lunes, 9 de septiembre de 2013

CINCO POEMAS DE THELMA NAVA


8 de septiembre de 2013

Thelma Nava, 5 poemas 5


Jessica Stam y Sabisha, por Peter Lindbergh


Hoy te podría decir que soy un vaso 
de leche tibia para el insomne 
o tal vez que llueve mucho. 
Me pasaría la tarde hablando 
de cosas triviales 
como decir arroz o harina 
o qué bien huelen tus cabellos. 
Si estuvieras aquí 
tal vez, hasta me atrevería 
a decir que te amo. 

(*)



Ilustración de Joshua Petker




 ¿Qué es lo que quieres que te diga 
y adónde he de buscarte 
coral de toda la esperanza terrestre 
con que quiero aferrarme a tu presencia? 
¿Qué voz es ésta que no escucho 
desconocida en mí, de mí nacida, 
qué voz es ésta y con qué labios 
he de acallarla? 

(*) extraídos de ALFORJA POESÍA




Fotografía de Evgeniy Shaman



PARA QUIEN PRETENDA CONOCER A UN POETA
Es difícil conocer el corazón de un poeta.
A primera vista resulta fácil doblegarlo por la 
    vanidad,
ensalzarle y hasta aprenderse de memoria unas 
    cuantas líneas suyas.
Caminar a su lado y sostener el mar con la mirada
hablar de ciudades irreales,
adivinar su amor y sus costumbres,
su vida cotidiana, sus odios y rencores.
Penetrar el secreto de su técnica
llegar a sus orígenes.

Pero ¿quién, bajo la lluvia, es capaz, sabe realmente
    cómo es por dentro ese cuerpo tembloroso, amoroso,
    maldito, blasfemo o perseguido de un poeta?




Fotografía de Peter Lindberg (Marie Sophie Wilson)




VEN

Ayúdame a insertar mi corazón en la tapa de este libro
enciclopedia donde en cualquier momento puedo leerte
manual de fórmulas para ahuyentar la tristeza
ven
ayúdame a olvidarte
a no seguir buscando
la mirada que pusiste en mi rostro
cada minuto diferente
ayúdame a olvidar nuestra hermosa soledad
de animales en celo
si tú me ayudas
te prometo no salir a buscarte en los espejos
o en el fondo de la taza de té.


de El primer animal, 1986







MUJER INCONVENIENTE

Definitivamente no, señora mía,
usted no es la mujer que conviene a su marido.
Carece de imaginación
utiliza el gastado lenguaje de las mujeres de nuestros
    abuelos.
Alterna las visitas a los supermercados con las telenovelas 
y espera con la crema puesta la cuota semanaria del amor. 
Y, sobre todo,
usted no sería capaz de compartir a su marido 
como lo hago yo

tranquila y resignadamente con usted.



Thelma Nava (Ciudad de México, México, 1932)

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