lunes, 21 de noviembre de 2016

EXTINCIÓN; Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

EXTINCIÓN
No me muero de amor.
Muero por verte
clavada, aquí, en mi cama
y entregada a mi sin prisas
ni retobos; no me muero,
mi amor; no, no me muero,
pero si ya no estás me seco
como una planta que nunca
hayan regado, la lluvia
de mis lágrimas, no consigue
calmar mi seco suelo y...
muero, simplemente, no crezco:
¡me extingo sin tus besos!

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