martes, 24 de junio de 2014

COMO SI NADA, Norma Segades-Manias


COMO SI NADA. (Libro Réquiem por los pájaros)

Creer en las palabras de esta chica es una afrenta grave.
Ya el planteo no es más que una burda mentira.
Una falta absoluta de respeto contra el estatus de mis defendidos. Cuyo único delito ha sido incurrir en el uso milenario de pagar por un sexo consensuado.
Ellos no necesitan practicar el chineo.
El dinero les sobra para comprar favores cuando la urgencia así lo determine.
Trataron de escapar porque temían que no creyeran sus explicaciones.
Que malinterpretaran los motivos que los llevaron hasta la reserva.
Que confundieran hábitos carnales con violencia, barbarie, salvajismo…
Con ejercer poder sobre las hembras.
¡Cómo iban a abusar de una chinita a quien ven abatida por el hambre, por la pobreza y las enfermedades!
Solamente deténgase a mirarlos.
Ejemplares perfectos del trabajo en gimnasio.
Con sus pieles tan blancas y sus suaves cabellos y el aroma a lavanda.
Los mejores promedios de su clase.
De confesión y comunión periódica.
De conducta intachable.
Formales, obedientes y bien disciplinados.
¿Por qué oculto motivo saldrían a la siesta en busca de estas niñas aborígenes para tomarlas contra sus deseos, cuando cualquier mujer se sentiría dispuesta a bien-amarlos?
Esto es lo que ha logrado la mudanza de roles en una sociedad como la nuestra.
Que cualquiera se atreva a presentar denuncias contra gente de bien.
Contra familias de vida irreprochable.
Y que hasta se aventuren a cuestionar conductas, métodos, testimonios, de quienes atendieron a la niña en un primer momento.
Tildando de indolentes, de discriminatorios, de negligentes, sus comportamientos.
Sólo porque restaron importancia a un hecho repetido hasta el hartazgo. Costumbres ancestrales que nos llegan desde el principio mismo de los tiempos y al que todos estamos habituados.
Me parece mentira que hayan privilegiado las voces de los otros.
La breve historia clínica ofrecida por el dudoso aval de un dispensario.
El reporte inicial de los forenses.
Testimonios absurdos de terceros integrantes de una etnia resentida.
Y hasta la impertinencia de esa niña toba que ha demostrado una intención aviesa contra los demandados.
Mirándolos de frente.
Sin vergüenza.
Sin piedad.
Sin pesar.
Sin sentimiento.
Seis años en prisión ya confirmados.

Y ella sin inmutarse.

NORMA SEGADES-MANIAS

No hay comentarios:

Publicar un comentario