Francisco
Ruiz Udiel
Estelí,
Nicaragua - 1977 – 2011
El mar se quedará ciego
A Pablo Hernández
Me hubieras gritado
para que reaccionara
para que tus manos fueran
una bomba de oxígeno
sobre mi pecho.
A Pablo Hernández
Me hubieras gritado
para que reaccionara
para que tus manos fueran
una bomba de oxígeno
sobre mi pecho.
Me hubieras golpeado
en la parte más baja
de mi soledad.
en la parte más baja
de mi soledad.
Hubieras reclamado
mi mirada de niño
que nunca encontraste
pues un día arrojé
mi corazón sobre
los cadáveres de los pájaros
cuando supe que éstos
al presentir su muerte
le arrancaban los ojos a los peces.
mi mirada de niño
que nunca encontraste
pues un día arrojé
mi corazón sobre
los cadáveres de los pájaros
cuando supe que éstos
al presentir su muerte
le arrancaban los ojos a los peces.
Te hubieras atado
dentro de este árbol
que se secó
y cuyo fruto sólo comieron
las mujeres sin nombres
las que devoraron
el desprecio de la noche
y jugaron dados con su sexo.
dentro de este árbol
que se secó
y cuyo fruto sólo comieron
las mujeres sin nombres
las que devoraron
el desprecio de la noche
y jugaron dados con su sexo.
Hubieras hecho tanto
Yo sé
pero de qué hubiera servido
mañana el mar se quedará
ciego para siempre.
Yo sé
pero de qué hubiera servido
mañana el mar se quedará
ciego para siempre.
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