La isla del lago
Oh Dios, oh Venus, oh Mercurio, patrón de los ladrones,
Dame a su debido tiempo, te lo ruego, una pequeña tabaquería,
Con las pequeñas cajas brillantes
Apiladas en los estantes con cuidado
Y el suelto fragante tabaco
Y el picado,
Y el brillante Virginia
Suelto en las cajas de brillante vidrio,
Y un par de pesas no muy grasientas,
Y las putas cayendo para una palabra o dos al paso,
Para un chiste picante y arreglarse un poquito el pelo.
Dame a su debido tiempo, te lo ruego, una pequeña tabaquería,
Con las pequeñas cajas brillantes
Apiladas en los estantes con cuidado
Y el suelto fragante tabaco
Y el picado,
Y el brillante Virginia
Suelto en las cajas de brillante vidrio,
Y un par de pesas no muy grasientas,
Y las putas cayendo para una palabra o dos al paso,
Para un chiste picante y arreglarse un poquito el pelo.
Oh Dios, oh Venus, oh Mercurio, patrón de los ladrones,
Concédeme, sí, una pequeña tabaquería
O instálame en cualquier profesión
Salvo en este condenado oficio de escritor,
Donde se necesitan sesos todo el tiempo.
Concédeme, sí, una pequeña tabaquería
O instálame en cualquier profesión
Salvo en este condenado oficio de escritor,
Donde se necesitan sesos todo el tiempo.
Ezra Pound
versión del inglés, Mario Bojórquez
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