sus dedos, uno a uno, austeramente, casi todos los días, y luego se dormían abrazados, amantes. Nunca hablaban de amor, se les perdió la voz con tanta guerra
EL AMOR MUDO- JOSÉ LUIS ZÚÑIGA
Ayer cayó una lluvia que desgajaba la penuria
y traspasaba de espinas húmedas mis pies
descalza y extraviada en la noche, oí su canto
¿En qué lugar del fuego su brazo me detuvo
y saltando los abismos, dispuso su corcel?
sus brazos me tomaron con la fuerza de un ángel
y la lumbre de sus ojos valientes
rizó mi pelo rubio de salvaje amanecer.
Era un amante de jade que venía de los tiempos
en un hilván de ciudades y espejos y cenizas
y en un tálamo níveo fuimos tea de ensueño
donde vértebra a vértebra fue ardiente melodía
un estallido de lava incontenible entre las manos.
Genuflexo, en la amaranta boca , era poesía
una nave nodriza libre de perturbaciones y pecados
que se balanceaba en lo infinito de su ínsula sedienta
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