martes, 22 de julio de 2014

"LEER EN EL RETRETE", Jorge Casillas

LIBROS / NOVEDADES

«Leer en el retrete», la versión inédita e irreverente de Henry Miller

Día 22/07/2014 - 15.24h
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En un libro desconocido hasta el momento, la editorial Navona recupera un monólogo del escritor estadounidense lleno de afirmaciones ácidas y reflexiones sobre el hábito de la lectura

«Hay un montón de personas –y no todas están en un manicomio– que ponen en duda la inteligencia de su propio organismo». Este es el comienzo de una de las reflexiones más ácidas de Henry Miller en«Leer en el retrete» (Navona), una obra inédita que repasa este extraño hábito de algunos aficionados a la lectura.
«[Hay quienes] contemplan las exigencias del cuerpo como una pérdida de tiempo», dice Miller en relación a aquellos lectores que no pueden evitar llevar sus lecturas al cuarto de baño. Manifiestamente en contra de esta costumbre, el escritor arremete contra ellos en este monólogo inédito de 50 páginas: «¿A qué dedican su tiempo, entonces, esos seres superiores? ¿Se entregan por completo al servicio de la humanidad? ¿Acaso lo que les impide encontrar sentido al tiempo que dedicamos a comer, beber, dormir y defecar es la gran cantidad de "buenas obras" que quedan por hacer?»
«Leer en el retrete», la versión inédita e irreverente de Henry Miller
En contra de lo que pudiera parecer, «Leer en el retrete» no es un ejercicio de escatología literaria, sino un compendio de reflexiones interesantes sobre el hábito de la lectura. En una de sus páginas, Miller se atreve a enumerar lascinco razones por las que la gente lee. En primer lugar, dice, «para alejarnos de nosotros mismos», sin añadir nada más. Luego sigue: «dos, para armarnos de peligros reales e imaginarios; tres, mantenernos al nivel de nuestros vecinos o impresionarlos, que lo mismo es; cuatro, para saber qué está pasando en el mundo; cinco, para pasarlo bien, obtener un estímulo que nos permitirá una actividad mayor y más elevada y una existencia más rica».
Casi para concluir con su monólogo, Henry Miller se lanza con una nueva reflexión, igualmente incisiva que la anteriores. «La diferencia entre la gente que se encierra en el retrete para leer, rezar o meditar, y la que sólo acude al mismo para cumplir con sus funciones, es que los primeros siempre se encuentran con algún asunto pendiente y los segundos siempre están listos para la jugada siguiente».

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