HOMENAJE A HIROSHIMA Y NAGASAKI
DESDE SU OLOR A HORNO Y MALA RACHA
(Del Poemario NO SE LEER PERO ME ESCRIBEN de Carlos Garrido Chalén)
No se leer, pero me escriben
las garzas sobrevivientes de Hiroshima:
en carta vienen volando hacia mi nido
con las palomas pico de oro y azul de Nagasaki.
Vuelan hacia mí en estampida,
mientras el fuego consume la hojarasca.
Me escriben en hiragana y katakana
con su dolor abrevando en sus mortajas.
Me escriben con palabras que no entiendo
que proceden del silencio y de la nada
como ese cigarro que se extingue
presuroso y rendido en la batalla.
Me escriben desde su olor a carne que musita,
vestidas de agua verde y de cucarda.
Vienen tiznadas de explosión, exangües y marchitas
y tengo que entenderlas con el alma.
El Ota me enseña a comportarme
y en su gramática me hablan sus cascadas.
Las asordó el estruendo de la pólvora
e intentan sobrevivir a la redada.
Hay temblor en sus alas y en sus ojos.
Y es de uranio y de plutón
la voz que callan.
.
No sé leer, pero me escriben desde su olor
a horno,
a bomba nuclear y mala racha.
ME ACLIMATO EN EL FRAGOR DE SUS FANTASMAS
(Del Poemario NO SE LEER PERO ME ESCRIBEN de Carlos Garrido Chalén)
No sé leer, pero me escriben,
las palomas mensajeras del ocaso.
Me escriben haciendo señas en el cielo:
y en su agonía mordaz
se afea el alba.
No sé leer
y me embrollo cuando canto
y se emborracha de acertijos mi palabra.
Todo me aturde, y me anonada la tristeza.
y los pájaros de Hiroshima
me llevan a su andada.
¿Qué hay más allá del dolor
de esa estocada cruel e inacabable?.
La respuesta la escriben las torcazas.
Más allá están las cartas nunca leídas del paisaje calcinado,
del espanto de los cuerpos que se agitan
en la canonjía perpleja de la maña.
Y aunque no sé leer
en el idioma de la avifauna
entiendo lo que ellas mecieron en su pesar
convidadas insolentes de la lágrima.
No sé leer, pero discierno
lo que dicen los búhos que se callan
y entiendo por eso aquel gorjeo
que transita en los gansos cuando cantan,
Vienen a verme trayéndome en su tarde
el negro azul, la máchica inmoral
de la masacre.
Y sufro su dolor y a toda la humanidad
que cunde en llanto
y me aclimato en el fragor de sus fantasmas.
LOS PÁJAROS QUE NO HABLAN DE CAPITULACIÓN EN LOS NOGALES
(Del Poemario NO SE LEER PERO ME ESCRIBEN de Carlos Garrido Chalén)
No sé escribir, pero me escriben decapitados
los pájaros de Hokaido y Lamaguchi,
de Kagoyima, Oíta y Toiama.
De Tokio, Totori y Yizuoka.
Se juntan con los de Ehime, Guifu y Fukuyima.
Con los de Ibariki, Hiroyima, Iuate y Miiazaki.
Búhos manchú y patos mandarines,
cucos, gansos blancos y barnaclas.
Todos al unísono: desde Akita y Aoomori,
Juntos desde Niigata, Nagano y Nagasaki.
Son los pájaros que nunca se rindieron
ni hablaron de capitulación
en los nogales.
LA LLUVIA TÓXICA LES MARCHITÓ EL ALMA
(Del Poemario NO SE LEER PERO ME ESCRIBEN de Carlos Garrido Chalén)
El 06 de agosto de 1945 el “Enola Gay”
lanzó sobre Hiroshima un little boy,
de uranio y de pináculo:
un ruido ensordecedor llenó de bramido
las trompetas
y en el cántaro del dolor
se encapotó la llaga.
Una columna de humo gris-morado
salió del berenjenal
(a un millón de grados centígrados infernales)
y en la chinela se afeó la báscula.
El 9 de agosto, a las 11 de la mañana,
el espectáculo de la aniquilación nuclear
se repitió en Nagasaki,
y Kyushu se llenó de aturdimiento:
el bombardero B-29, “Bock’s Car”, lanzó sobre la ciudad el fat boy,
de muerte y de plutonio
y los pájaros
huyeron
vertiginosamente
hacia la nada.
La lluvia tóxica les marchitó el alma.
Carlos Garrido Chalén
Premio Mundial de Literatura "Andrés Bello"
Version Poesía 2009, de Venezuela
Presidente Ejecutivo Fundador de la
Unión Hispanomundial de Escritores. UHE
http://unionhispanomundialdeescritores.ning.com/
Premio Mundial de Literatura "Andrés Bello"
Version Poesía 2009, de Venezuela
Presidente Ejecutivo Fundador de la
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