ENTREVISTA
DE PALMIRA ORTIZ
A
BENJAMÍN ARAUJO
1.- ¿Cuál es su origen?
Totalmente mexicano, cuando menos, hasta donde
tengo conocimiento de las últimas cinco generaciones. No obstante conozco (o,
he oído) que tengo tres ramales étnicos: el español, el portugués y el
indígena.
2.- ¿Tiene seudónimo
literario? ¿Cómo lo escogió?
Alguna vez, en el periodismo, sólo en el
periodismo que nunca en el literario, tuve un seudónimo, Engels Luxemburgo (Engels
Luxemburgo; en obvio homenaje a Engels y Rosa Luxemburgo). En la literatura
siempre he escrito con mi nombre; aunque me parecen respetables los escritores
que han usado uno.
3.- ¿Qué edad tenía cuando
comenzó a escribir?
No lo se con certeza. Hasta donde recuerdo, los
10 años, más o menos. Pero de esa época no guardo nada (puras vergüenzas); por
ahí de los 16 años me puse a quemar o tirar a la basura cuanto tenía. Pero le
debo haber conocido la literatura, y enamorarme de ella, a un escritor de mi
tierra.
4.- ¿Cómo fueron sus comienzos
en la literatura?
Mi amistad, muy “sui géneris” por cierto, con
el poeta Heriberto Enríquez (él de 80 años; yo, de apenas 8). Tan especial era
esa relación que yo apuraba las tareas escolares a efecto de que mis padres me
dieran permiso de ir, a dos cuadras de la casa familiar, a la casa del Poeta.
De manera que llegó un tiempo, cuando menos durante 18 meses, en que yo visité
de lunes a viernes al maestro Heriberto, que en esa época vivía con su segunda
esposa (no recuerdo su nombre), en virtud de que había quedado viudo más o
menos a los 50 años.
Fue precisamente Heriberto Enríquez quien me
enseñó a conocer prácticamente a todos los clásicos de la literatura; recuerdo
bien, de esa época a Virgilio, Platón, a Esquilo, a Sófocles, a Cervantes, a Shakespeare,
a Dante Allighieri, a los clásicos infantiles –son muchos, por eso no los
cito-, a Salgari, a Julio Verne (por cierto, ahí supe de la interesante, rica y
muy extensa obra de este autor que a la fecha sigo leyendo y no agoto)…en fin,
a muchos, muchos más, entre ellos a los poetas clásicos de la literatura
mexicana desde Nezahualcóyotl, Sor Juana Inés de la Cruz, Rosario Castellanos,
Gorostiza, Octavio Paz y Enriqueta Ochoa, en
fin, a muchos, muchos más. A ésta última, por cierto, luego tuve la fortuna de conocerla,
tratarla e incluso, estando en Texcoco, trabajando para la Universidad de Chapingo, pude
publicarla. Y, hasta su muerte, tuve el privilegio de seguirme reuniendo con
ella de vez en cuando, en pocas pero memorables ocasiones.
5.- ¿A quién le dedicó su
primer poema?
A mi madre, Guadalupe Mondragón de Araujo, que
acaba de morir en abril de 2009 y nació en 1927. Pero no tengo memoria del
texto, ni guardé el mismo por considerarlo cursi.
6.- ¿Cuál es su mejor poesía?
Todo lo que uno escribe, -diré un lugar común-,
aparece como un hijo. A todos se les quiere; pero no igual. Los estima y
presume por diversas cualidades, atributos o simples anécdotas.
En mi caso es “Emiret”, el poema que más quiero, que lleva el nombre de mi mujer,
con quien he estado casado ya casi por 35 años y que fue concebido cuando
éramos recién-casados y el amor entre nosotros estaba pleno y nuevo; aunque
debo decir, contra los pronósticos de supuestos especialistas que hoy día nos
seguimos amando con la misma fuerza y, me parece lo haremos de ese modo hasta
la muerte.
Y, desde luego, hay muchos otros textos a los
que guardo estima, cariño y preferencia. Incluso puedo decir que hay algunos,
pocos por cierto, de los que me arrepiento haber parido. Pero cuando están
publicados, los textos cobran vida propia y ya no le pertenecen al autor. No
obstante, nunca niego a ninguna de mis obras, pues, insisto, han cobrado vida
desde el momento mismo en que son publicadas.
7.-Cuéntenos tus actividades
como escritor y sus proyectos.
Tengo muchas y bastantes. Respecto a las
actividades como escritor, desde hace 28 años soy miembro del Centro Toluqueño
de Escritores, del que fui uno de los fundadores. Desde 1984 se formalizó mi
aceptación como miembro al ganar una beca del mismo Centro, lo que me permitió
publicar ahí un libro.
Espero seguir escribiendo y publicar, aunque
hace mucho (más de 7 años) en que no aparece un solo libro mío, pues se han
publicado casi una veintena de antologías que me contienen.
Actualmente funjo como consejero del mismo
Centro Toluqueño de Escritores –CTE-, desde diciembre de 2009; cargo que ya
tuve hasta en tres ocasiones anteriores.
8.- ¿Tiene libros publicados?
¿Cuáles son?
En orden de aparición: A propósito (poemario, Universidad Autónoma del Estado de México,
1981); Surco de palabras (poemario,
Centro Toluqueño de Escritores, 1984); Frontera
interior (poemario, Editorial La Tinta del Alcatraz, 1994); Patíbulo de banqueta (cuento, La Tinta
del Alcatraz-Universidad Autónoma del Estado de México, 1994); Vaivén (poesía, Instituto Mexiquense de
Cultura, 1998); Apetencias (poesía, Instituto Mexiquense de Cultura. Colección
Cuadernos de Malinalco No. 35, 1999); Arenas (poesía, Universidad Autónoma de
Guerrero, 2000); Será mi asilo el mar. Biografía de José
María Heredia y Heredia, 1803-1839 (Universidad Autónoma
del Estado de México. Colección: Biografías de Hombres Ilustres del Estado de
México, en dos ediciones 2001 y 2003).
9.- ¿Le gusta más ver
publicados sus versos o recitarlos ante público? ¿Qué es lo que más le gusta de
los recitales?
Desde luego publicados; aunque no me molesta
presentar mi obra en público. De los recitales me gusta cuando el público se
muestra atento, con ansias de escuchar e intervenir.
Me fascina particularmente el público
universitario, seguramente por deformación personal pues he trabajado en cuatro
universidades públicas de México: la Universidad Autónoma del Estado de México,
la Autónoma de Querétaro, la Autónoma Chapingo y la Autónoma
Metropolitana-Azcapotzalco. En ellas me he sentido “como pez en el agua”, pues
el ambiente universitario es un ámbito de libertad y dispuesto siempre a la
creatividad. En estas universidades me desempeñé como editor y promotor
cultural, asunto que me ha llenado de satisfacciones y amigos.
10 .-¿Ha pensado en escribir su
biografía?
No creo ser tan importante para ello. Ni me
gustaría. En dado caso no me molestaría que alguien lo hiciera, aunque tendría
muchas preguntas al respecto, entre otras: ¿por qué lo hace?, ¿para qué?, con
qué sentido y cosas de ese tipo.
11.- ¿Qué es para Usted la
poesía? ¿qué estilo le gusta más
(poesía, prosa, etc.)?
La poesía es la síntesis perfecta para expresar
la belleza a través del lenguaje escrito. La poesía es un marco de referencia
fundamental de la estética en el arte.
De todos los géneros el que más me gusta, y me parece perfecto, es la
poesía, toda vez que tiene muchas cualidades que sería muy largo enumerar. El
poeta es un ser de pocas, pero brillantes, palabras; aunque hay poemas extensos
que son una joya como los escritos por Gorostiza, por Paz, por Mayakovsky, por
Luis Cernuda y Jaime Sabines, entre otros.
12.- ¿Qué puede aportar su
poesía a la sociedad?
Mucho. Toda vez que es la conciencia crítica de
un pueblo. Pero me refiero a la poesía en general. Porque en el caso personal,
tengo clara conciencia de que mi obra todavía no ha logrado nada, o casi nada.
Pese a que ya tengo muchos años (décadas) en esta tarea, al grado de
convertirse en un “suave vicio” u obsesión.
13.- ¿Qué es lo más importante
en la poesía?
Su belleza. Su sonoridad, su musicalidad; y
vuelvo a repetir la posibilidad de resumir en el discurso más breve posible el
más profundo de los mensajes.
14.- ¿Cuáles son sus
escritores y poetisas favoritas? (de los antiguos y de los modernos)
Son muchos. Acaso en cada ocasión repetiría
nombres distintos: Esquilo, Quevedo, Cervantes, Shakespeare, Dostoyevsky, Gorky,
Tolstoi, Sor Juana Inés de la Cruz, San Juan de la Cruz, Marw Twain, Thomas
Mann, Paul Valery, Luis Cernuda, Borges, Carpentier, Efraín Huerta, Jorge Ibargüengoitia,
García Márquez, Josefina Vicens, Enriqueta Ochoa, Dolores Castro, Carlos
Fuentes, José Emilio Pacheco, Pablo Neruda, Juan Rulfo, Julio Cortazar, Thelma
Nava, Alfonso Reyes, Miguel Delibes, Benedetti, Gelman, José Lezama Lima, Carlos
Montemayor, Inés Arredondo, Tristán Tzara, Thomas Stern Eliot, Ezra Pound, Carlos
Pellicer, Esther Seligson, entre otros.
15.- ¿Que poeta le ha
influencia a usted en su literatura?
Muchos. Como ya dije, empezando por Heriberto
Enríquez, mi mentor y amigo; enseguida una gran cantidad entre quienes sólo
citaré a Julio Verne, Juan García Ponce y prácticamente todos los integrantes,
en España, de la llamada “Generación del 27” .
16.- ¿Usted piensa que un
escritor debe ser sentimental?
Sin sentimientos la literatura es infértil; la
literatura vale nada. Pero este tema es una cuerda floja pues fácilmente, sin
percibirlo, se puede caer en el sentimentalismo.
Pero estoy seguro que la literatura tiene como
raíz fundamental los sentimientos. Todo tipo de sentimientos. El hombre y la
obra cumbre ejemplar de la importancia de los sentimientos, a nivel universal,
es sin lugar a titubeos William Shakespeare.
17.- ¿Cómo ve la literatura, y
en particular la poesía, en Latinoamérica? ¿La cultura puede aportar algo a los
cambios que están viviendo sus sociedades?
Soy un convencido de que, por encima de
nuestras condiciones socioeconómicas y políticas, América Latina siempre ha
aportado cosas muy importantes al mundo en la cultura, el arte y la literatura.
Y tengo la esperanza puesta en las nuevas
generaciones que habrán de aportar mucho a las mejores causas del progreso y el
desarrollo de nuestras naciones.
Basta asomarnos a los autores nuevos de este
siglo XXI en nuestros países latinoamericanos para darnos cuenta que somos
privilegiados y que el futuro es nuestro, pues la riqueza y calidad de los
autores nuevos sorprende a todo el mundo.
18.- ¿Qué haría si pudiera
cambiar algo en el apoyo cultural para los nuevos poetas?
En esa hipotética situación movería el mundo.
Pero como no sueño, ni se me ocurre pensar qué podría hacer. Para comenzar
implantaría la sinceridad como una norma; no al pago de impuestos a los
artistas en general. Y becas, muchas becas para los jóvenes poetas.
19.- Para concluir.- ¿qué
consejo le daría a la gente joven que empieza a escribir poesía?
Que nunca se desanimen y escriban y lean, lean
y escriban sin cesar; que pulan su espíritu autocrítico y acumulen
conocimientos en la medida de lo posible. Pues ello servirá para su obra.
Recordar que en literatura es una verdad universal que “el burro no toca la
flauta”; y que sólo con el ejercicio de la escritura se enseña uno a escribir.
El poeta se hace, no nace (aunque, en muchos casos podríamos anotar que hay
casos excepcionales en que el autor nace; pero uno debe hacerse la conciencia
de que esos casos, son eso: excep-cio-nes). La literatura es trabajo más que
inspiración.
20.-Algo que quiera agregar.
Nada, Palmira. Sólo agradecerte que me hayas
incluido en este ciclo de entrevistas; y pedirte una disculpa pues debo decir
que me entregaste las preguntas en noviembre y no te las había respondido hasta
ahora (fines de abril de 2010) por acumulación de trabajo.
Nuevamente gracias; y las gracias extensivas a
los colegas “virtuales” que se han tomado la molestia de ver estas letras.
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