miércoles, 10 de diciembre de 2014

LOS ESCRITORES ESTAMOS ATRAPADOS EN NUESTRO TIEMPO: PATRICK MODIANO, Alejandro San Francisco

Premio Nobel de Literatura. Los discursos de los escritores

Este domingo 7 de diciembre Patrick Modiano pronunció su discurso al recibir el Premio Nobel de Literatura. El escritor francés, autor de unaTrilogía de la Ocupación (Barcelona, Anagrama, 2008) y En el café de la juventud perdida(Barcelona, Anagrama, 2012) entre otras obras, siguió una línea trazada por muchos de sus predecesores, al reflexionar sobre la función social del escritor y los temas relacionados con la vocación literaria.

Modiano se definió como "prisionero de su tiempo", al señalar que "un narrador está marcado por la percepción de la época en la que ha nacido y en la que vive". Se trata de un hombre que habla desde la convicción y la experiencia, heredero de una Francia invadida y ocupada por el nacionalsocialismo, triste espectadora de la arbitrariedad y sufriente por la guerra y la derrota. Modiano nació en 1945, cuando la Segunda Guerra Mundial recién acababa, pero en circunstancias en que todavía se sentían las penosas herencias del conflicto.

Quizá por eso Modiano y con él tantos novelistas, hayan decidido recrear y traspasar a la ficción la vida de tantos hombres y mujeres que han enfrentado las dificultades personales y las profundas divisiones sociales, participando de la "constante lucha contra la amnesia y el olvido". No se trata de repetir imágenes o escribir libros de historia, sino de apoyarse en la inmensa potencialidad de las novelas para recoger los fragmentos del pasado y volverlos medios útiles no sólo para la memoria sino también para la literatura.

Hace algún tiempo un libro decidió traspasar algunos de los principales discursos del máximo galardón de la literatura universal: se trata de Los Premios Nobel de Literatura toman la palabra (Barcelona, Navona, 2013). Ahí aparecen las palabras inolvidables de Thomas Mann y William Faulkner, Ernest Hemingway y John Steinbeck, Albert Camus y el chileno Pablo Neruda, los líderes del boom latinoamericano Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, a quienes se suman las figuras de Wislawa Szymborska, José Saramago, J. M. Coetze, Orhan Pamuk, en una selección tan interesante como digna de ser recordada.

Se trata de un libro maravilloso, importante y necesario, que reúne los discursos que pronunciaron estos doce grandes escritores del siglo XX al momento de recibir el Premio Nobel de Literatura. La variedad es importante en el tiempo (todo el siglo XX y comienzos del siglo XXI), en la geografía (europeos, americanos, africanos), con distintas lenguas de origen, tanto poetas como novelistas. Cada uno de ellos tiene su propia vida, su historia y su obra, que en todos los casos culminó con el máximo reconocimiento universal de las letras.

Los discursos, si bien tienen el estilo y características de cada autor, también repiten algunos temas fundamentales. En primer término, hay continuas referencias de contenido autobiográfico, familiares, nacionales, el comienzo de las lecturas. En segundo lugar, se desarrolla una valoración de la literatura y de la propia vocación como escritor, muchas veces surgidas en medio de dificultades o la incomprensión del medio. En tercer término, en los discursos aparecen deslizados o desarrollados comentarios históricos o políticos, juicios de valor, algunos en el contexto de la Guerra Fría u otros momentos cruciales del siglo XX. Finalmente, los textos explican algunas de sus propias obras, alguna lectura que los marcó en la infancia o juventud y la influencia de sus maestros.

En relación a la literatura, resulta clave la comprensión de la escritura como un placer, una vocación, una verdadera pasión que muchas veces debió superar obstáculos muy difíciles, incluso dentro de la familia. Siempre hay un comienzo con historias contadas o leídas, luego escribir lentamente (incluso casi clandestinamente), para terminar ejerciendo un oficio solitario -en esto van coincidiendo varios de los autores- pero hermoso, y que resulta inevitable para quienes han recibido esa maravillosa vocación de escritor. Libros y lecturas, ficciones y escrituras, pasión y cultura, se desenvuelven hasta llegar al máximo reconocimiento de la literatura en el mundo.

Podríamos considerar a los discursos del Premio Nobel como un género literario en sí mismo, una categoría que vale la pena revisar de vez en cuando. Sólo lo pueden desarrollar aquellos afortunados que han recibido el galardón, obviamente, los que han pisado el suelo de Estocolmo o aquellos que han enviado sus textos porque las circunstancias políticas o personales les impiden asistir de cuerpo presente. Si analizamos el contenido de los discursos, podemos ver la continuidad de ciertas tendencias y temas, cuyo resultado siempre es la pasión por la literatura, el amor a la escritura y el repaso de una vida dedicada a ellas.

La misma tendencia se repitió en el caso de Patrick Modiano. El escritor francés concluyó sus palabras volviendo sobre la tarea de escritor. "Pero la vocación del novelista, ante la gran página en blanco del olvido, consiste en hacer resurgir algunas palabras a mitad borradas, como icebergs perdidos a la deriva sobre el océano". Una hermosa metáfora sobre la responsabilidad social de la literatura, en tiempos donde el pasado parece cada vez más ignoto y resulta marcado por el desinterés. Las historias de los novelistas, con lo que tienen de ficción y de libertad, hermosura y creación, puede ser un buen comienzo para volver nuestros ojos a un siglo XX que parece cada vez más lejano.

Comenzar por alguno de los libros de los galardonados con el Premio Nobel puede ser un gran comienzo para volver a vivirlo.

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