jueves, 12 de julio de 2012

R E M E M O R A R


REMEMORAR

Es la hora precisa de recordar a quienes ya se fueron;
es hora de la ingrata nostalgia, no grata, pero necesaria
es la hora, sí, la hora, de reconocerá quienes ya se adelantaron
debido a que tocó para ellos la hora de morir.

Busquemos en sus ojos de cadáver, sus recuerdos;
busquemos en su memoria yerta las oportunidades
que no se consiguieron, busquemos, busquemos,
busquemos siempre, paso a paso, busquemos
pues sucede que su huella ha quedado viva,
perenne, en nuestros corazones…

Tendremos que ir a donde nos prometieron
que llegaríamos todos, desde nuestras infancias
y adolescencias cristianas; tendríamos que llegar
para saberlo todo y conocer de las promesas
cumplidas y de los mandatos divinos…

Conocer a ¡la divinidad! Y saber si es correcto
el verbo “conocer” o hay que inventar uno nuevo
que nos muestre lo que deberemos decir
al enfrentar a Eso…

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