Sopa de Ajos (A José Ignacio Restrepo)
No hay guerra más lenta que la interna
José Ignacio Restrepo
Prepara una sopa de ajos
contra los virus del invierno
para los soldados que llevan adelante
la guerra inmóvil, aquella
que los obliga a mantenerse incólumes
en las arcadas del día;
a seguir impertérritos mientras los roza el plumaje
de los furiosos buitres del crepúsculo.
Prepara una sopa de ajos
para la silente y demorada guerra
que deberemos emprender
cuando las coyundas se adentren
en el núcleo redondo de hora tercera.
La noche se interna en la casa
como un ladrón sereno
que atravesara sin esfuerzo mis siete cerraduras.
Te despierto
te susurro que es la hora,
que calces las botas azules y sin suelas
y que salgamos a luchar
con la lentitud de marismas en celo;
que enfrentemos
la carne invisible de la estrella negra
sin movernos
ni un ápice
de los suelos arenosos que se tienden
detrás del esternón.
("No hay guerra más lenta que la interna"
afirma mi hermano
desde el muro de las lejanías).
En el primer brillo de la aurora,
camina siete pasos hacia el frente
y tiéndete desnuda
en la sólida ciénaga
que cuelga del azul.
GOCHO VERSOLARI
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