AMANECIENDO
La luz es un libro de salmos
que abre sus páginas
invocando el nuevo día
Abre y toca la desnudez
de las sombras y objetos
que despiertan sin memoria.
La luz
que en su cantar devora
las cosas hace apenas dormidas:
un guante, un sarape, una promesa…
un vacío de sombras
que ha enterrado el olvido.
Bajo los pasos de la aurora
Que le quita vendas a mi herida
todo es fiesta.
Por los almácigos
por las semillas
en las paredes
por la cocina
En las promesas del nuevo día.
El sol es una naranja
que se abre en gajos de vida
esa vida con sabor a esperanza
que agridulce danza en la pupila.
Por la tarde la tierra de luz se moja
Y cede el paso a una niña
llena de travesuras y risas
que al correr las repartía.
La luz se fue haciendo madura
su voz con cárdeno acento
se colgó de aquella nube
y perdurando en la ternura
me prometió volver mañana
con su risa de alborada
con sus salmos y alabanzas
con su atril de sinfonías.
ROBERTO XUCHITL PEREZ
“POETA ÍNDIGO”
Del libro “Aeronáutica y espacio interior”
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