lunes, 7 de julio de 2014

DESAZÓN, Alfonso Sánchez Arteche

DESAZÓN

Hay días en que llueve
con todo,
de todo,
para todos.
En el desierto
y en el pantano es diferente
que en el sediento surco.
A corazón abierto
sólo gotas de mar son lluvia
cuando no temporal de sal indisoluble.
El llanto deja costras
que cicatrizan en la piel,
nunca en la sed maltrecha del doliente.
Hay días en que el pesar se encharca
y no hay cómo secarlo.
Hay días en que uno desearía
dormir bajo la arena
y no sentir más que las gotas que se infiltran
con sus húmedos dedos de consuelo.

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