MIRANDO AL
HORIZONTE
La mirada no engaña. Es difusa,
imprecisa; cuando la vida escapa, y nada
brilla y aterriza.
La mirada no
engaña. Es muy pobre la posibilidad de recibir un mañana. Puede saber amargo,
mejor es no aceptarla.
Tirar de sus
encantos. Admirar sus recovecos. Alucinar con un ayer muy dulce. No recibir la
acidez del pasado.
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