“Creación bajo el volcán” de Ricardo Venegas
El poeta mexicano Sergio Mondragón reseña este libro de entrevistas a creadores que nacieron o viven en Morelos, México, en un título que sugiere por cierto a Malcolm Lowry.
Creación bajo el volcán, de Ricardo Venegas.
Sergio Mondragón
Ricardo Venegas logró crear la confianza suficiente entre él y sus entrevistados para que se explayaran y dijeran las cosas importantes que se encuentran en este espléndido libro y que atañen tanto al ámbito estricto de la creación artística y los artistas y escritores, como al lector y al interés público. Dice con toda razón René Avilés Favila en el prólogo que escribió para “Creación bajo el volcán”: Ricardo Venegas…“sabe entrevistar, no abruma a su entrevistado con preguntas de tipo general… y sabe que deberá interrogar con conocimiento de causa… hace las preguntas de un periodista culto que ha analizado a los personajes y ha hecho las preguntas adecuadas para asegurarse de que las respuestas sean igualmente lúcidas”.
Y así es. En la entrevista que le hace a Eduardo del Río, Rius, y luego de que el caricaturista ha hecho la afirmación de que televisa y tv azteca son en realidad los verdaderos gobernantes y las deseducadoras y desinformadoras del pueblo de México, Venegas le pregunta a continuación: “¿Dónde comienza la responsabilidad de un lector de formarse a sí mismo y dónde la de las instituciones educativas de brindar ese apoyo?” En otra parte del libro y en su diálogo con Rocío Barrionuevo, autora que ha llevado a cabo una notable investigación sobre el erotismo y la espiritualidad, le pregunta: “Parecen caminos distintos, pero se antoja preguntarte ¿es más poderoso el sexo que la búsqueda espiritual?” a lo que Barrionuevo responde: “No creo que uno sea más poderoso que la otra. Ni tampoco creo que sean caminos diferentes… la espiritualidad tal vez no sea otra cosa que un entrenamiento diario y apasionante para establecer contacto con nuestro ser interior. Para mí, la auténtica búsqueda espiritual no es una huida del mundo real, sino una práctica que nos conduce a experimentar y vivir lo que realmente somos, por lo que un aspecto tan importante en nuestra vida como lo es la práctica de la sexualidad, también forma parte de esa búsqueda”.
Entre los artistas plásticos entrevista también a Rafael Cauduro, el que ante la pregunta de Venegas: ¿En qué momento te encuentras como creador?, responde: “Estoy en un impasse, retomando una serie de obras tituladas Nacionales de México, una compañía emblemática que es la de los ferrocarriles, actualmente en quiebra. Todas esas máquinas están en los tiraderos, pudriéndose, son hermosísimas. Me siento igual que ellas, soy un nacional de México, siento que estamos en un país que se está quebrando, tenemos un sentimiento de que nos estamos arruinando; nunca creí que el país iba a llegar a esta circunstancia”; y más adelante afirma Cauduro: “Creo que estamos secuestrados por la avaricia, por el arrebato; parece como si se hubiera roto la piñata y todos se estuvieran arrebatando el relleno. No hay siquiera el político que piense en hacer bien su trabajo, sino en estar en el presupuesto, nada más… es absurdo ver que la economía no corresponda al tamaño del territorio… el PAN era un partido que siempre estaba en la oposición; yo me los imaginaba como profesionistas, pero resultaron unos patanes peores (hay el mismo número de diputados en Morelos que en Texas)”.
El libro, las preguntas del entrevistador, y muchas de las opiniones de los entrevistados, tienen en general un tono de crítica a un estado de cosas, ante el cual Cauduro concluye: “verdaderamente creo que no es momento de celebrar”.
Al poeta Javier Sicilia, lo aborda el entrevistador desde el ángulo de la poesía religiosa. Dice Sicilia: “El objetivo de toda poesía es profundamente espiritual, no sólo con elementos bíblicos, sino con elementos religiosos y espirituales, y creo que toda poesía los tiene; es, valga la redundancia, espiritual. Creo… que la misión de todo arte es elevar la conciencia espiritual de los hombres”. Al hablar de la relativa marginación que ha tenido la poesía religiosa entre nosotros, debido sobre todo al terrible jacobinismo que ha imperado en México, dice Sicilia: “…la jerarquía de la Iglesia Católica Mexicana es muy inculta y ha visto siempre con desdén al arte. Ha olvidado que las mayores expresiones del misterio de Dios en su Iglesia, después de los santos, se encuentran en el arte. La liturgia, por ejemplo, es arte y ésta en nuestro país se ha relajado de forma penosa y alarmante”. Y le pide a su entrevistador: “Escucha solamente los cantitos de las misas dominicales, que son una mezcla de la rondalla de Saltillo con el peor Enrique Guzmán y los jingles de Coca-cola, o los santitos de yeso que pueblan el interior de los templos, por no hablar de la arquitectura religiosa. Eso puede dar una idea de la incultura que por desgracia hay en nuestra iglesia. ¿Qué tiene que ver todo eso con la marea de fuego del espíritu que ha producido obras como las de Bach, Massacchio, del padre Ponce, cuyos poemas podrían ser adoptados por la liturgia mexicana? Lo kitsch, por desgracia, se ha ido apoderando del misterio”. En otra parte de la entrevista dice Sicilia: “Nunca me he considerado un escritor sui géneris. Mi compromiso, como el de cualquier artista que se respete y respete el infinito misterio del arte y de la vida, es ser sincero en mis actos y en mi obra y escribir y vivir lo mejor que puedo, en acuerdo con el universo que descubro en mí y en mi tradición”.
Pero Ricardo Venegas es un personaje que va mucho más allá de ejercer el oficio de entrevistador literario. Es, él mismo, un poeta importante de las letras mexicanas. Su libro de poemas “Turba de sonidos” le hizo acreedor al Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta 2008, mismo con el que se reconoce, además de la calidad del libro, el trabajo del autor en el campo de las letras, que en este caso y a sus 37 años, tenía ya siete libros de poesía publicados, había sido incluido en una decena de antologías de poesía y había destacado por su frecuente colaboración en numerosos medios como periodista cultural. Es, así mismo, creador y director de una revista literaria y de un sello editorial. Su fidelidad de toda la vida al ejercicio literario y su talento indiscutible le han posibilitado crear este interesante libro que mucho aporta al conocimiento de nuestras letras y nuestras artes y nuestra vida política y social: en el diálogo que sostiene Venegas con José Agustín, autor de las novelas ya clásicas “La tumba”, y “De perfil”, éste responde a la pregunta “¿qué opinión te merece nuestra tragicomedia?” “Hijo… es un horror, este país no aprende al parecer, ya tuvimos un 68, un movimiento estudiantil importante y pues ha regresado|el PRI, no es creíble”.
Termino con la lectura de estos poemas de Ricardo Venegas que nos dan idea del mundo poético en que escribe este poeta: “Un dominio de valles nos arrastra, / seguimos en la infancia, / en patios de la casa, / un parpadeo de Dios / y estamos lejos, / en otro suelo, / en otro tiempo / sin saberlo.”
“¿Quién hallará sentido al viaje? / Abro mis manos / y escurre el viento / hacia otro instante. / ¿Qué tienes en las manos / que no sea fugitivo?”
“Busqué mi perla / y fui colmado por la luz del mar. / Hay tanto alrededor / que desconozco…”
Sergio Mondragón
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