelas, con la que conquistó un buen número de lectores y críticas muy favorables. Sigue la brecha trágica; la brecha cetiniana.
“Lupe, la canalla” (1996) es una novela divertida, con fuertes tintes tragicómicos, pues parte de una relación heterosexual de Rodríguez Cetina con una admiradora que, a final de cuentas, llegó a convertirse en su mecenas y después en una auténtica carga existencial, para Raúl. Los que estuvimos cercanos al autor logramos conocer a esta mujer que iba a convertirse en personaje de una de sus obras más discutidas, y acaso menos logradas de este narrador mexicano.
Con “Ya viví, ¿ahora qué hago...”, se rompe una larga cadena de infertilidad que padeció Raúl por años, tantos que el libro aparece hasta, 2004, Acaso explicada por un proceso muy acelerado de deterioro personal, en la salud física, en el ánimo y en la salud mental de este hombre que parece desprendido de las páginas más desdichadas de la literatura mexicana. Y es precisamente su salud personal, el relato central de la novela, el deterioro físico, que en realidad llevó a Raúl a estar internado en un centro hospitalario por más de tres meses, fue el leit motiv de la narración angustiante, desgarradora; la tristeza y la soledad como núcleo de este relato.
La narrativa de Rodríguez Cetina constituye un aporte en el sinuoso y arduo camino en la lucha contra los clichés, el machismo y la deformación ideológica de amplios sectores de la sociedad mexicana. Podría decirse, sin exagerar, que RRC fue siempre un bastión de la lucha contra el provincianismo más chato. Además de militar siempre, con claridad, en el espectro más lúcido y menos discutido de la izquierda nacional. En reiteradas ocasiones escuché de su voz las quejas, sombrías siempre, por la situación económica, política y social de nuestro país. Sin perder por cierto una mínima esperanza que asomaba como una rendija de luz en su expresión porque las cosas cambiaran para mejorar.
No puede soslayarse, desde luego, por aparecer esta nota en las páginas de “La Colmena”, su participación en esta revista de la Universidad Autónoma del Estado de México. Fueron cuatro las aportaciones de Raúl Rodríguez Cetina para esta importante publicación del panorama cultural de la entidad y la nación. 1994, 1995, 1996 y 1997, en ese órden riguroso fueron los años en que RRC aportó sus artículos. La primera aportación de Raúl para “La Colmena” fue una traducción y notas a la misma de un artículo de Isadora Duncan, “Reflexiones después de Moscú” (No. 4, p.p. 25); después vinieron, ahora sí, aportaciones propias: “Antonieta Rivas Mercado, una mujer que puso condiciones al destino” (No. 7, p.p. 4), “Una escritora bella en su abandono” (No. 11, p.p. 14) y “Sensatez y sensibilidad de Charlotte Bronte” (No. 14/15).
Antonio Marquet, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana –UAM-, habla de la obra de Rodríguez Cetina para emparentarla, “por su carácter urbano”, con las tareas periodísticas, más que literarias, que hiciera David García Salinas en los Populibros La Prensa; y lo coloca, ahora sí desde la perspectiva de la literatura con autores como Carlo Coccioli y Salvador Novo, sus predecesores en la mal llamada “novela gay” de la literatura mexicana, en el siglo XX.
También tuvo este autor que se nos ha ido con el año, una larga carrera periodística. Fue del periodismo que Raúl logró sobrevivir siempre, aún en los peores momentos de su perenne crisis económica personal. Fue jefe de redacción de “Primera plana”, colaborador de El Día, El Universal y Por esto!. Y esporádico escriba para otras publicaciones del país y el extranjero.
No debe olvidarse sus tareas de traductor para una empresa privada, ligada a la aviación, en alguna época inicial de su estadía en el Distrito Federal, del que logró hacerse un verdadero “chilango”, pues cuando volvía de Mérida, me contaba que extrañaba “esta pinche ciudad a la que odio pero de la cual no puedo deshacerme ni en sueños”.
Descanse en paz Raúl Rodríguez Cetina. Ya leeremos su último libro, “El pasado me condena” y, si siguen abiertas las puertas de “La Colmena”, aquí mismo lo comentaremos. Cabe decir, como última acotación, que de acuerdo con informes extraoficiales, Plaza y Valdés publicará póstumamente “Turbulencias”.*
jueves, 15 de septiembre de 2011
EMERGENCIAS
Ser poeta no es una ambiciòn mìa,
es mi manera de estar solo.
FERNANDO PESSOA
UNO
Cierren la puerta, corran los pestillos,
que no se transparenten los recuerdos;
apenas llegò arrastràndose la melancolìa
traìa cascabeles en las patas invàlidas
y roncos atardeceres en el pecho.
Cierren la puerta, corran las cortinas,
que no asome el lucero de la dicha pasada;
alguien olvidò un sobre sin destinatario
por la rendija de mi pecho
y ahora gotean mis manos saludos cancelados.
No olviden cerrar las puertas,
pòngale seguro a los suspiros:
no tiene caso recomenzar cenas nunca iniciadas,
ni querer beber de las copas infèrtiles:
aunque llegue la cama con la luna.
Es mejor no asomarse a los espejos,
rematar las puertas de sol,
vender amaneceres al mejor postor
y recomenzar este camino de cencerro sin reses,
de trovador sin canto,
de plañir sin sollozos
que es la vida.
DOS
Tomo un poco de cristalina, lìmpida voz,
del viento tardeado de los àrboles
para, educado, dar gracias al destino;
cuevas son mirador,
làpidas tribuna sempiterna,
àrboles sombra sol
viento pausa certidumbre
duda ensoñaciòn
oscurece:
para antes de dormir:
mirar al Oriente:
maldecirlo todo
antes de entrar a lo impredecible
para siempre.
TRES
Un ocèano interior se vuelve buche de agua;
el oleaje es sonrojo por la inercia perdida;
un alma que nos sueña se embriaga y nos olvida;
pasa el tren de la noche...
¿acaso descarrila?
Escucha bien,
pelele ser:
tràgate, apasionado olvìdate;
un poco de humildad
te volverà al regazo
del paraìso inencontrado.
CUATRO
Acostùmbrate a mirar la noche
porque el olvido es eterno;
serena tu alma en la soledad
porque Dios puede estar en ningùn lado
y entonces, gota a gota,
la mentira y el orgullo de la humanidad
van a chorrear
a crear un ìdolo feroz
como una estalactita
que harà volcanes en el corazòn
e interiores cascadas
hasta anegar la esperanza
y petrificar
todo posible recuerdo.
Acostùmbrate a mirar la noche,
a carecer de horizonte
y a confundir vèrtigos
con amores.
Petrifìcalo todo,
desde cada rincòn de la tarde
para asir la noche
desde el hondo placer
del fango inodoro
de la tristeza.
CINCO
Hace frìo en lo que dices.
Ya no hay eco en tu pecho.
La nada està asomàndose por nuestras azoteas.
Nos ronronea la muerte.
Candados, seguros, botones,
anillos, valen como ceniza
para este humo interior
que es desierto y clamor,
holganza de la compañìa,
temblor por la prisa
e infantil sorpresa,
verde letanìa
por estar cansado
de tanto nacer,
noche y dìa,
como si crecer
fuera lejanìa.
SEIS
La dicha no habla, es muda.
La edad del sol resulta individual;
indivisible es una afirmaciòn,
multiplicables son las negativas:
cuando quieres aprehender al pez
y describirlo:
en tus manos està la red vacìa.
Si cantas por cantar, no tiene caso.
Si te obligas a orar por los amaneceres,
te enseñaràs a vibrar al mediodìa.
Las tardes apenas inician la lecciòn,
cuando improviso: anochece.
Mejor duerme y calla:
la dicha es muda y canta.
La muerte coro y florece.
OCHO
Son silentes los sueños y las pesadillas;
carecen de olor y sabor los buenos recuerdos
y gritas para que te escuchen:
pero aquì no hay nada,
sino desierto.
El cuento ya empezò.
La historia se termina.
La esperanza està flaca,
enferma, en agonìa;
y antes de que te cubras de gloria
exprèsate,
no olvides:
el silencio al final
es la mejor lecciòn
de honor,
color
y hasta sabidurìa.
(DEL LIBRO VAIVÉN, 1998)
(Cuadernos de Malinalco, No. 35; IMC).
es mi manera de estar solo.
FERNANDO PESSOA
UNO
Cierren la puerta, corran los pestillos,
que no se transparenten los recuerdos;
apenas llegò arrastràndose la melancolìa
traìa cascabeles en las patas invàlidas
y roncos atardeceres en el pecho.
Cierren la puerta, corran las cortinas,
que no asome el lucero de la dicha pasada;
alguien olvidò un sobre sin destinatario
por la rendija de mi pecho
y ahora gotean mis manos saludos cancelados.
No olviden cerrar las puertas,
pòngale seguro a los suspiros:
no tiene caso recomenzar cenas nunca iniciadas,
ni querer beber de las copas infèrtiles:
aunque llegue la cama con la luna.
Es mejor no asomarse a los espejos,
rematar las puertas de sol,
vender amaneceres al mejor postor
y recomenzar este camino de cencerro sin reses,
de trovador sin canto,
de plañir sin sollozos
que es la vida.
DOS
Tomo un poco de cristalina, lìmpida voz,
del viento tardeado de los àrboles
para, educado, dar gracias al destino;
cuevas son mirador,
làpidas tribuna sempiterna,
àrboles sombra sol
viento pausa certidumbre
duda ensoñaciòn
oscurece:
para antes de dormir:
mirar al Oriente:
maldecirlo todo
antes de entrar a lo impredecible
para siempre.
TRES
Un ocèano interior se vuelve buche de agua;
el oleaje es sonrojo por la inercia perdida;
un alma que nos sueña se embriaga y nos olvida;
pasa el tren de la noche...
¿acaso descarrila?
Escucha bien,
pelele ser:
tràgate, apasionado olvìdate;
un poco de humildad
te volverà al regazo
del paraìso inencontrado.
CUATRO
Acostùmbrate a mirar la noche
porque el olvido es eterno;
serena tu alma en la soledad
porque Dios puede estar en ningùn lado
y entonces, gota a gota,
la mentira y el orgullo de la humanidad
van a chorrear
a crear un ìdolo feroz
como una estalactita
que harà volcanes en el corazòn
e interiores cascadas
hasta anegar la esperanza
y petrificar
todo posible recuerdo.
Acostùmbrate a mirar la noche,
a carecer de horizonte
y a confundir vèrtigos
con amores.
Petrifìcalo todo,
desde cada rincòn de la tarde
para asir la noche
desde el hondo placer
del fango inodoro
de la tristeza.
CINCO
Hace frìo en lo que dices.
Ya no hay eco en tu pecho.
La nada està asomàndose por nuestras azoteas.
Nos ronronea la muerte.
Candados, seguros, botones,
anillos, valen como ceniza
para este humo interior
que es desierto y clamor,
holganza de la compañìa,
temblor por la prisa
e infantil sorpresa,
verde letanìa
por estar cansado
de tanto nacer,
noche y dìa,
como si crecer
fuera lejanìa.
SEIS
La dicha no habla, es muda.
La edad del sol resulta individual;
indivisible es una afirmaciòn,
multiplicables son las negativas:
cuando quieres aprehender al pez
y describirlo:
en tus manos està la red vacìa.
Si cantas por cantar, no tiene caso.
Si te obligas a orar por los amaneceres,
te enseñaràs a vibrar al mediodìa.
Las tardes apenas inician la lecciòn,
cuando improviso: anochece.
Mejor duerme y calla:
la dicha es muda y canta.
La muerte coro y florece.
OCHO
Son silentes los sueños y las pesadillas;
carecen de olor y sabor los buenos recuerdos
y gritas para que te escuchen:
pero aquì no hay nada,
sino desierto.
El cuento ya empezò.
La historia se termina.
La esperanza està flaca,
enferma, en agonìa;
y antes de que te cubras de gloria
exprèsate,
no olvides:
el silencio al final
es la mejor lecciòn
de honor,
color
y hasta sabidurìa.
(DEL LIBRO VAIVÉN, 1998)
(Cuadernos de Malinalco, No. 35; IMC).
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Elocuencia y Timidez 2 ♥ Por Eileen Ovalle: La Despedida!
Elocuencia y Timidez 2 ♥ Por Eileen Ovalle: La Despedida!: Quizás muera despacio en silencio y a solas, en ese espacio que fue tuyo otrora más hoy es mi sepulcro en vida Quizás lloren las camelias ...
ENTREVISTA A BENJAMÍN ARAUJO
Entrevista de la escritora española, Nieves Marugan Romero a Benjamín AraujoPublicado pors en mayo 17, 2010 en 8:02pmView Blog.1.- Define, de la forma más concreta y sintetizada, quién es Benjamín Araujo
Benjamín Araujo nació el 31 de marzo de 1949. De modo que, acaba de cumplir 61 años. Actualmente, y desde hace 34 años, vive con su esposa Emiret, de 49 años de edad, con quien procreó tres hijos: Venus, Karla y Marte. Benjamín es un hombre sincero; confiado y confiable. Nació en Toluca, estado de México; y ha vivido además de en su suelo nativo en: México, D. F., Querétaro, Texcoco y, esporádicamente por breves temporadas como paseante, prácticamente por toda la República Mexicana. Ha visitado 26 países, amén del propio.
Poeta y escritor. Tiene escritos y publicados 9 libros personales. Alrededor de una veintena de libros colectivos; ha escrito prólogo de alrededor de diez o doce libros más.
Es un hombre feliz y satisfecho. Lo que no quiere decir que sea un conformista.
Ha trabajado en 4 universidades autónomas de México; y ha sido, entre otros cargos, consejero y consultor de varios institutos de cultura mexicanos.
Actualmente trabaja para el Gobierno del estado de México, en la coordinación de Estudios y Proyectos Especiales de la Secretaría de Desarrollo Social.
2.-Qué disfrutas, qué cosas te gustan?
Primero que nada el amor, es lo más maravilloso que existe. Así lo he vivido con mi mujer, Emiret, durante 36 años, 34 de los cuales hemos estado casados. Por otra parte, hay muchas cosas más: La lectura, la música, la amistad; los buenos amigos, escribir y el buen vino.
3.-Qué cosas te disgustan
La mentira, la corrupción y la ignorancia. No soporto la falta de democracia; y me parece terrible la demagogia.
4.-Cuál es tu profesión
Estudié Turismo y Administración Hotelera, porque me gusta mucho viajar, pero me he dedicado (de eso he vivido, con honradez y decoro) a las letras, a la cosa editorial y a a la promoción de la cultura. Por eso, y para eso, he trabajado para cuatro universidades públicas mexicanas (las universidades autónomas: del Estado de México, Chapingo, Querétaro y Metropolitana-Azcapotzalco).
5.-Hasta qué punto tu familia ha influido en tu camino?
Mucho. Sin ellos no hubiera avanzado ni un tramo siquiera. Son mi eje central.
6.-Cuál era tu vocación
Desde siempre: escribir. Eso lo descubrí desde muy pequeño. En amistad (una amistad sui géneris, por la diferencia de edades), con el poeta de Toluca, Heriberto Enríquez, que a la postre tenía 80 años, cuando yo sólo tenía 8.
Resulta que éramos vecinos (pues yo vivía a dos cuadras del Poeta). Él era amigo de mi familia paterna. Y un domingo, en que fuimos a comer a la casa de la abuela Dolores (madre de mi padre), lo conocí, y desde entonces se propuso, con una paciencia de santo, a leerme, todo tipo de literatura universal (adecuada a mi edad; o por lo menos lo que a él le parecía así); y así fue que mis padres, viendo mi interés tan marcado por las letras (o, cuando menos en ese momento, mi admiración y curiosidad por “El Maestro”), tomaron la decisión de incentivarme: si terminaba yo la tarea, podía visitar al profesor Enríquez. Y eso fue convirtiéndose en una costumbre durante por lo menos dos o tres años. Poco tiempo después el Poeta murió.
Sin embargo, yo crecí con esa semilla que, ya en mi adolescencia fue desarrollándose con mucha delicadeza, hasta hacerme, primero, un lector contumaz y, más tarde, hice mis pinitos en la escritura.
7.-Dime tu color y hora del día:
Rojo y jueves.
8.-Tu música preferida, un título
De toda. Let It be, de Beatles.
9.-Por qué/para qué escribes?
Por necesidad. Para comunicarme con mis semejantes. Pero también, por qué no decirlo, para satisfacer mis ansias de lector. Hay ocasiones en que, al no encontrar qué leer, me propongo escribir algo que me satisfaga (afortunadamente, he desarrollado mucho el espíritu autocrítico y casi nunca quedo satisfecho con lo que hago. Por eso se me ha vuelto una obsesión escribir, con la conciencia de que algún día encontraré algo que me conmueva y logre llevarme hacia los demás. No existe en mí, afortunadamente el “ego” sumamente desarrollado con que cuentan muchos escritores que de ese modo logran perder el piso y sentirse autosuficientes. Por eso es que he llegado a la conclusión de que, al menos por el momento, no escribiría mi Autobiografía pues ¿quién soy?, ¿Qué he hecho o escrito de sobresaliente?, ¿qué me hace verme como algo fuera de lo común?
10.-Lo primero que llegue a tu mente al leer:
Acercarme a los demás. Y, casi al mismo tiempo, lograr la perfección. Que desde luego estoy consciente de que no existe. Pero es una aspiración que debemos tener los seres humanos en cualquiera de las actividades a que nos deiquemos.
Amigo=Fidelidad
Esperanza=Dios
Búsqueda=Una larga vida.
Planeta=Venus, Marte…o Tierra.
Libro= “El tambor de hojalata”, de Günter Grass.
Mujer= La perfección humana.
Edad= 61 años.
Crecer= Desarrollarse, trascender. Ser.
Sueño= Descanso. Reparación de la maquinaria humana. (Fábrica de fantasías; cuna de la ficción).
Hijo= Marte. (Venus, Karla, Marte; los tres hijos que procree en órden de “aparición”).
Arte= Buena vibración. Buen gusto. Gozo extremo.
11.-Qué extrañas en tu vida
Nada. Vivo agradecido porque la vida me ha dado tanto. Puedo repetir la canción de Violeta Parra, “Gracias a la Vida”…
12.-Cuál es la meta de vivir
Trascender. Dejar huella. Ser, antes que tener. Buscar la belleza y la bondad; la perfección, aunque sea imposible.
13.-Qué hay en tu interior
Una bullente paz interior.
14.-Tu obra de arte favorita
“Guernica”, de Picasso.
15.-¿En qué lugar te olvidarías del mundo…?
En el cielo.
16.-Define lo importante del ser humano, para ti
Tener una meta. Y darse a los demás.
17.-Qué parte de ti se perdió por el camino?
Tendría que analizar con severidad toda mi vida. No estoy seguro como para contestar; ni me creo preparado para dar una respuesta que me satisfaga.
18.-¿Qué ocurrirá en el 2012…?
Nada particular. Aunque hay que estar muy atentos a las predicciones de los Mayas…
19.-¿Qué te han aportado las redes Ning, Ias redes sociales?
Mucho. En realidad me han permitido ser, y sentirme, ciudadano del mundo. Tener conciencia de ciudadano del siglo XXI. Aunque creo que la llamada “globalización” no es cosa nueva, pues en realidad tenemos varios siglos con la certidumbre de estar en un mundo entrelazado, creo que estas redes han permitido que nos sintamos “vecinos”, “hermanos” del “otro”.
20.-¿Cuales son tus planes de vida?, ¿qué te queda por hacer?
Seguir escribiendo. No dejar de hacerlo hasta que muera. Gozar de la familia. Ver crecer a mis nietos; y, de ser posible, ver lo más adelante que la divinidad me tenga reservado.
21.-¿Qué cosa importante olvidé preguntarte?
Nada. Estoy satisfecho con la entrevista. Creo que nadie me había entrevistado con tal detalle y “con pelos y señales”. Muchas gracias. Y gracias por adelantado a quienes vean esta entrevista.
Benjamín Araujo nació el 31 de marzo de 1949. De modo que, acaba de cumplir 61 años. Actualmente, y desde hace 34 años, vive con su esposa Emiret, de 49 años de edad, con quien procreó tres hijos: Venus, Karla y Marte. Benjamín es un hombre sincero; confiado y confiable. Nació en Toluca, estado de México; y ha vivido además de en su suelo nativo en: México, D. F., Querétaro, Texcoco y, esporádicamente por breves temporadas como paseante, prácticamente por toda la República Mexicana. Ha visitado 26 países, amén del propio.
Poeta y escritor. Tiene escritos y publicados 9 libros personales. Alrededor de una veintena de libros colectivos; ha escrito prólogo de alrededor de diez o doce libros más.
Es un hombre feliz y satisfecho. Lo que no quiere decir que sea un conformista.
Ha trabajado en 4 universidades autónomas de México; y ha sido, entre otros cargos, consejero y consultor de varios institutos de cultura mexicanos.
Actualmente trabaja para el Gobierno del estado de México, en la coordinación de Estudios y Proyectos Especiales de la Secretaría de Desarrollo Social.
2.-Qué disfrutas, qué cosas te gustan?
Primero que nada el amor, es lo más maravilloso que existe. Así lo he vivido con mi mujer, Emiret, durante 36 años, 34 de los cuales hemos estado casados. Por otra parte, hay muchas cosas más: La lectura, la música, la amistad; los buenos amigos, escribir y el buen vino.
3.-Qué cosas te disgustan
La mentira, la corrupción y la ignorancia. No soporto la falta de democracia; y me parece terrible la demagogia.
4.-Cuál es tu profesión
Estudié Turismo y Administración Hotelera, porque me gusta mucho viajar, pero me he dedicado (de eso he vivido, con honradez y decoro) a las letras, a la cosa editorial y a a la promoción de la cultura. Por eso, y para eso, he trabajado para cuatro universidades públicas mexicanas (las universidades autónomas: del Estado de México, Chapingo, Querétaro y Metropolitana-Azcapotzalco).
5.-Hasta qué punto tu familia ha influido en tu camino?
Mucho. Sin ellos no hubiera avanzado ni un tramo siquiera. Son mi eje central.
6.-Cuál era tu vocación
Desde siempre: escribir. Eso lo descubrí desde muy pequeño. En amistad (una amistad sui géneris, por la diferencia de edades), con el poeta de Toluca, Heriberto Enríquez, que a la postre tenía 80 años, cuando yo sólo tenía 8.
Resulta que éramos vecinos (pues yo vivía a dos cuadras del Poeta). Él era amigo de mi familia paterna. Y un domingo, en que fuimos a comer a la casa de la abuela Dolores (madre de mi padre), lo conocí, y desde entonces se propuso, con una paciencia de santo, a leerme, todo tipo de literatura universal (adecuada a mi edad; o por lo menos lo que a él le parecía así); y así fue que mis padres, viendo mi interés tan marcado por las letras (o, cuando menos en ese momento, mi admiración y curiosidad por “El Maestro”), tomaron la decisión de incentivarme: si terminaba yo la tarea, podía visitar al profesor Enríquez. Y eso fue convirtiéndose en una costumbre durante por lo menos dos o tres años. Poco tiempo después el Poeta murió.
Sin embargo, yo crecí con esa semilla que, ya en mi adolescencia fue desarrollándose con mucha delicadeza, hasta hacerme, primero, un lector contumaz y, más tarde, hice mis pinitos en la escritura.
7.-Dime tu color y hora del día:
Rojo y jueves.
8.-Tu música preferida, un título
De toda. Let It be, de Beatles.
9.-Por qué/para qué escribes?
Por necesidad. Para comunicarme con mis semejantes. Pero también, por qué no decirlo, para satisfacer mis ansias de lector. Hay ocasiones en que, al no encontrar qué leer, me propongo escribir algo que me satisfaga (afortunadamente, he desarrollado mucho el espíritu autocrítico y casi nunca quedo satisfecho con lo que hago. Por eso se me ha vuelto una obsesión escribir, con la conciencia de que algún día encontraré algo que me conmueva y logre llevarme hacia los demás. No existe en mí, afortunadamente el “ego” sumamente desarrollado con que cuentan muchos escritores que de ese modo logran perder el piso y sentirse autosuficientes. Por eso es que he llegado a la conclusión de que, al menos por el momento, no escribiría mi Autobiografía pues ¿quién soy?, ¿Qué he hecho o escrito de sobresaliente?, ¿qué me hace verme como algo fuera de lo común?
10.-Lo primero que llegue a tu mente al leer:
Acercarme a los demás. Y, casi al mismo tiempo, lograr la perfección. Que desde luego estoy consciente de que no existe. Pero es una aspiración que debemos tener los seres humanos en cualquiera de las actividades a que nos deiquemos.
Amigo=Fidelidad
Esperanza=Dios
Búsqueda=Una larga vida.
Planeta=Venus, Marte…o Tierra.
Libro= “El tambor de hojalata”, de Günter Grass.
Mujer= La perfección humana.
Edad= 61 años.
Crecer= Desarrollarse, trascender. Ser.
Sueño= Descanso. Reparación de la maquinaria humana. (Fábrica de fantasías; cuna de la ficción).
Hijo= Marte. (Venus, Karla, Marte; los tres hijos que procree en órden de “aparición”).
Arte= Buena vibración. Buen gusto. Gozo extremo.
11.-Qué extrañas en tu vida
Nada. Vivo agradecido porque la vida me ha dado tanto. Puedo repetir la canción de Violeta Parra, “Gracias a la Vida”…
12.-Cuál es la meta de vivir
Trascender. Dejar huella. Ser, antes que tener. Buscar la belleza y la bondad; la perfección, aunque sea imposible.
13.-Qué hay en tu interior
Una bullente paz interior.
14.-Tu obra de arte favorita
“Guernica”, de Picasso.
15.-¿En qué lugar te olvidarías del mundo…?
En el cielo.
16.-Define lo importante del ser humano, para ti
Tener una meta. Y darse a los demás.
17.-Qué parte de ti se perdió por el camino?
Tendría que analizar con severidad toda mi vida. No estoy seguro como para contestar; ni me creo preparado para dar una respuesta que me satisfaga.
18.-¿Qué ocurrirá en el 2012…?
Nada particular. Aunque hay que estar muy atentos a las predicciones de los Mayas…
19.-¿Qué te han aportado las redes Ning, Ias redes sociales?
Mucho. En realidad me han permitido ser, y sentirme, ciudadano del mundo. Tener conciencia de ciudadano del siglo XXI. Aunque creo que la llamada “globalización” no es cosa nueva, pues en realidad tenemos varios siglos con la certidumbre de estar en un mundo entrelazado, creo que estas redes han permitido que nos sintamos “vecinos”, “hermanos” del “otro”.
20.-¿Cuales son tus planes de vida?, ¿qué te queda por hacer?
Seguir escribiendo. No dejar de hacerlo hasta que muera. Gozar de la familia. Ver crecer a mis nietos; y, de ser posible, ver lo más adelante que la divinidad me tenga reservado.
21.-¿Qué cosa importante olvidé preguntarte?
Nada. Estoy satisfecho con la entrevista. Creo que nadie me había entrevistado con tal detalle y “con pelos y señales”. Muchas gracias. Y gracias por adelantado a quienes vean esta entrevista.
martes, 13 de septiembre de 2011
lunes, 12 de septiembre de 2011
domingo, 11 de septiembre de 2011
José Alfredo Mondragón (1956-1990)
La muerte, siempre la muerte. La piedra de escándalo del olvido y del recuerdo. El misterio insondable permanente. La muerte como tema perenne de la poesía. Se muere desde el momento mismo del nacimiento; la agonía humana comienza con el soplo vital iniciador. Existe porque hay vida. El yin y el yang. An verso y reverso del momento que nos puebla. Es probable que no exista escritor alguno que la haya podido esquivar, ni como tema. Dejar de tocarla, en sus preocupaciones creativas, para lo que sea: abrazarla, adorarla, solicitarla, temerle, rehuirle, reconocerle, desconocerle, gritarle, murmurarle...
La muerte, multimanoseada por músicos, pintores, escultores, bailarines, artistas de toda laya y hasta no artistas. Razón de ser de la filosofía de todos los tiempos. Motivo para pensar o escapar.
La muerte, cómo no, fue un tema recurrente en la poesía de José Alfredo Mondragón. Ahora podríamos decir, siempre se dicen esas cosas en retrospectiva, que hubiera parecido que José Alfredo, el poeta que naciera en El Oro, en febrero de 1956, sabía que moriría en uno de sus tantos retornos a Ítaca, el 31 de marzo de 1990. Temprana muerte a los 34 años de edad. ¿Alguna muerte no es prematura? Parecía que lo hubiera sabido por algunos de sus proféticos textos de añoranza adelantada. La palabra es poder que cruza el tiempo:
...Con esta mano
que es más polvo que silencio
puedo asir la luz
incendiar el rostro
que no alcanzo a entender
detener el tiempo y detenerme...
En su primer poemario, Metumbe, de dónde está tomado el anterior texto hay azoro y extrañeza por la ciudad, que pareciera envolver al hombre que la habita en un torbellino, velocidad para des-almarlo, quitarle el alma, arrojarlo a la muerte o recordar, contando las cuentas de alguien que es invocado:
...Inclinada sobre la piedra,
sobre la médula eléctrica de una avenida,
sobre el tronco que se extiende
como una pregunta,
la marea enciende los rumores,
los desborda como puñados de arena
hasta sentir la voz de las vértebras,
la identidad de alguien que recuerda una edad...
Benjamín Araujo
(fragmento)
Del ensayo de Benjamín Araujo Mondragón
"El león en llamas. José Alfredo Mondragón: Obra poética"
(Edición preparada por Marco Aurelio Chavezmaya)
Septiembre de 2006.
Colección: Raíz del hombre.
Instituo Mexiquense de Cultura.
La muerte, multimanoseada por músicos, pintores, escultores, bailarines, artistas de toda laya y hasta no artistas. Razón de ser de la filosofía de todos los tiempos. Motivo para pensar o escapar.
La muerte, cómo no, fue un tema recurrente en la poesía de José Alfredo Mondragón. Ahora podríamos decir, siempre se dicen esas cosas en retrospectiva, que hubiera parecido que José Alfredo, el poeta que naciera en El Oro, en febrero de 1956, sabía que moriría en uno de sus tantos retornos a Ítaca, el 31 de marzo de 1990. Temprana muerte a los 34 años de edad. ¿Alguna muerte no es prematura? Parecía que lo hubiera sabido por algunos de sus proféticos textos de añoranza adelantada. La palabra es poder que cruza el tiempo:
...Con esta mano
que es más polvo que silencio
puedo asir la luz
incendiar el rostro
que no alcanzo a entender
detener el tiempo y detenerme...
En su primer poemario, Metumbe, de dónde está tomado el anterior texto hay azoro y extrañeza por la ciudad, que pareciera envolver al hombre que la habita en un torbellino, velocidad para des-almarlo, quitarle el alma, arrojarlo a la muerte o recordar, contando las cuentas de alguien que es invocado:
...Inclinada sobre la piedra,
sobre la médula eléctrica de una avenida,
sobre el tronco que se extiende
como una pregunta,
la marea enciende los rumores,
los desborda como puñados de arena
hasta sentir la voz de las vértebras,
la identidad de alguien que recuerda una edad...
Benjamín Araujo
(fragmento)
Del ensayo de Benjamín Araujo Mondragón
"El león en llamas. José Alfredo Mondragón: Obra poética"
(Edición preparada por Marco Aurelio Chavezmaya)
Septiembre de 2006.
Colección: Raíz del hombre.
Instituo Mexiquense de Cultura.
sábado, 10 de septiembre de 2011
viernes, 9 de septiembre de 2011
OBSESIÓN POR LOS NÚMEROS
Obsesión por los números;
la numeralia
como una manera
de dar vuelta a la vida:
para no mirarla
de frente,
cara a cara,
cifra a cifra...
con puntos y detalles...
Obsesión o nó,
los números tienen su lenguaje
que asfixia.
Juega a tomarnos
por el cuello,
aprieta hasta ahogarnos...
Los números tienen carácter
y espíritu;
saben de navegaciones,
de batallas,
de cruentas luchas
y de paz total:
como la paz
sepucral del cero...
la numeralia
como una manera
de dar vuelta a la vida:
para no mirarla
de frente,
cara a cara,
cifra a cifra...
con puntos y detalles...
Obsesión o nó,
los números tienen su lenguaje
que asfixia.
Juega a tomarnos
por el cuello,
aprieta hasta ahogarnos...
Los números tienen carácter
y espíritu;
saben de navegaciones,
de batallas,
de cruentas luchas
y de paz total:
como la paz
sepucral del cero...
jueves, 8 de septiembre de 2011
RUECA
Sales como si nada sucediera
cuando amanece
Te escondes tras los destellos
del sol
y en la bruma interna
de tu persona
Arrastras la cobija
y el cuerpo del delito
tu cuerpo
A tanto haberlo habitado
te dices
se ha vuelto sombra raída
luz destroncada
húmeda soledad
viscosa compañía
adjetivo de tercera mano
Transcurre el día
te escurres entre sus horas
y minutos
y segundos
quieres volcarlo todo
para qué
te preguntas
y no tienes respuesta
y te sorprende la noche
más vago
aún más desprendido de todo
que cuando amanece
En la noche te topas contigo
de frente
cara a cara
y te tocas y no te reconoces
adivinas acaso
quién ese ese que te habla
siempre en prima persona
Callas
y no te atreves a salir
cierras puertas ventanas
de las habitaciones
que te conforman
Eres casa vacía
llena de ruidos
y te inventas fantasmas
que moren tus estancias
Te confundes
no sabes bien a bien por qué
pero te sienta
ser ruido o fantasma
ya no tú
casa deshabitada
Todo es irremediable
te anuncias
te repites
das vuelta a la rueca
y la única palabra
fatalidad
acomoda a la vuelta y vuelta
irremediable
te reiteras
La nada está contigo
en noche calurosa
piel a piel
en ese sofocante momento
compartiendo sudores
y delirios
Tu hermana
añorada
inevitable
desde un rincón sonríe
Sabes bien que amanece
y esa rueda
trituradora
de sueños
continúa su vuelta
Otra vez:
sales como si nada sucediera
cuando amanece
te escondes tras los destellos
del sol
y en la bruma intensa
de tu persona
*Del libro Surco de palabras,
1984. Centro Toluqueño de Escritores,
colección becarios.
cuando amanece
Te escondes tras los destellos
del sol
y en la bruma interna
de tu persona
Arrastras la cobija
y el cuerpo del delito
tu cuerpo
A tanto haberlo habitado
te dices
se ha vuelto sombra raída
luz destroncada
húmeda soledad
viscosa compañía
adjetivo de tercera mano
Transcurre el día
te escurres entre sus horas
y minutos
y segundos
quieres volcarlo todo
para qué
te preguntas
y no tienes respuesta
y te sorprende la noche
más vago
aún más desprendido de todo
que cuando amanece
En la noche te topas contigo
de frente
cara a cara
y te tocas y no te reconoces
adivinas acaso
quién ese ese que te habla
siempre en prima persona
Callas
y no te atreves a salir
cierras puertas ventanas
de las habitaciones
que te conforman
Eres casa vacía
llena de ruidos
y te inventas fantasmas
que moren tus estancias
Te confundes
no sabes bien a bien por qué
pero te sienta
ser ruido o fantasma
ya no tú
casa deshabitada
Todo es irremediable
te anuncias
te repites
das vuelta a la rueca
y la única palabra
fatalidad
acomoda a la vuelta y vuelta
irremediable
te reiteras
La nada está contigo
en noche calurosa
piel a piel
en ese sofocante momento
compartiendo sudores
y delirios
Tu hermana
añorada
inevitable
desde un rincón sonríe
Sabes bien que amanece
y esa rueda
trituradora
de sueños
continúa su vuelta
Otra vez:
sales como si nada sucediera
cuando amanece
te escondes tras los destellos
del sol
y en la bruma intensa
de tu persona
*Del libro Surco de palabras,
1984. Centro Toluqueño de Escritores,
colección becarios.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
CRÍTICA DE ANDRÉS MORENO...
Comentario-crítico de Andrés Moreno al poema en prosa "Siempre tras el cristal", de Benjamín A. Araujo M.
Bueno... ¿Por dónde comenzar? Es difícil abordar un comentario a un texto proteico, surrealista y tan bien escriturado como éste. Creo que lo más honesto es dejar que hable el espíritu que acogió las imágenes de esta exposición literaria.
La descripción está tan fuertemente ligada al metalenguaje cinematográfico, que de inmediato dejé de ser un lector para convertirme en un espectador. Lo primero que me produjo fue la sensación de estar ante las primeras tomas de una película dirigida por Stanley Kubrick, con el texto narrado en 'off' por Morgan Freeman.
El tercer y cuarto párrafo son de antología, pues llevan de la mano al ¿espectador? al alimón de unas imágenes que se intermedian, unas a color, otras en blanco/negro, dentro de una película animada que mezcla realidad con ficción, con un efecto de decomposición estructuran entre realidad y ficción muy similar a lo que Tim Burton propuso en el filme Corpse Bride con la que fue candidato al Óscar a la mejor película de animación en 2006.
El quinto y sexto párrafo dan la sensación de una 'salida' del cristal hacia la naturaleza, un tema recurrente en la propuesta literaria del autor con la que nos convoca, siempre con delicado humor y mucho acierto, a re-mirar lo ectópico, lo envolvente al relato, o a los personajes y situaciones que describe, pero con el ingrediente ecológico-cultural.
Finaliza el relato con un 'giro inverso' para ayudar a reubicar al lector con, o más bien 'dentro-de' la percepción surrealista del cristal, con esa sentencia final que es, en sí misma, un punto de inflexión, una propuesta que desde el surrealismo nos propone el autor para analizar el decurso de nuestras vidas y la significación de nuestra presencia en ella:
"La posibilidad de la humanidad se renueva como flor exótica cada trescientos apocalipsis."
Tal vez, solo tal vez, con estos textos de nuestro amigo Benjamín, estamos ante una propuesta literaria singular, que no dudo marca y marcará un hito en la narrativa latinoamericana contemporánea.
Su lector, Andrés
Bueno... ¿Por dónde comenzar? Es difícil abordar un comentario a un texto proteico, surrealista y tan bien escriturado como éste. Creo que lo más honesto es dejar que hable el espíritu que acogió las imágenes de esta exposición literaria.
La descripción está tan fuertemente ligada al metalenguaje cinematográfico, que de inmediato dejé de ser un lector para convertirme en un espectador. Lo primero que me produjo fue la sensación de estar ante las primeras tomas de una película dirigida por Stanley Kubrick, con el texto narrado en 'off' por Morgan Freeman.
El tercer y cuarto párrafo son de antología, pues llevan de la mano al ¿espectador? al alimón de unas imágenes que se intermedian, unas a color, otras en blanco/negro, dentro de una película animada que mezcla realidad con ficción, con un efecto de decomposición estructuran entre realidad y ficción muy similar a lo que Tim Burton propuso en el filme Corpse Bride con la que fue candidato al Óscar a la mejor película de animación en 2006.
El quinto y sexto párrafo dan la sensación de una 'salida' del cristal hacia la naturaleza, un tema recurrente en la propuesta literaria del autor con la que nos convoca, siempre con delicado humor y mucho acierto, a re-mirar lo ectópico, lo envolvente al relato, o a los personajes y situaciones que describe, pero con el ingrediente ecológico-cultural.
Finaliza el relato con un 'giro inverso' para ayudar a reubicar al lector con, o más bien 'dentro-de' la percepción surrealista del cristal, con esa sentencia final que es, en sí misma, un punto de inflexión, una propuesta que desde el surrealismo nos propone el autor para analizar el decurso de nuestras vidas y la significación de nuestra presencia en ella:
"La posibilidad de la humanidad se renueva como flor exótica cada trescientos apocalipsis."
Tal vez, solo tal vez, con estos textos de nuestro amigo Benjamín, estamos ante una propuesta literaria singular, que no dudo marca y marcará un hito en la narrativa latinoamericana contemporánea.
Su lector, Andrés
martes, 6 de septiembre de 2011
Desencuadernado: De otro lado
Desencuadernado: De otro lado: En los breves minutos en que tu amargura se ausenta y quizá sin quererlo me liberas de ser este enfermero roto recupera la luz su ...
ANOCHE, NO DORMÍ
Anoche,
fue la noche
de los resfríos del alma.
Una campana llamó
a panteonar recuerdo;
pero tramposo,
otro timbre interior,
insistente,
quería recordarlo todo,
detalle por detalle.
Mientras eso ocurría
el placer dormitaba,
pero en veces
gritaba
desde el interior
mismo del alma:
como queriendo confiar un secreto.
A tanto sucederse
esa guerra intestina,
el sueño quedó paralizado,
en un rincón
de la noche
como a la espera
de los acontecimientos.
En esa guerra bajo
la alfombra
de los recuerdos;
todo parecía dormitar,
pero nada era cierto.
Lo cierto,
lo único comprobable
y comprobado
fue que no dormí.
Y de ello es espejo
fiel
mi cara,
mi rostro sombrío
y mis ojeras....
fue la noche
de los resfríos del alma.
Una campana llamó
a panteonar recuerdo;
pero tramposo,
otro timbre interior,
insistente,
quería recordarlo todo,
detalle por detalle.
Mientras eso ocurría
el placer dormitaba,
pero en veces
gritaba
desde el interior
mismo del alma:
como queriendo confiar un secreto.
A tanto sucederse
esa guerra intestina,
el sueño quedó paralizado,
en un rincón
de la noche
como a la espera
de los acontecimientos.
En esa guerra bajo
la alfombra
de los recuerdos;
todo parecía dormitar,
pero nada era cierto.
Lo cierto,
lo único comprobable
y comprobado
fue que no dormí.
Y de ello es espejo
fiel
mi cara,
mi rostro sombrío
y mis ojeras....
COSTRAS
Existen muchas costras
muchas capas
muchas cubiertas
que no permiten tocar
la dermis
de nuestras sensibilidades
Tenemos hulla en los ojos
neblina en el tacto
latigazos de malhumor
cuando concurrimos
cada mañana
a vernos en el espejo de los sapos
muchas capas
muchas cubiertas
que no permiten tocar
la dermis
de nuestras sensibilidades
Tenemos hulla en los ojos
neblina en el tacto
latigazos de malhumor
cuando concurrimos
cada mañana
a vernos en el espejo de los sapos
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