Alice Munro: Premio Nobel 2014
Los deslumbrantes libros de la autora canadiense acaban de llegar al país. Esta cuentista, de 82 años, era la menos opcionada para llevarse la edición actual del Nobel, pero antes ganó el premio internacional del Booker y, sin embargo, su sencilla y cruda versión de la realidad le valió el aplauso de la crítica internacional.
Por: Catalina Holguín Jaramillo
Republicado, hoy 10 de octubre de 2013, de un artículo de la Revista colombiana Arcadia de 2010
Una mujer empleada en una casa donde un hombre viudo vive solo con su nieta huye a un extremo desolado del país con el papá de la niña en cuestión. La mujer no tiene dinero, el hombre tampoco y además está enfermo. Solo se han visto una vez. El resto del contacto ha sido por medio de cartas que al parecer él ha escrito.
Esa es la trama básica de “Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio”, un cuento simplemente perfecto que toca los temas más representativos de la obra de la autora canadiense Alice Munro, reciente ganadora de la tercera edición del Premio Man Booker International: abandono y escape, los dilemas morales cotidianos y los pequeños fracasos, amor filial, de pareja y entre extraños, todo esto transmitido en un lenguaje aterradoramente sencillo y aparentemente plano. Excepto una novela titulada Lives of Girls and Women, Alice Munro sólo ha escrito cuentos cortos, y es por eso precisamente y porque solo escribe sobre mujeres que uno de los jurados del premio declaró que la probabilidad de que ella ganara era de 16 contra 1.
El nuevo Nobel
El premio Man Booker fue fundado en 1969 por un consorcio empresarial del mismo nombre. Desde entonces, cada año se premia un libro escrito en Gran Bretaña o un país de la comunidad británica de naciones (esto excluye a Estados Unidos), que haya sido postulado por una editorial y que, según el presidente del premio, sir Michael Caine, sea tan bueno al momento de ser elegido así como veinte años después. A pesar de que el premio representa un prestigio inigualable y un incremento en ventas fundamental, “nunca nos hemos propuesto”, dice Sir Caine, “y nunca nos propondremos premiar o crear best sellers. Si ese fuera nuestro propósito, no tendríamos jurados”.
El Man Booker International, el que ganó Munro, es un poco diferente. Primero, este se inauguró en 2005 cuando se galardonó al escritor albano Ismail Kadaré, elegido entre un selecto grupo de finalistas que incluyó a Gabriel García Márquez, Philip Roth, Ian McEwan y John Updike, entre otros. A diferencia del otro Booker, este se entrega cada dos años y los jurados postulan a los autores, a quienes juzgan por su obra completa y sin importar su país de origen.
“Un mundo de conocimiento casi adictivo”
La elección de los jurados del ?Booker, explica sir Michael Caine, busca representatividad de edad, género, nacionalidad y orientación crítica. Así, en esta ocasión, el jurado fue compuesto por el escritor de origen indio Amit Chauduri, el ruso Andrey Kurkov y la norteamericana Jane Smiley, quien ofició como presidenta del grupo. En el discurso de la ceremonia, Smiley se pregunta: “¿Cómo es posible que el anuncio de este premio haya sido muy bien recibido por casi todos los medios? La respuesta es porque todos sabemos que la superficie de la obra de Alice Munro, esa simplicidad y apariencia callada, es engañosa; que bajo esa superficie hay un reservorio de lucidez, un cuerpo de observaciones y un mundo de conocimiento casi adictivo, y una serie de pensamientos de personajes que no nos queremos perder y de eventos que necesitamos comprender”.
Además de ser una valoración inteligente y sensible de la obra de Munro, el discurso de Smiley es un dictamen crucial sobre el estado de la literatura y el papel de la mujer, como escritora y como lectora, en este ámbito. Al escribir sobre mujeres que, por pobres o impotentes que sean, tienen control sobre su propia vida, Munro cuestiona la representación de la mujer en la literatura, proponiendo personajes femeninos capaces de “vivir una vida moral compleja” y usando, además, una forma literaria marginal: el cuento corto. El triunfo de Munro contra todo pronóstico fue un verdadero triunfo de los géneros.
“Ama de casa encuentra tiempo para escribir”
Alice Munro nació en un pueblo remoto de Ontario, Canadá. Fue a la universidad, pero pronto se casó y tuvo tres hijas. Publicó su primer libro de cuentos a los 37 años de edad, después de unos veinte años de trabajo. Desde entonces, no ha dejado de escribir. A sus 78 años, Munro ha publicado 16 libros de cuentos y una novela breve. Cuenta la autora en una entrevista concedida a un diario español que su elección del cuento corto “estaba puramente determinada por el largo de las siestas de mis hijos. Pero después resultó que esa fue la manera en la que aprendí a escribir y ya no pude hacer otra cosa”. No era entonces enteramente falso el titular de un periódico local que, hace muchos años cuando Munro no era muy conocida, anunció: “Ama de casa encuentra tiempo para escribir”.
La literatura de Munro nace y se enfoca en un ambiente doméstico, pero, como las obras de la inglesa Jane Austen, trasciende esa domesticidad. Smiley, certera en su valoración de la obra de Munro, explica la resonancia universal de una serie de cuentos aparentemente enfocados en la vida de unas mujeres: “Descubrimos como lectores que venimos de algún punto en el mapa a miles de millas de distancia de Sowesto [la provincial natal de Munro], que las costumbres y hábitos y pasiones y defensas de los seres humanos que conocemos también son examinadas y reveladas por el escalpelo literario de Alice Munro—emociones reprimidas, apariencias decorosas, excesos sexuales ocultos, resentimientos antiguos: así funciona el mundo, sin importar dónde te encuentres”.
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