La mujer de Filemón
En la actualidad los cuentos muy cortos tanto infantiles, fantasía o de terror, son los que más buscan las personas, ya que los tiempos actuales, la vida se vive mucho más aprisa que épocas pasadas, por lo cual, cualquier tipo de actividad realizada, no puede tomar algo tan preciado como lo es el tiempo.
Es por ello que ahora les traemos un cuento muy corto, pero no por ello, falto de emoción, esperamos sea de su total agrado: La mujer de Filemón
Filemón Arriaga, era un campesino de costumbres muy antiguas, y huraño en demasía, por lo que no se le conocía relación, con ninguna mujer de la región, empezando a despertar sospechas en cuanto a sus preferencias, de un día para otro, comento a todo conocido, que se había robado a una mujer del poblado más cercano a donde vivía, pero nada era más falso que la realidad.
Filemón compro de la ciudad un maniquí, el cual ponía en la cocina, para que todos vieran que había una mujer en su hogar, en una de esas ocasiones, un jornalero compañero de trabajo de Filemón llego a su casa y al ver que no estaba su amigo, empezó a tocar, y viendo por la ventana al maniquí, se dispuso a desenmascarar a su “Amigo”, pero antes de salir del lugar, la puerta de la casa se abrió, saliendo una fina mano de mujer, la cual lo invitaba a pasar.
Ese fue el último día, que se le vio al hombre, al parecer Filemón, había hecho un pacto con el diablo, para darle vida al maniquí, ante las sospechas de los vecinos, pero este muñeco tenía un apetito insaciable de carne, por lo que los atraía con su estilizada figura, para devorarlos, algo que no pasó desapercibido en la comunidad y decidieron tomar la justicia por sus propias manos, tomando al hombre y a la mujer, para prenderles fuego, a lo que Filemón al arder desapareció abriéndose la tierra, para cumplir con su pacto, y la mujer nunca se quejó, tan solo se derretía, al ser de cera.
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