martes, 19 de abril de 2016

ENTRE ADÄN Y EVA, Badía Kashagari (Arabia Saudita) (Traducción Ana Muela Sopeña)

ENTRE ADÁN Y EVA

¿No entré en tu vida sin resistencia?
¿O desde el  zenit de mi mente?
¡Puede ser!
¡O quizás desde lo profundo de mi locura!
¡O para escapar de la tumultuosa lluvia!
No.
Más bien, vine desde la serenidad de mis nubes,
Vine para afirmar tu ser.
¡Conoces lo que significa permitirme también ser!
Cuando nos encontramos, yo tuve un motivo.
Tú fuiste las lágrimas y el kohl de mis ojos,
Cuando las evocas, los cometas estallan en verde.
Te ofrecí la humanidad de mi propia mujer interior.
Mientras tú te preocupabas simplemente por la Eva en mí,
Como hace un monje con sus salmos.
Como tú, también yo al principio fui.
Nueve meses permanecí en el útero,
Y nací por alumbramiento.
Yo también llegué con los ojos cerrados.
¡Por qué sería uno de nosotros la víctima!
Yo me preocupé menos cuando nos encontramos
de lo que se ha dicho durante siglos.
Te veneré como a una rama bendecida por la abundancia,
Una canción de amor bullía en las gargantas,
Débil, te llevé durante nueve meses como una pesada carga,
En mí tú fuiste las estaciones y olas en movimiento
¡Dónde está ese Adán como un pájaro legendario
Prefiero el eco de mi voz a su estrangulamiento!
¡Dónde está él, la representación de mis secretos,
Mientras lo incluyo!
Yo me preocupé menos cuando nos encontramos
De quién era el menor, si tú o yo.
Me preocupé incluso menos sobre el engaño de Eva o su fragilidad.
Nada destruirá mi omnipresencia,
Ninguna sustancia como “una” se refiere a mí.
Mi existencia es demostrada por mi voz
Y no simplemente por un lenguaje de género.
Entré a tu vida para cantar tu nombre como un fresco amanecer.
Nada me desalentará,
Ni siquiera una humilde morada en el Harén.
La melodía de tu voz persistirá en mis versos
Como un eco precedido de mis susurros.
Tú, el amanecer de mi principio y el centro de mi conjetura,
Cuando vine a ti, yo conversé conmigo misma,
Y liberé el futuro de las trabas del ayer.
Porque tú, solo, eres mi presente y mi vida por venir,
Y tus ojos son mis campos y mi sol,
Coroné mi reino con la franqueza de compartir contigo,
Así tú puedes ser reencarnado como el principio.
Y el retorno a la tierra de mi fe.
En el libro de mi vida, yo te inscribí para ser,
¡Sabes lo que significa permitirme también ser!
 
Badia Kashgari- Arabia Saudita
Traducción del inglés al español: Ana Muela Sopeña

Badía Kashgari

Nació en una época de transición (años 50) en la ciudad saudí de Taif, donde pasó los primeros años de su vida. Estudió Filología inglesa en la Universidad del Rey Abdul Aziz, situada en la ciudad de Yedda. Después de graduarse, en 1977, asistió a numerosos cursos de inglés y traducción en Estados Unidos, Gran Bretaña y España.

En 1989 pasó a formar parte del equipo directivo de la revista literaria Al-Qáfila, la más antigua del país, perteneciente a la compañía petrolífera Aramco. Fue la primera mujer escritora que accedía a un puesto de estas características. Badía Kashgari ha vivido, por tanto, en una época en la que se han producido cambios radicales y rapidísimos en la sociedad de su país, y ha combinado sus estudios, su trabajo y su labor como escritora con numerosos viajes que la han llevado a recorrer prácticamente todo el mundo, hecho que ha dejado también una profunda huella en su obra.

Ha residido durante siete años en Canadá donde, tras el atentado del 11 de septiembre, abrió un salón literario en la ciudad de Ottawa, en el que literatos árabes y amigos suyos se reunían una vez al mes para realizar sesiones de lectura y recitado de poesía. En estas ocasiones se realizaba siempre una traducción simultánea de los textos literarios de la lengua árabe al inglés, lo que condujo a la autora a iniciarse en la experiencia de publicar textos bilingües. De ahí surgió la idea que se concretó posteriormente en la edición de El loto inalcanzable. Recientemente, instalada de nuevo en Arabia Saudí, ha asistido a sesiones mixtas del club Al-Wa’d al-Zaqafi, en la ciudad de Dammam, foro dirigido por los literatos Husayn Yaffal, Fádil Umrán y Muhammad al-Fawz.  

Su obra se compone de varios poemarios: el primero, de 1995, Cuando florece la arena (Ida azhara al-Raml), (Beirut, 1995); El viaje del espíritu y del tiempo (Masrà al-ruh wa-l-zaman) (Beirut, 1997); The unattainable Lotus (Londres, 2001), Alguno de mis ritos (Shay’ min tuqusi) (Beirut, 2001); A la orilla de nuestra sangre (Alà shati’ min dimaina), (El Cairo, 2004); No estás solo, país mío (Lasta wahidan ya watani), (Beirut, 2009); y Ascesis de mujer (Manásik Unza) (Beirut, 2012). Su obra ha sido objeto de estudios en Arabia Saudí y de lecturas en universidades canadienses. Ha sido traducida al inglés, alemán, danés y español.

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