La Universidad Autónoma del Estado de México rindió esta mañana un merecido y sentido homenaje de cuerpo presente a nuestro Doctor Honoris Causa Leopoldo Flores Valdés; acudió el Gobernador del Estado de México, Doctor Eruviel Ávila Villegas; su esposa, hijos, nietos, familiares, amigos; funcionarios públicos locales, estatales y federales; universitarios; sociedad en general.
Como escribió Carlos Fuentes "qué injusta, qué maldita, qué cabrona, la muerte, que no nos mata a nosotros sino a los que amamos" que nos roba al artista y trata de anular su transitar por nuestra vida. Parece que es ella la que interfiere en la labor del creador en la tierra, pero no es así cuando la construcción está plagada de significados fijos, de la armonía perfecta con el universo.
La posibilidad de la muerte hoy nos atrapa; la que creíamos inalcanzable hoy nos miró. Una vez más volteó a ver a la Perínclita Cumbre atrapando las manos temblorosas y el movimiento incesante del hombre cósmico. Hoy el negro se vuelve verde, el negro se vuelve oro, el negro se vuelve luz. Estamos tristes, estamos nostálgicos, estamos derrumbados.
Hemos perdido al Maestro Leopoldo Flores Valdés, ícono de la cultura, artista con profunda voz humana y libertaria, pintor de genuinas maravillas, creador de ideas, constructor de mundos coloridos y perfectos, amigo generoso, patriarca del color, gigante que se va hacia la luz, porque de ella vino y desde siempre con ella se expresó.
La muerte no es más que una recreación de la vida, para el Doctor Honoris Causa de la UAEM Leopoldo Flores; la muerte hoy se torna un homenaje, un sitial desde donde se admira la infinita esencia del hombre, y se convierte y transfigura en aquello que los genios pueden alcanzar; la más profunda y sublime eternidad.
Hoy la muerte nos arranca el cuerpo físico del artífice del muralismo mexiquense, de un cómplice del creador, de aquel que nos regaló un universo de color, de contraste entre luces y sombras, de conocimiento perpetuo y constante, de participación social, de creación de una obra colectiva.
Es propio reconocer, a quien ha sido coherente con su forma de pensar y de actuar al Gobernador Eruviel Ávila la comunidad verde y oro le agradece todo el esfuerzo personal e institucional que le fue brindado al Maestro Leopoldo Flores; al enterarse que su salud diezmaba, no reparó en gestionar el apoyo médico en diversos hospitales en el país y facilitar el traslado en las Unidades del Grupo de Rescate Aéreo “Relámpagos” a hospitales de gran renombre.
Maestro Leopoldo Flores: no exageramos al decir que tu muerte equivale a la partida de Diego, de Frida, de José Clemente Orozco o Siqueiros, porque tu concepto, tu obra siempre se vio inmersa en el reclamo social, o tomaste tu pincel para decir lo que el pueblo no podía. Hoy será más grande todavía y seguro estarás en la constelación, colgado, meciéndote en los hilos de Ariadna.
Hoy te sobrevive no solo tu familia sino tu comunidad universitaria, con dolor acogemos tu cuerpo y a tus alas infinitas de hombre búho las dejamos abiertas, porque las alas son sagradas y tú con ellas recorrerás el universo.
Hoy tu museo duele, qué lágrimas llorarán tus obras, cómo te extrañarán tus pinceles, tus rodillos, tus caballos que ahora cabalgarán contigo en el infinito; hombre cuervo, te vas a dirigir esa enorme parvada de luz; hombre vitral, en el más profundo sueño de la noche vienes para inaugurar el alba.
Eres el pintor que hizo estremecer el universo y tú decías: “universo, es el vientre infinito donde nace el hombre, universo sin término donde no existe horizonte, horizonte, todos lo sabemos, en el universo no existe horizonte".
¡Viva por siempre Leopoldo Flores Valdés!
Patria Ciencia y Trabajo
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