En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar, ardiente, honesto, enciende el corazón y lo refrena; |
Y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto, por el hermoso cuello, blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena; |
Coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto, antes que el tiempo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. |
Marchitará la rosa el viento helado, todo lo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre. |
Garcilaso de la Vega |
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