jueves, 28 de abril de 2016

DESPEDIDA, Felipe Garrido (La Jornada Semanal)

Despedida


Felipe Garrido

Recuerdo que hubo un tiempo en que yo vivía sin preocuparme por tener alguna propiedad, un doctorado, una familia, y fui por el mundo con un par de libros, un cuaderno y un lápiz. Pero pasaron los días y las noches y finalmente sucumbí: busqué cuatro paredes, eché raíces y comencé a llenar el espacio que tenía con objetos y con compañía. Encontré a alguien a quien querer y compré una cama, una mesa, cuatro sillas, un brasero, una guitarra, unos versos, dos hijos. Eso fue el principio. Luego, ya no pude parar; me convertí en una máquina de consumir y fui acumulando todo esto que ahora me rodea: negocios y mansiones que apenas conozco, libros que no he leído, cuadros que no tengo dónde colgar, vinos, viajes, relaciones, otros hijos. Aprendí a codiciar y reuní todo esto que tengo. Ahora que comienzan a aparecer las señales de que voy acercándome al final, lo que sigue es el tiempo de despedirme, de ir perdiendo todo esto que soy.



  

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