Disfrazando
realidades
María de los
Ángeles Rocatto (Argentina) y
Beto Brom
(Israel)
Estacionó el coche a unos
metros de la dirección requerida. Bajó de su automóvil y con pasos
decididos se enfrentó a la casa. Un pequeño jardín tranquilo y acogedor
invitaba a visitarlo, dudó unos instantes...y se arriesgó a entrar. La casa no
era moderna, algo en ella parecía decir...adelante, te espero...Antes de
apretar el timbre, llamó su atención el cartelito pintado con letras góticas,
pendiente en el marco superior...
*Estudiar la mente es una
profesión, conocerla es un privilegio*
A los pocos instantes se abrió
la puerta, una simpática jovenzuela la invitó a entrar y la acompaño hasta una
habitación que se asemejaba a una pequeña biblioteca pública, a decir de los
cientos de libros acomodados en estanterías que ocultaban las paredes. Al lado
de un ventanal inmenso, un hombre ya de edad, sentado en un gastado sillón con
respaldar alto, ubicado detrás de un escritorio en el cual un manantial de
papeles acomodados en pilas, se perdía entre unos desparramados libros.
-Buenas
tardes, Ingrid, tome asiento, aquí en esta cómoda butaca, póngase cómoda.
La butaca ofrecida, estaba a
escasos dos metros del psicólogo, frente a él, en línea recta. Viendo que otra
alternativa no quedaba, mientras se sentaba, expresó...
-Mucho
gusto, Dr. Feliph, aquí estoy como acordamos...18,30, ¿verdad?
El experto murmuró unas sílabas
que parecieron como aceptación; abrió una carpeta azul y como explicando
aclaró...
-Con cada
persona inauguro una carpeta, la suya decidí que sea azul, ¿le agrada el color?
-No sólo me
agrada el color, sino el aroma y el ambiente. Volviendo al color...me recuerda
el mar, que tan lejos tengo, al cielo en una tarde de otoño...es mansedumbre y
armonía....
Anotó algo en la carpeta,
levantó su vista en dirección a su paciente...
-Interpreto
que la elección del color fue acertada, empezamos bien...me agradó el aire
melodioso y poético de la respuesta, desearía saber...cuál es el motivo de la
visita... ¿una intriga personal o...quizás un deseo de conversar con un
extraño?
-Creo que
ambas- Lo dijo esbozando una sonrisa entre juguetona y seductora, enfatizada
por la mirada penetrante y cierta alteración de la respiración. A mi edad mucha
agua ha corrido bajo el puente y hay situaciones que me desbordan, a veces
jocosas por lo descabelladas o francamente suicidas….en realidad no sé por
dónde empezar, pues se agolpan en mi mente varios acontecimientos y no se cual
elegir…estoy desconcertada.
Como era su vieja costumbre,
consideraba infalible otorgar la sensación de tranquilidad en el paciente, para
lograr así, un desarrollo normal de la charla, evitando, por supuesto, alguna
pregunta que pudiera alterar su estado, que de por si, al llegarse hasta allí,
demostraba que no era del todo aceptado por ella misma.
-Entiendo...se encuentra ante un camino sin salida, o mejor dicho ante una
bifurcación, que exige tomar una decisión y es necesario, para tal efecto,
analizar las dos posibilidades... ¿estoy en lo cierto?, antes de proseguir
desearía su ayuda....
-Debo
confesar, que me ha costado bastante llegar a Ud.- ¡no!, no se alarme! – veo
que sus ojos han quedado petrificados, aclaro: comunicarme ha sido fácil,
conflictivo es como se ha debatido mi interior hasta aceptar que una “segunda
persona intervenga en mis asuntos” ¿porqué?, por varias razones, siendo la más
significativa es que no podría hablar de bifurcación precisamente lo que
acontece dentro de mis pensamientos y sentimientos sino, que es un
estallido. A ver si me explico, me pasa exactamente igual que cuando entro en Internet
en búsqueda de algo: ya sea una palabra, un lugar, un personaje y a medida que
avanzo se van abriendo ventanas que terminan llevándome a lugares
insospechados. Entro por ejemplo, por una flor, me entero de cultivos,
propiedades, rituales, geografía, veo cientos de imágenes…y….luego un vídeo…en
síntesis han pasado varias horas y …me he desviado, transitado ,conocido,
emocionado, disfrutando de la música o no que lo acompañaba…vale decir un
torbellino de conocimientos o de muestras y muchas veces un sabor amargo,
doloroso, por ejemplo lo que me enteré de los picaflores, que por considerarlos
de buena suerte, se los caza, mata y terminan en algún sombrero o ritual….y
esto, si me permite decirle amigo, me está descolocando.. En este punto está
anclado o difuso mi accionar...
Mientras escuchaba tal
explicación, que más bien la interpretó como un discurso, nuestro avezado
psicólogo no dejaba de observar la forma en que la paciente exponía su...tesis,
pues en un momento de su locución, ella se levantó de la butaca, ubicándose
tras ella, para así de pie, dar más énfasis a sus palabras.
-Escucho y
capto con claridad su dilema, que no lo veo así, muy por el contrario, en
nuestro mundo interior continuamente debemos discernir y ello es positivo. En
el ejemplo de Internet, usted misma buscó y encontró variaciones sobre un mismo
tema, lo cual le permitió ampliar sus conocimientos y así disfrutarlos. El
supuesto ancla, no existe, sólo aparecerá cuando lo desee y no antes. Ahora,
dígame, ¿desde cuándo vislumbra un obstáculo en sus pensamientos?
-Parece que
está relativizando mi exposición, me siento como buscando una aguja en un
pajar… ¡montañas de escombros…donde intento encontrar una gema…! ¡Sí, una gema
que parece ser mi cordura a punto de desaparecer!- Lo dice, llevándose las
manos a la cabeza, rompiendo en un llanto estertóreo. Dicho esto, se desploma
en la sala..
El profesional, si perder la
calma, llama a su secretaría y entre ambos levantan y depositan a Ingrid sobre
un canapé situado en un costado del escritorio.
Pasan unos minutos y después de
haber frotado con un paño frío la frente de la paciente, percibe que ella
vuelve lentamente en sí.
-Todo bien,
Ingrid...todo bajo control, ha sufrido un pequeño desmayo emocional, quédese
recostada, tranquílese y pasará... ¿Se siente mejor, verdad?
Asombrada y con un hilo de voz
pregunta...
-¿Ingrid,
quien es Ingrid?, acomodándose la ropa –afirma-, aquí hay una confusión y muy
grave por lo que veo. ¡Exijo me expliquen, que hago aquí, porque me nombran
así…en fin tengo otras preguntas, pero esperaré a que me respondan estas!
Nuestro más que asombrado Dr.,
trata en lo posible, de no demostrar la nada agradable sorpresa, ante la
inesperada reacción de su paciente. Con una breve mirada, dirigida a su
secretaria, da a entender que se retire. Casi murmurando, explica en breves
palabras, el porqué de su estancia en el escritorio, sin siquiera mencionar lo
referente al nombre de la paciente; lo que sí, reitera es que por unos pocos
instantes había perdido el conocimiento, pero por suerte ya estaba nuevamente
consciente y le aconsejaba, que si así lo deseaba, podría quedarse unos minutos
más descansando y él podría darle más detalladas explicaciones sobre lo
sucedido.
Acariciando los cabellos, la
comisura de los labios e inspirando profundo fija la mirada en el terapeuta y
serena responde:
-No hace
falta más tiempo ni explicaciones, he quedado satisfecha con lo visto y
oído...ahora si Ud. me permite, voy a retirarme, debo ir a comprar
flores, para llevar a la tumba de mi amado compañero de vida y de cuatro
patitas, quien hace algún tiempo partió y me dejó sumida en un dolor
profundo….es tarde, van a cerrar y no podré entrar…¿Cuándo y a qué hora debo
volver?, remarca con impaciencia.
-Me quedo
tranquilo al verla recuperada, lo acontecido, no es nada fuera de lo común,
suele suceder que nuestras vivencias y emociones se entrecruzan y esa especie
de colisión debe lograr un escape, y la mente opta por lo más sencillo...un
desvanecimiento. Con respecto a nuestra próxima entrevista le sugiero
concertarla con la secretaría. Hasta entonces...
Después de salir la paciente,
tomó la carpeta azul, y anotó unas líneas sobre lo acontecido en el primer
encuentro; releyó lo escrito, y decidió agregar que algo no concordaba en la
reacción de ella, comedia... falta de sinceridad...y subrayó estas dos
posibilidades.
La mujer partió presurosa,
tanto, que se olvidó de sacar el turno. Ya en la calle, solo pensaba ¡gracias
al cielo que he conseguido salir de ese lugar! y mirando hacia la esquina
recordó el ramo de flores para el centro de la estancia, llevaría rosas rojas
para dar un toque de pasión en su comedor.
Llovía con intensidad e iba al
encuentro semanal con el doctor. En el camino se planteó:-¿Qué diré ahora? ¿Qué
haré para que resulte interesante, novedoso, sugerente? Tengo que parecer
creíble, bueno adelante, ya me embarqué en este proyecto y debo desarrollarlo-
¡Menos mal que conseguí turno por teléfono!
Al llegar al consultorio
agradeció a la secretaria quien le respondió mirando hacia el pasillo….
-El
doctor la espera.
-Adelante,
Ingrid, ya estoy con usted...-la recibió el terapeuta y agregó: -póngase
cómoda, ubíquese donde más le agrade...- mientras sostenía en sus manos la
carpeta azul.
Ingrid optó por elegir el
canapé...y allí se recostó, relajó y envió una mirada intrigante a su anfitrión.
-Aprecio que
se encuentra tranquila y ello me satisface...estaba ojeando mis notas y sigo
pensando sobre el motivo que la ha traído hasta aquí...en la sesión anterior
manifestó que se encuentraba ante una disyuntiva...desearía que me participe de
ella... empecemos comentándome sobre su carácter, su forma de ser... ¿cambia
constantemente en una conversación sin que pueda controlarla, como si hubiera
otra persona dentro de usted?- Al terminar la pregunta, miró fijamente los ojos
de la paciente, esperando ver la reacción preliminar a la respuesta.
Ella desafiante responde sin
titubeos
-¡Si y
por ello vengo!
Sin exteriorizarlo,
resuelve participar en el juego de su paciente hasta llegar a desenmascararla.
-Es decir
que en forma continua, usted y su otro yo, tratan de llevar la delantera, ¿y
eso es lo que la pone mal pues carece de elementos para sobreponerse?
-¡¡¡¡Así
es...!!!! a eso he venido a encontrar y llevarme las herramientas que
posibiliten que este dúo de locas o locos se pongan de acuerdo para tener un
decir y accionar más lógico y coherente.-
-Comprendo
su inquietud, es más, la considero una prueba irrebatible de la necesidad de
describir, en sus palabras, quién es la persona con la cual estoy hablando,
¿podrá lograrlo?, soy todo oídos...
-Mi estimado
Dr. Hay días que me levanto y estoy convencida de ser una doncella del Medio
Evo acosada por alguno de los mozalbetes y otros no tanto de la corte...y en
seguida tan rápido como las agujas del minutero corren....aparece la aguerrida
contemporánea....y cambio el estupor por el agravio...-Lo dice mostrando un
verdadero descontrol facial, temblor en la comisura de los labios, pestañeo
agitado, maxilar inferior flácido y la huida de color en sus mejillas.
Al mirar el rostro de la
paciente, descubre el brusco cambio en sus facciones, y no desea perder ese
precioso y significante instante, rápidamente expresa..
-Continúe, Ingrid,
continué, la estoy escuchando...
Un fino hilo de perlas rueda
por las frías mejillas. Los ojos se han convertido son dos estiletes que
viajan masacrando la intimidad de la consulta, al fin suspira , se relaja y
recomponiéndose, emite una tos pequeña y susurrante, retomando el relato…
-Otras
siento que soy tan pequeña que me parece casi imposible alcanzar la mesa para
tomar el sustento, esto me inquieta en principio, pero luego me invade la
alegría al poder hablar casi de igual a igual con las polillas y las hormigas….de
pronto crezco, pero desfallezco, porque he perdido el misterioso estado
conseguido y…..me veo tomando el desayuno nuevamente…y vuelve esa dualidad
permanente de voces que me alertan, asustan o estimulan en el nuevo estado que
consigo….¿me sigue?
En base a la experiencia,
acumulada en su virtual mochila acomodada en sus espaldas, no desea interrumpir
el torrente que emana de boca de su paciente...
-Por
supuesto, adelante soy todo oídos....
-Confieso el
asombro que me produce al hacer el relato y vivenciar que lejos de
inmutarlo lo lleva a seguir escuchando….¿indagando?¿ o siendo uno más de los
que van sumándose a este libreto que germina sin frenos ni tachaduras en
mi inconsciente?- Su voz en principio cálida y suave concluye áspera,
seca y gris. Sin esperar respuesta y perdiendo la mirada en la ventana, que
estalla de belleza con el violeta, lila y magenta de los malvones,
continua…
-En
muchos momentos me siento parte de una conspiración planetaria y en otras soy
la frágil amapola que se entrega al murmullo de los trigales maduros…-¿Es capaz
de seguirme o me toma como alguien desquiciado que desea se esfume por alguna
de las caladuras de la cortina? ¡¡¡Por favor deme su opinión!!!
Lejos de sentirse conmovido
ante esta especie de confesión, típica y lógica de una persona dueña de una
mente confusa, nuestro terapeuta trata de apaciguar el estado un poco
compulsivo de la exaltada Ingrid, y como llevándola por otro camino, dice con
voz suave pero segura...
-Reconozco
que es usted una persona que sabe lo que quiere...no obstante se deja llevar
por ideas y pensamientos, influenciados por esas voces que atormentan sin darle
tregua...me gustaría analizar un poco más y con suma dedicación todo su
planteo. Por lo tanto, demos por terminada la sesión del día, y en nuestro
próximo encuentro desarrollaremos un poco más sus inquietudes e incógnitas.
Roja de ira se pone de pie,
levanta la cartera y saluda, al hacerlo y dando espaldas al médico, dibuja una
mueca siniestra.
Nuestro, un poco asombrado
Doctor, esperó unos minutos, después de la salida de escena, o sea del
consultorio, de Ingrid, como una experta actriz profesional, con años de tablas
en su haber; luego salió para consultar con su secretaria si la paciente había
reservado turno para la próxima sesión. Como lo imaginaba, fue informado que la
susodicha había salido sin siquiera saludar, y demostrando un semblante de
completo enojo. Al escuchar tal informe, indicó a su ayudante que si la
paciente hablaba por TE. para solicitar turno, debería concertarlo para dentro
de dos semanas, pues el Doctor saldrá de vacaciones.
Volvió a su escritorio, buscó
la carpeta de la paciente, pues necesitaba agregar los detalles de la
"activa" sesión de la fecha; al buscarla en la estantería
correspondiente, se percató de un pequeño cablecito en un costado del mueble,
corrió unas carpetas, y se topó con una diminuta cámara fotográfica...¡¡¡¡No
podía salir del asombro!!!!!, continuó el recorrido del cable....éste seguía
por detrás de las numerosas carpetas...llegaba hasta la sala de espera y
terminaba en el escritorio de su secretaria.
Ésta, aterrada al darse cuenta
que el cable ha sido descubierto, corre y se encierra en el baño, desde donde
hace un llamado con el celular y al ser atendida sólo dice: -Avisa y ven con
rapidez, todo se ha precipitado..
Vuelve a la sala y se sienta
muda y cabizbaja, y frente a ella el más que furioso terapeuta que, con un tono
de voz muy elevado, desconocido en él, exclama...
-Estoy
aguardando explicaciones....y no tengo mucho tiempo, pues entonces adelante,
¡SEÑORITA!
La mujer, ante la pregunta
necesita imperiosamente que la trague la tierra, no obstante, haciendo un
enorme esfuerzo, se pone de pie diciendo:
-Sabía
que tarde o temprano llegaría este momento...la respuesta tiene varias aristas.
Por un lado el respeto que Ud. me merece y por otro, el dinero que significaba
para mí el hacer llegar las filmaciones de sus entrevistas a la Sra. Ingrid
quien me había asegurado necesitarlo como documento para aprobar el doctorado
en dramatización e improvisación teatral. Por otra parte, dicho material
también era rescatado para ser presentado en un Congreso Médico de Psiquiatría
Mundial y así dar a conocer las metodologías de avanzadas que Ud. utiliza y
poner en alerta de uno de los tantos ardides utilizados por
falsos pacientes. En el momento de decidir pesó mi enfermedad de ludopatía, el
doctorado de Ingrid y pensar que el aporte rescatado podia beneficiar a otros
profesionales. Pero ahora, visto así fríamente y ante su presencia, me parece
una monstruosidad.
Lo revelado era casi imposible
de captar, una atrevida y auténtica confabulación perpetrada en su
contra...inconcebible...y en su propio consultorio, digno de una novela de
intriga y suspenso...antes de emitir comentario alguno sobre la "noticia"
escuchada, ordenó a la secretaria...
-Le exijo
desconectar ¡¡YA!!, la filmación o fotos y los micrófonos,
¿entendido?...¡¡Ahora!!
Asustada y avergonzada, en unos
pocos minutos desconecta el sistema instalado, recoge las cámaras ocultas,
grabador y demás y los deposita sobre su escritorio. Muda, se queda de pie y
con la mirada al suelo.
-Antes de
dar parte a la policía, necesito saber si parte de lo grabado ya fue entregado
a su compinche de la calumnia, o quien sabe alguien más involucrado en esta agravante
fechoría, o mejor dicho, ¡Delito!... estoy aguardando su respuesta...
Ingrid irrumpe con violencia en
el recinto. Ambas mujeres intercambian miradas cómplices y al fin se relajan,
cuando le permiten ingresar a dos ex alumnos “medalla de oro” del
doctor, quienes sonriendo se acercan a abrazarlo y darle explicaciones…Con gran
esfuerzo y tiempo logran que los escuche...
-Estimado
profesor, en realidad somos nosotros los responsables, sabiendo de las bodas de
oro en su profesión, queríamos tener un recuerdo de sus magistrales sesiones y
compartirla con otros profesionales, previa autorización suya, pero, bueno...
hemos sido descubiertos antes de terminar y por ello este caos. Combinamos
acciones con la secretaria y ésta hizo el resto contratando a una actriz
profesional. Conociéndolo por su profundo sentido del deber y del humor,
queríamos sorprenderlo sin dañarlo….quizás esto se nos ha ido de las manos a
juzgar por su expresión…
Todo ocurre de sopetón, el
asombradísimo profesor sin perder sus cabales, envía una mirada a todo el
grupo, respira hondo...y anuncia...
-Estimados y
queridos alumnos, con ustedes hablaré luego, al igual que con la señorita
secretaria... como primera medida me referiré a usted, Ingrid, pero para ello
deben aguardar unos segundos, ya vuelvo..- sale de allí, se dirige a su
consultorio...a los pocos instantes regresa trayendo una carpeta.
-Pues
bien -dice.-, inclinándose sobre el escritorio de la secretaria, abre la
primera hoja de la carpeta, escribe algo...luego se acerca a Ingrid, la mira
frente a frente...-Mis sinceras felicitaciones por la representación de su
papel, vislumbra, sin lugar a dudas, su capacidad como actriz, es por ello que
le obsequio, como recuerdo, su carpeta azul, en la cual agregué una pequeña
dedicatoria. Téngame al tanto de su próxima actuación, pues con sumo gusto
asistiré a la premie.
Se acerca a la secretaria, le
sonríe, le da unas palmaditas en el hombro y agrega...
-Quédese
tranquila continuará en su puesto, se entender que quiso formar parte de este
pequeño regalo organizado para agraciarme y no puedo menos que aprobar su tan
cordial gentileza.
Sin querer alargar más la
inesperada reunión, se pone entre medio de los muchachotes, los abraza y con
una mirada de alegría, sólo les dice...-¡Muchas gracias, futuros colegas!
********************
Autores:
María de los Ángeles Roccato (Argentina)
Beto Brom (Israel)
En el nombre de Ángeles y en el mío, queremos dejar nuestro sincero agradecimiento por traer a tu precioso Blog, nuestro pequeño relato.
ResponderEliminarGracias mil, amigazo.
Shalom
B.B.