jueves, 9 de julio de 2015

LA FÁBULA DE ALONDRA Y LOS CANGREJOS MEXICANOS, Macarena Huicochea

Alondra de la Parra. Foto: Daniel Perales (Diario 24 Horas)
Hace unos días publiqué en La Cuarta Pared, mi columna en elDiario 24 Horas, un texto acerca de las injusticias que se cometen en México con la directora de orquesta Alondra de la Parra. A falta de espacio en la misma, me permito mostrar aquí la versión completa y actualizada de la misma:
Una de las frases más célebres del autor y educador afroamericano, Booker T. Washington, señala que “el éxito debe medirse no por la posición a la que una persona ha llegado, sino por el esfuerzo que puso en triunfar”. Y eso es justamente lo que ha logrado la joven directora de orquesta mexicana Alondra de la Parra: éxito. Pero es uno que nadie le ha regalado, sino que ha conseguido a base de tesón, de lucha, de abrir caminos, de romper con estereotipos y de tener que sufrir una serie de ataques infundados en su propio país.
Lo anterior viene al caso porque, al igual que en el cuento de los cangrejos mexicanos – que impiden que quienes quieran triunfar y salir de la mediocridad lo hagan-, tal pareciera que para muchas personas en nuestro país está prohibido, no es correcto y no es posible que una mujer sobresalga, tenga éxito y sea reconocida por sus logros, trátese del ámbito que sea.
Tristemente, el mexicano no está acostumbrado ni a tener éxito ni a lidiar con éste, por lo que cada que alguien logra destacar de inmediato salen a relucir las envidias, los complejos y el sentimiento de que nadie puede tener éxito a menos que haya algo turbio, impropio o corrupto detrás. Para el mexicano, tener éxito por el esfuerzo propio es imposible.
Eso le sigue ocurriendo, de manera incomprensible, absurda e injusta, a De la Parra, particularmente en ese nuevo “sistema judicial” cibernético, lleno de anarquía y falsedades, en el que se han convertido las redes sociales o los blogs personales.
No importa que De la Parra recién haya ofrecido en el Auditorio Nacional un extraordinario espectáculo, en el que dirigió a la Orquesta Filarmónica de las Américas con la musicalización en vivo de uno de los grandes y más complejos musicales de Hollywood, Amor sin Barreras, ni que los casi 10 mil asistentes al mismo la hayan aclamado de pie y se le hayan entregado por completo en recompensa a su talento.
Tampoco importa que lleve años siendo una de las más importantes embajadoras culturales de nuestro país y que lleve la música de nuestra tierra a ser conocida –y reconocida- por diferentes culturas del planeta a través de varias de las mejores orquestas del mismo.
No. Lo que importa es golpear, criticar, desmerecer y señalar, aunque no se tengan argumentos válidos con los cuales sostener las acusaciones. Antes, durante y después del evento en el Auditorio, leí en redes varios comentarios en los que se le criticó y se puso en duda su capacidad como directora, acusándola con un sinfín de inexactitudes y mentiras que se han propagado por el Internet cual si se tratara de un virus.
Entre las más recurrentes, absurdas e insostenibles acusaciones hacia Alondra están las siguientes: “Es una niña rica que se compró su orquesta”; “está apoyada por Televisa, Azcárraga Jean y el gobierno”; “claro, tiene el apoyo de Ocesa”; “como nadie la quiere entonces tiene que comprar sus eventos y presentaciones”; “sus músicos no la quieren y por eso tuvo que formar su propia orquesta”; “es que estuvo casada con uno de los hijos del ex presidente Zedillo”… y mil estupideces más.
Aquí veo dos problemas esenciales. El primero es la total falta de información al respecto de quién es Alondra y lo que ha hecho para llegar a la posición en la que se encuentra. El segundo es la falsedad de las acusaciones. Pero vamos por partes.
No, Alondra de la Parra no es rica, a pesar de que la leyenda urbana diga lo contrario. Quienes hemos seguido su trayectoria sabemos que es una mujer que no es ostentosa, que viaja como cualquiera, sin lujos y que su historia real es más acorde a la de una self made woman que a la de una niña rica que lo tuvo todo en bandeja de plata. Y no, no tengo ningún tipo de relación con ella. La he entrevistado en un par de ocasiones, pero no nos conocemos ni somos amigos.
Ahora bien, en el supuesto caso de que en realidad fuera una mujer con dinero… ¿de cuándo acá tener una posición económica desahogada y tener éxito es pecado? El “problema” de Alondra es que no es profeta en su tierra… o al menos hay un sector, muy radical, que no quiere que lo sea. No es la única, pero en su caso especial tiene varios “pecados” que, en una sociedad machista, misógina y derrotista como en la que tristemente vivimos, son imperdonables: es mujer, es atractiva, es joven, es talentosa y, además, tiene éxito.
Foto: Daniel Perales (Diario 24 Horas)
Foto: Daniel Perales (Diario 24 Horas)
Estoy seguro de que si Alondra fuera rubia y europea, la percepción hacia ella sería muy diferente. Pero no, como se trata de una mujer mexicana, entonces hay que golpear, juzgar y señalar. La realidad es que derribar argumentos tan flojos, incoherentes y sin sentido es muy sencillo, pero sería casi como predicar en el desierto y pedir que sus críticos desarrollen lo que el escritor y filósofo estadounidense Elbert Hubbard señalaba como algo mucho más escaso, fino y raro que el talento: el talento de reconocer a los talentosos.
Sin embargo, expondré algunas respuestas para sus críticos:
  • Si fuera mala, como argumentan, ¿por qué la siguen invitando las mejores orquestas de todo el mundo a trabajar con ellas? Y no sólo la invitan, sino la reinvitan, como la Orquesta de París, la Orquesta de la Radio de Berlín o la Orquesta del Estado de Sao Paulo, donde ha ido no una, sino varias veces y continúa siendo invitada constantemente. ¿Es porque “compra” sus presentaciones? No estamos hablando de México, donde cosas así pueden llegar a ser posibles. Estamos hablando de países como Suiza, Francia, Alemania, Brasil, Canadá, Australia y muchísimos otros en los que la cultura merece un respeto que ni siquiera en México le dan quienes se dedican a la misma.
  • ¿Cómo pudo terminar su carrera, su maestría o cómo pudo haber estado becada si no tenía talento? Alondra recibió la Beca Presser, de The Presser Foundation, con la cual sacó adelante su licenciatura, y después obtuvo la Gabe Wiener Merit Scholarship (que cubre el 100% de colegiatura y sólo se otorga a un estudiante por año en la Manhattan School of Music) para su maestría… pero en México el león cree que todos son de su condición, pues estamos en un país en el que se está acostumbrado a que cualquiera pueda comprar su título.
  • Televisa fue uno de muchos patrocinadores durante los eventos del Bicentenario, y sí, fue sólo uno de los también muchos patrocinadores al inicio de la Orquesta Filarmónica de las Américas (POA), pero el minoritario. Si alguien quiere conocer las finanzas de la POA, las mismas son públicas y están disponibles en Nueva York. Mismo caso para la argumentación de OCESA, pues con dicha empresa jamás ha trabajado. Entonces, ¿dónde está el argumento de que es apoyada fuertemente por estas empresas?
  • ¿Por qué músicos del calibre de Gustavo Dudamel o Plácido Domingo hablan maravillas de ella? ¿Por qué si se buscan críticas o artículos en los que se hable mal de ella en otros países estos son prácticamente inexistentes? ¿Por qué casi la totalidad de las críticas hacia ella provienen de México? ¿Por qué en vez de sumar, restamos? ¿Pruebas? Aquí van algunas: Apoyada por el maestro Enrique Bátiz, quien la invitó a dirigir a la Orquesta Sinfónica del Estado de México (Reforma, 2009); Reseña de su presentación con la OSEM (La Jornada, 2009); Perfil realizado por la revista Gatopardo (2010); Perfil y entrevista de The New York Times (2008); Crítica de su reciente presentación en París, en la prestigiosa publicaciónDiapason (2015); Reseña del diario Le Monde, por su presentación con la Orquesta de París (2013)…
  • Sí, estuvo casada con uno de los hijos del ex presidente Zedillo (cuando ya tenía mucho tiempo de ser eso, ex presidente)… ¿y luego? ¿Eso qué tiene que ver con su talento o con dirigir a una orquesta? Se divorció desde hace tiempo, pero es una argumentación que se sigue utilizando de manera irresponsable.
  • ¿Por qué es el mundo musical mexicano quien mas la critica y golpea? ¿Porque ha logrado lo que muchos quisieran? ¿Por qué fuera de nuestras fronteras se le reconoce menos aquí? Tristemente, las críticas despiadadas hacia De la Parra y su trabajo provienen de músicos mexicanos, no de otras partes del mundo.
Foto: Daniel Perales (Diario 24 Horas)
Foto: Daniel Perales (Diario 24 Horas)
Pero no es de extrañar. Historias de mexicanos que se han tenido que ir fuera del país para triunfar son muchas, desde Guillermo González Camarena hasta Alejandro González Iñárritu, pasando por Salma Hayek, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y muchos más a, quienes, en el colmo del egoísmo, también se les ha criticado a pesar de ganar Oscares y otros reconocimientos . El mexicano simple y sencillamente no puede aceptar el éxito ajeno.
Cuando Iñárritu, Cuarón y Del Toro comenzaron a tener éxito fuera de México, se dijeron cosas parecidas a las de Alondra, con la intención de menoscabar lo que les estaba ocurriendo: “Claro, es que Del Toro era de familia rica y por eso se fue”; “Iñárritu es producto de Televisa y por eso ha tenido apoyo”; “Cuarón ya no hace películas en México”; “Salma debe estar apadrinada por alguien o se debe acostar con alguien para que le hagan caso, porque no tiene talento”… y así me podría seguir.
Pero bien lo dijo J. K. Rowling, creadora de Harry Potter: “La grandeza inspira envidia. La envidia engendra rencor. Y el rencor genera mentiras”.
Lo que sí es un hecho, pésele a quien le pese, es que Alondra de la Parra se ha convertido, con todo merecimiento, en una de las mejores cartas que tenemos como país para darle otra cara de México al mundo que no sea la de la corrupción, los asesinatos, las tranzas, los dispendios y mil cosas más. Alondra sencillamente es de esas mujeres que se convierten en todo un ejemplo a seguir, ya sea por su tesón, su talento, su belleza y, sobre todo, por romper esquemas en una profesión que, aparentemente, estaba destinada sólo para hombres.
Con sólo 34 años, se ha dado a la gran tarea de poner en el oído de todo el mundo la obra de los grandes compositores latinos, como José Pablo Moncayo, Silvestre Revueltas, Joaquín Rodrigo, Heitor Villa-Lobos, Yamandu Costa o Arturo Márquez, entre muchos otros, y lo ha logrado con creces respaldada por su enorme talento, su innegable carisma y su llamativo estilo a la hora de tomar la batuta con varias de las mejores orquestas del mundo.
Y lograr lo que presentó Alondra en el Auditorio no es tarea sencilla. Los que hemos estudiado música o algún instrumento (quien esto escribe estudió piano por muchos años), y hemos seguido la trayectoria de grandes directores como Von Karajan, Ozawa, Bernstein, Bátiz, Diemecke o de compositores como Williams, Silvestri, Morricone o Giacchino, sabemos de la complejidad lírica y orquestal que representa Amor sin Barreras, que maneja diversos ritmos, tempos y tritonos, entre muchos otros elementos.
Vibrante, emotiva y carismática, De la Parra y sus músicos ofrecieron el pasado 1 de julio en el Auditorio Nacional un espectáculo que representó, a la perfección, lo que el gran Leonard Bernstein, creador del score del filme, expresó en alguna ocasión en relación a lo que hace a un artista ser eso, un artista:
“La clave para entender el misterio de un gran artista es que, por razones desconocidas, éste entregará su energía y su vida sólo para asegurarse de que una nota siga a la otra… y nos dejará con el sentimiento de que algo está bien en el mundo”. Y lo vivido la noche del 1 de julio, en el Auditorio Nacional, fue sólo una pequeña muestra de ello. Gracias, Alondra, por tu talento y entrega.
NOTIMEX/FOTO/PEDRO SÁNCHEZ/PSM/ACE/

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