lunes, 14 de julio de 2014

LA VERDAD, Benjamín A. Araujo Mondragón


He de decir verdades, aunque sangren las piedras;
he de poner las cosas en su sitio aunque perdamos
equilibrios y disparidades: he de decir verdades
le pese a quien le pese; a costa de lo que sea
y lo que sea que suene: ¡y suene duro!
La verdad cuesta muy cara en primavera
mal se compra en invierno y se pierde
en otoño y en verano, en cambio, muy
en cambio la mentira es una enredadera
de la que nacen largos brazos y tupido
muy tupido follaje: verde es el color
de la verdad y verde de la mentira
por eso hay confusión en las cabezas
y enredaderas en los corazones.
Nacen, todos los días, las esperanzas
y reverdecen nuestros corazones;
nacen todos los días nuevas criaturas
y hay nuevos jardines con esperanzas
en sus fragilidades y en sus rudezas...
Tiene fragilidad en las miradas y temor en los huesos;
el futuro se espanta, se esconde debajo de los cierzos
y todos tiritamos ante el viento de agosto y ante
las tempestades que arrastran presagios y fríos vientos.

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