Jalados por caballos...
de fuerza
y no por perros,
cuántas horas de ruta,
cuántas grietas,
cuántas llegadas rasantes,
cuánto cabrón, cuánto pendejo
tropezándose
antes de tomar un frágil descanso,
bajo techo,
para salir a rajársela
a una intemperie
a muchos grados sobre cero,
donde el asfalto puede
hundirse en los temblores,
volverse lodo, ceder al lago
y sacarnos los corazones.
(De Los árboles que poblarán el Ártico, publicado por ERA/UNAM en 2012)
AUTOR de Chilangos: ANTONIO DEL TORO
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