.Nada es cierto
Ni estos caminos vencidos
de mi boca,
ni el estallido sonámbulo
de tantas casas
siempre arrinconadas
en el viejo delantal de la distancia.
Y tampoco el poema
ni sus espejismos demasiado rotos
contra cada horizonte.
Así mi padre mira
con su último huracán
de soledades,
ahorcado
en estas palabras que comprende a tientas.
No,no hay nada más oscuro
que esta luz
con todas sus entorpecidas alturas
arrodillándome.
Mentira, vos sabés
que todo brilla desnudo
entre la misma sonrisa de sombras de la tarde,
todo,
hasta el silencio más exacto
que tropieza herido con mis versos.
Y tampoco el poema
con su intención de calcinarse
insolente.
Aquí, en los últimos vagones
de este abandono
que no, que nunca me olvida.
Autora: Narcisa Castro
Del libro LA ÚLTIMA HORA DE LA DISTANCIA
Editorial Universidad de Costa Rica
El 19 de agosto en la madrugada ha muerto nuestra amiga y gran poeta costarricense Narcisa Castro, a los 31 años de edad; le sobreviven cuatro poemarios publicados, cientos de poemas inéditos y un niño de siete años. Por eso comparto en un blog este poema. También está entre sus libros LOS CANTOS DE LILITH, sencillamente maravilloso. >Al regresar esta noche de la vela, cinco poetas amigos nos hemos comprometido en publicar su obra inédita fundamental y además en divulgar su obra ya publicada. También el poeta Albán ha compartido un poema que en esa misma fecha ha escrito como homenaje a la amiga. Y que comparto en esta misma instancia, ahora, con todos ustedes.
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NARCISA CASTRO
Pocas muertes serán
tan interminables como la tuya.
Has muerto sentenciada por la vida.
Todo el polvo esperaba que cayera
Tu sombra de poeta sin orillas.
Luchaste contra todas las sentencias:
la del canto hiriendo en tus heridas,
el ser mujer y amar lo inevitable,
y el poema que Dios
escribió en tu dolor eternamente.
Menuda de silencios como el viento,
con un rictus de niña acongojada,
luchando contra las invencibles
lejanías del hombre.
Y al fin llegó la deseada
y temida transparencia,
y te arrastró hasta el fondo de ti misma
con un golpe de muerte sin raíces.
Ahora todo acabó…
Ay, pero todo empieza
en tus altos poemas
que sí serán tu vida,
más allá del dolor
que aquí culmina…
Laureano Albán
19 de agosto 2011
pOR ÚLTIMO, COMPARTO un poema de mi autoría, homanaje que le hice en vida a esta querida amiga, que nos dejó un poco más solos, hace apenas un día.
A UNA MUJER POEMA
A Narcisa Castro
Yo no sé si la amé,
si la dañé crisálida o la inventé belleza”.
Jorge Charpantier
Es difícil que las mareas
te digan en sueños mis palabras,
avatares dormidos,
ciénagas desterradas con destellos.
Es difícil no amar tu nocturnidad,
aún en las orillas de las madrugadas
que imagino y reconstruyo
por tan solo un indicio.
Soy el mismo truhán que te amó en silencio
un treinta y uno de enero
con tu madre a las espaldas,
con los poemas de púlpito
buscando a tientas el oído atento,
menesterosos.
El mismo inventando transparencias
que la piel incita.
Por eso sangrar de sólo un dedo
o de toda el alma
es lo mismo.
Yo te convoco
para que aparezcas, ataviada,
recóndita o frutal.
Soy el más cobarde de todos tus amantes
y por eso dejo a los amigos
que te busquen hasta herirte o coronarte.
Hoy ante el fuego que vestigian
tus ojos
no me atrevo
a promulgar mi sed
de centinela enamorado.
Por eso
te doy mis manos sin espadas,
dóytelas sin venenos, sin pantanos,
con magnolias el cuello te rodeo,
te doy el abrazo suave en la jornada,
el consuelo ante la muerte inhóspita,
y recibo tu voz de fragua
ardiendo en los metales, las almohadas,
hasta doblar la noche, sola,
desde el dolor más hondo que te hizo
humanamente azul y posesiva.
Azul, azul como la punta de toda llama
inmolada en el amor.
Autor Ronald Bonilla
Del libro LA CIEGA CERTEZA
Ediciones Perspectiva Trascendentalista
Círculo de Poetas Costarricenses, 2005
Nota: este poema fue escrito en el 2002, había conocido a Narcisa en un recital el día de la poesía nacional, 31 de enero, cuando había publicado su primer poemario, su madre le acompañaba, era una chica de 20 años. Nos hicimos amigos y fuimos un grupo de poetas a departir en un bar restaurante, ya sin la mamá.- Ella se apegó a mí como a un padre ante tantos buitres viejos y jóvenes que la quisieron conquistar. De ahí nació nuestra amistad, pocos días después su madre murió por la diabetes descuidada. Ella también padecía la diabetes a, o juvenil. Ante esa muerte, me buscó pues se sentía sola y yo la llevé a los talleres del Círculo de Poetas Costarricenses. También hizo gran amistad con Jorge Charpentier, viejo poeta que moriría por esos años, y se emparejó con el poeta costarricense Cristian Alfredo Solera, con quien tuvo a su hijo Cristian y con quien vivió una tórrida relación de amor y desamor, de encuentros y separaciones. Publicó Vestigios del Fuego, poemario en que le ayudó Jorge y también se lo prologó. Luego con los poemas que llevaba a nuestros talleres escribió LA ÚLTIMA HORA DE LA DISTANCIA, publicada en la Editorial de la Universidad de Costa Rica en el 2006, prologado por Cristian Alfredo y Julieta Dobles. También publicó en forma artesanal con nuestras Ediciones Perspectiva Trascendentalista y prologado por Laureano Albán LOS CANTOS DE LILITH, del que dice este fundador del Movimiento, quien al igual que Charpentier, es Premio Magón de Cultura:
“… es un gran libro testimonial del drama ancestral de la mujer como madre y amante, sin superficialismos de género, basado en la mítica figura de la paradójica Lilith, el cual, en mi concepto, la convierten en una de las más grandes poetas que yo haya leido. Tenía muchos parecidos con Eunice: marginada, frágil, bella y acosada por el machismo, y sobre todo genio, mucho genio creativo. No se lo perdonaron y fue ninguneada, como Eunice, por la mediocracia de nuestra literatura”…
Entre sus títulos inéditos están: De fantasmas y otras ausencias, el cual tallerió conmigo en muchas oportunidades, 2004, y para el que le escribí un prólogo que espero se conserve. De dioses y otras equivocaciones, Todavía es el olvido, Borrador de azahares, Las estaciones del amante, y Tormenta donde ya no estarás. Y hoy sabemos de ASMODEO ENTRE LAS FALDAS DE LA NOCHE, del cual compartimos el poema ODA A PROMETEO. Como ven, era una poeta muy prolífica.
Así que mi poema recoge entonces la mención a Vestigios del Fuego y alude a la vida azaroza que había iniciado con nuestro amigo y compañero Cristian A. Solera, y no puedo negar que aunque abrí el paso para este romance, en muchas ocasiones me sentí atraído y estimulado por su bella amistad. En esa época, no conocía a mi Lucía, quien luego fue también su amiga.
Ayer murió en total desamparo en la madrugada en un cuarto de hospital, se la llevó el cáncer incisivo y la quimioterapia que le destruyó el riñon. Fue a acompañar a su madre, a su amigo Jorge, pero no nos dejó. Sigue entre nosotros con sus poemas nostálgicos, tiernos o brutales.
“Creo que su recuerdo de seguro se agigantará con el tiempo, Como en el caso de Bécquer, que murió casi desconocido, y solo unos pocos amigos asistieron a su sepelio. En este caso estoy totalmente seguro que será igual... igual... igual...”- culmina su nota compartida a los amigos el poeta Albán.
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