miércoles, 5 de noviembre de 2014

SALVACIÓN DE TUS MUSLOS, Ronald Bonilla

Casi nadie acoge desnuda a la palabra,
sombra del guijarro que a veces llueve
con la lámpara impropia.
Sí, casi nadie
se desviste en la rapaz penumbra del olvido.
Viene la cuerda tensa
y se desgarra en el viento la piel de la culebra.
Casi nadie te atropella y pasas...,
vendaval del alma que te sueña,
coloquio abierto a la oreja crispada
que en los muslos origina su orilla.
Casi nadie te pregunta por su muerte,
alhelíes despojados de su pozo recóndito.
Ya no más el abismo debería sangrarnos...
Ya no más... qué descuido en mis labios
si no besan tu sombra
a veces inmolada.
Casi nadie te tiene tan desnuda, palabra,
y se aperpleja cuando subes con todos tus cabellos
y me agredes de cielos inconclusos...
Casi nadie me extraña en esta tarde.
Solo zumba el silencio con las voces extrañas.
Solo tú te has enquistado
en el incógnito corazón
que se ofrece contra el sol,
durmiente de mañanas.
Casi nadie me mira mas me miras,
mirada de todas las palabras
que son en mí vencidas por tus ansias.
Aquí se originan tus muslos a mi orilla,
salvados.
de mi libro APUNTES PARA UN GRAFITI, 2014
PREMIO UNA PALABRA, 2013
EDITORIAL DE LA UNA

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