martes, 12 de abril de 2016

ENTRE PRINCIPIO Y FIN..., Benjamín Adolfo Araujo Mondragón


ENTRE PRINCIPIO Y FIN...


Dos escaleras existen
en el fondo de mi ser;
si por una al descender
me voy hundiendo en el suelo,
por la otra me elevo al cielo.
¡Entre ambas he de escoger!
Al final de la primera
todo es ya serenidad;
se terminó la ansiedad,
pero también la esperanza,
y en implacable alianza
con descarnada verdad,
para siempre se confunden
el helado pensamiento
y la nada. Un desaliento
todo el cerebro ha invadido.

PITA AMOR (1918-2000).




Todos llegamos aquí, para viajar en un túnel;
ese túnel es la vida: sorprendente y efectiva,
luminosa y muy oscura, blanda y dura pero fiel;
resulta serena y pura, muy ágil y muy activa
pero permite ver claro el sabor de toda miel.
Tenemos fe y esperanza cuando la vida comienza,
pero si eso no se aumenta, todo tropieza y se cae;
porque lo que siempre inicia, lo que bien empieza
puede ser fermento o hiel, en este último desván
es cuando todo resbala, se precipita y se cae:
fuerte puede ser el golpe todo depende de dónde
se precipita hacia abajo, puede ser rey o ser conde
pero siempre da trabajo no lograr lo que se sueña
si no se le ponen ganas, cuidado, tiento, inteligencia
y mucha delicadeza, ¡¡¡vaya golpazo que da, aquí
mero en donde todo revuelca, me refiero a la cabeza!!!
Prefiero la torpeza o la locura que el sentimiento vil
de ser esclavo; prefiero ser rebelde y prisionero
que ser manso animal que lame los pies al amo;
es mejor alimento un buen veneno que un mal
pan mal dado o al suelo tirado por quien añora
el poder, y ver a todos en el piso, en el suelo.



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