miércoles, 6 de mayo de 2015

DISFRAZANDO REALIDADES, Ángeles Rocatto (Argentina) y Beto Brom (Israel)

Disfrazando realidades
María de los Ángeles Rocatto (Argentina) y
Beto Brom (Israel)



Estacionó el coche a unos metros de la dirección requerida. Bajó  de su automóvil y con pasos decididos se enfrentó a la casa. Un pequeño jardín tranquilo y acogedor invitaba a visitarlo, dudó unos instantes...y se arriesgó a entrar. La casa no era moderna, algo en ella parecía decir...adelante, te espero...Antes de apretar el timbre, llamó su atención el cartelito pintado con letras góticas, pendiente en el marco superior...
 *Estudiar la mente es una profesión, conocerla es un privilegio*
A los pocos instantes se abrió la puerta, una simpática jovenzuela la invitó a entrar y la acompaño hasta una habitación que se asemejaba a una pequeña biblioteca pública, a decir de los cientos de libros acomodados en estanterías que ocultaban las paredes. Al lado de un ventanal inmenso, un hombre ya de edad, sentado en un gastado sillón con respaldar alto, ubicado detrás de un escritorio en el cual un manantial de papeles acomodados en pilas, se perdía entre unos desparramados libros.
    -Buenas tardes, Ingrid, tome asiento, aquí en esta cómoda butaca, póngase cómoda.
La butaca ofrecida, estaba a escasos dos metros del psicólogo, frente a él, en línea recta. Viendo que otra alternativa no quedaba, mientras se sentaba, expresó...
    -Mucho gusto, Dr. Feliph, aquí estoy como acordamos...18,30, ¿verdad?
El experto murmuró unas sílabas que parecieron como aceptación; abrió una carpeta azul y como explicando aclaró...
    -Con cada persona inauguro una carpeta, la suya decidí que sea azul, ¿le agrada el color?
    -No sólo me agrada el color, sino el aroma y el ambiente. Volviendo al color...me recuerda el mar, que tan lejos tengo, al cielo en una tarde de otoño...es mansedumbre y armonía....
Anotó algo en la carpeta, levantó su vista en dirección a su paciente...
    -Interpreto que la elección del color fue acertada, empezamos bien...me agradó el aire melodioso y poético de la respuesta, desearía saber...cuál es el motivo de la visita... ¿una intriga personal o...quizás un deseo de conversar con un extraño? 
    -Creo que ambas- Lo dijo esbozando una sonrisa entre juguetona y seductora, enfatizada por la mirada penetrante y cierta alteración de la respiración. A mi edad mucha agua ha corrido bajo el puente y hay situaciones que me desbordan, a veces jocosas por lo descabelladas o francamente suicidas….en realidad no sé por dónde empezar, pues se agolpan en mi mente varios acontecimientos y no se cual elegir…estoy desconcertada.
Como era su vieja costumbre, consideraba infalible otorgar la sensación de tranquilidad en el paciente, para lograr así, un desarrollo normal de la charla, evitando, por supuesto, alguna pregunta que pudiera alterar su estado, que de por si, al llegarse hasta allí, demostraba que no era del todo aceptado por ella misma.
    -Entiendo...se encuentra ante un camino sin salida, o mejor dicho ante una bifurcación, que exige tomar una decisión y es necesario, para tal efecto, analizar las dos posibilidades... ¿estoy en lo cierto?, antes de proseguir desearía su ayuda....
    -Debo confesar, que me ha costado bastante llegar a Ud.- ¡no!, no se alarme! – veo que sus ojos han quedado  petrificados, aclaro: comunicarme ha sido fácil, conflictivo es como se ha debatido mi interior hasta aceptar que una “segunda persona intervenga en mis asuntos” ¿porqué?, por varias razones, siendo la más significativa es que no podría hablar de  bifurcación precisamente lo que acontece dentro de mis pensamientos y sentimientos sino, que  es un estallido. A ver si me explico, me pasa exactamente igual que cuando entro en Internet en búsqueda de algo: ya sea una palabra, un lugar, un personaje y a medida que avanzo se van abriendo ventanas que terminan llevándome a lugares insospechados. Entro por ejemplo, por una flor, me entero de cultivos, propiedades, rituales, geografía, veo cientos de imágenes…y….luego un vídeo…en síntesis han pasado varias horas y …me he desviado, transitado ,conocido, emocionado, disfrutando de la música o no que lo acompañaba…vale decir un torbellino de conocimientos o de muestras y muchas veces un sabor amargo, doloroso, por ejemplo lo que me enteré de los picaflores, que por considerarlos de buena suerte, se los caza, mata y terminan en algún sombrero o ritual….y esto, si me permite decirle amigo, me está descolocando.. En este punto está anclado o difuso mi accionar...
Mientras escuchaba tal explicación, que más bien la interpretó como un discurso, nuestro avezado psicólogo no dejaba de observar la forma en que la paciente exponía su...tesis, pues en un momento de su locución, ella se levantó de la butaca, ubicándose tras ella, para así de pie, dar más énfasis a sus palabras.
    -Escucho y capto con claridad su dilema, que no lo veo así, muy por el contrario, en nuestro mundo interior continuamente debemos discernir y ello es positivo. En el ejemplo de Internet, usted misma buscó y encontró variaciones sobre un mismo tema, lo cual le permitió ampliar sus conocimientos y así disfrutarlos. El supuesto ancla, no existe, sólo aparecerá cuando lo desee y no antes. Ahora, dígame, ¿desde cuándo vislumbra un obstáculo en sus pensamientos?
    -Parece que está relativizando mi exposición, me siento como buscando una aguja en un pajar… ¡montañas de escombros…donde intento encontrar una gema…! ¡Sí, una gema que parece ser mi cordura a punto de desaparecer!- Lo dice, llevándose las manos a la cabeza, rompiendo en un llanto estertóreo. Dicho esto, se desploma en la sala..
El profesional, si perder la calma, llama a su secretaría y entre ambos levantan y depositan a Ingrid sobre un canapé situado en un costado del escritorio.
Pasan unos minutos y después de haber frotado con un paño frío la frente de la paciente, percibe que ella vuelve lentamente en sí.
    -Todo bien, Ingrid...todo bajo control, ha sufrido un pequeño desmayo emocional, quédese recostada, tranquílese y pasará... ¿Se siente mejor, verdad?
Asombrada y con un hilo de voz pregunta...
    -¿Ingrid, quien es Ingrid?, acomodándose la ropa –afirma-, aquí hay una confusión y muy grave por lo que veo. ¡Exijo me expliquen, que hago aquí, porque me nombran así…en fin tengo otras preguntas, pero esperaré a que me respondan estas!
Nuestro más que asombrado Dr., trata en lo posible, de no demostrar la nada agradable sorpresa, ante la inesperada reacción de su paciente. Con una breve mirada, dirigida a su secretaria, da a entender que se retire. Casi murmurando, explica en breves palabras, el porqué de su estancia en el escritorio, sin siquiera mencionar lo referente al nombre de la paciente; lo que sí, reitera es que por unos pocos instantes había perdido el conocimiento, pero por suerte ya estaba nuevamente consciente y le aconsejaba, que si así lo deseaba, podría quedarse unos minutos más descansando y él podría darle más detalladas explicaciones sobre lo sucedido.
Acariciando los cabellos, la comisura de los labios e inspirando profundo fija la mirada en el terapeuta y serena responde:
    -No hace falta más tiempo ni explicaciones, he quedado satisfecha con lo visto y oído...ahora si Ud. me  permite, voy a retirarme, debo ir a comprar flores, para llevar a la tumba de mi amado compañero de vida y de cuatro patitas, quien hace algún tiempo partió y me dejó sumida en un dolor profundo….es tarde, van a cerrar y no podré entrar…¿Cuándo y a qué hora debo volver?, remarca con impaciencia.
    -Me quedo tranquilo al verla recuperada, lo acontecido, no es nada fuera de lo común, suele suceder que nuestras vivencias y emociones se entrecruzan y esa especie de colisión debe lograr un escape, y la mente opta por lo más sencillo...un desvanecimiento. Con respecto a nuestra próxima entrevista le sugiero concertarla con la secretaría. Hasta entonces...
Después de salir la paciente, tomó la carpeta azul, y anotó unas líneas sobre lo acontecido en el primer encuentro; releyó lo escrito, y decidió agregar que algo no concordaba en la reacción de ella, comedia... falta de sinceridad...y subrayó estas dos posibilidades.
La mujer partió presurosa, tanto, que se olvidó de sacar el turno. Ya en la calle, solo pensaba ¡gracias al cielo que he conseguido salir de ese lugar! y mirando hacia la esquina recordó el ramo de flores para el centro de la estancia, llevaría rosas rojas para dar un toque de pasión en su comedor.
Llovía con intensidad e iba al encuentro semanal con el doctor. En el camino se planteó:-¿Qué diré ahora? ¿Qué haré para que  resulte interesante, novedoso, sugerente? Tengo que parecer creíble, bueno adelante, ya me embarqué en este proyecto y debo desarrollarlo- ¡Menos mal que conseguí turno por teléfono!
Al llegar al consultorio agradeció a la secretaria quien le respondió mirando hacia el pasillo….
     -El doctor la espera.
    -Adelante, Ingrid, ya estoy con usted...-la recibió el terapeuta y agregó: -póngase cómoda, ubíquese donde más le agrade...- mientras sostenía en sus manos la carpeta azul.
Ingrid optó por elegir el canapé...y allí se recostó, relajó y envió una mirada intrigante a su anfitrión.
    -Aprecio que se encuentra tranquila y ello me satisface...estaba ojeando mis notas y sigo pensando sobre el motivo que la ha traído hasta aquí...en la sesión anterior manifestó que se encuentraba ante una disyuntiva...desearía que me participe de ella... empecemos comentándome sobre su carácter, su forma de ser... ¿cambia constantemente en una conversación sin que pueda controlarla, como si hubiera otra persona dentro de usted?- Al terminar la pregunta, miró fijamente los ojos de la paciente, esperando ver la reacción preliminar a la respuesta.
Ella desafiante responde sin titubeos
     -¡Si y por ello vengo!
 Sin exteriorizarlo, resuelve participar en el juego de su paciente hasta llegar a desenmascararla.
    -Es decir que en forma continua, usted y su otro yo, tratan de llevar la delantera, ¿y eso es lo que la pone mal pues carece de elementos para sobreponerse?

    -¡¡¡¡Así es...!!!! a eso he venido a encontrar y llevarme las herramientas que posibiliten que este dúo de locas o locos se pongan de acuerdo para tener un decir y accionar más lógico y coherente.-
    -Comprendo su inquietud, es más, la considero una prueba irrebatible de la necesidad de describir, en sus palabras, quién es la persona con la cual estoy hablando, ¿podrá lograrlo?, soy todo oídos...
    -Mi estimado Dr. Hay días que me levanto y estoy convencida de ser una doncella del Medio Evo acosada por alguno de los mozalbetes y otros no tanto de la corte...y en seguida tan rápido como las agujas del minutero corren....aparece la aguerrida contemporánea....y cambio el estupor por el agravio...-Lo dice mostrando un verdadero descontrol facial, temblor en la comisura de los labios, pestañeo agitado, maxilar inferior flácido y la huida de color en sus mejillas.
Al mirar el rostro de la paciente, descubre el brusco cambio en sus facciones, y no desea perder ese precioso y significante instante, rápidamente expresa..
    -Continúe, Ingrid, continué, la estoy escuchando...
Un fino hilo de perlas rueda por las frías mejillas. Los ojos se han convertido son  dos estiletes que viajan masacrando la intimidad de la consulta, al fin suspira , se relaja y recomponiéndose, emite una tos pequeña y susurrante, retomando el relato…
    -Otras siento que soy tan pequeña que me parece casi imposible alcanzar la mesa para tomar el sustento, esto me inquieta en principio, pero luego me invade la alegría al poder hablar casi de igual a igual con las polillas y las hormigas….de pronto crezco, pero desfallezco, porque he perdido el misterioso estado conseguido y…..me veo tomando el desayuno nuevamente…y vuelve esa dualidad permanente de voces que me alertan, asustan o estimulan en el nuevo estado que consigo….¿me sigue?
En base a la experiencia, acumulada en su virtual mochila acomodada en sus espaldas, no desea interrumpir el torrente que emana de boca de su paciente...
    -Por supuesto, adelante soy todo oídos....
    -Confieso el asombro que me produce al hacer el relato y  vivenciar que lejos de inmutarlo lo lleva a seguir escuchando….¿indagando?¿ o siendo uno más de los que van sumándose  a este libreto que germina sin frenos ni tachaduras en mi inconsciente?- Su voz  en principio cálida y suave concluye áspera, seca y gris. Sin esperar respuesta y perdiendo la mirada en la ventana, que estalla de belleza  con el  violeta, lila y magenta de los malvones, continua…
     -En muchos momentos me siento parte de una conspiración planetaria y en otras soy la frágil amapola que se entrega al murmullo de los trigales maduros…-¿Es capaz de seguirme o me toma como alguien desquiciado que desea se esfume por alguna de las caladuras de la cortina? ¡¡¡Por favor deme su opinión!!!
Lejos de sentirse conmovido ante esta especie de confesión, típica y lógica de una persona dueña de una mente confusa, nuestro terapeuta trata de apaciguar el estado un poco compulsivo de la exaltada Ingrid, y como llevándola por otro camino, dice con voz suave pero segura...
    -Reconozco que es usted una persona que sabe lo que quiere...no obstante se deja llevar por ideas y pensamientos, influenciados por esas voces que atormentan sin darle tregua...me gustaría analizar un poco más y con suma dedicación todo su planteo. Por lo tanto, demos por terminada la sesión del día, y en nuestro próximo encuentro desarrollaremos un poco más sus inquietudes e incógnitas.
Roja de ira se pone de pie, levanta la cartera y saluda, al hacerlo y dando espaldas al médico, dibuja una mueca siniestra.
Nuestro, un poco asombrado Doctor, esperó unos minutos, después de la salida de escena, o sea del consultorio, de Ingrid, como una experta actriz profesional, con años de tablas en su haber; luego salió para consultar con su secretaria si la paciente había reservado turno para la próxima sesión. Como lo imaginaba, fue informado que la susodicha había salido sin siquiera saludar, y demostrando un semblante de completo enojo. Al escuchar tal informe, indicó a su ayudante que si la paciente hablaba por TE. para solicitar turno, debería concertarlo para dentro de dos semanas, pues el Doctor saldrá de vacaciones.
Volvió a su escritorio, buscó la carpeta de la paciente, pues necesitaba agregar los detalles de la "activa" sesión de la fecha; al buscarla en la estantería correspondiente, se percató de un pequeño cablecito en un costado del mueble, corrió unas carpetas, y se topó con una diminuta cámara fotográfica...¡¡¡¡No podía salir del asombro!!!!!, continuó el recorrido del cable....éste seguía por detrás de las numerosas carpetas...llegaba hasta la sala de espera y terminaba en el escritorio de su secretaria.
Ésta, aterrada al darse cuenta que el cable ha sido descubierto, corre y se encierra en el baño, desde donde hace un llamado con el celular y al ser atendida sólo dice: -Avisa y ven con rapidez, todo se ha precipitado..
Vuelve a la sala y se sienta muda y cabizbaja, y frente a ella el más que furioso terapeuta que, con un tono de voz muy elevado, desconocido en él, exclama...
    -Estoy aguardando explicaciones....y no tengo mucho tiempo, pues entonces adelante, ¡SEÑORITA!
La mujer, ante la pregunta necesita imperiosamente que la trague la tierra, no obstante, haciendo un enorme esfuerzo, se pone de pie diciendo:
    -Sabía  que tarde o temprano llegaría este momento...la respuesta tiene varias aristas. Por un lado el respeto que Ud. me merece y por otro, el dinero que significaba para mí el hacer llegar las filmaciones de sus entrevistas a la Sra. Ingrid quien me había asegurado necesitarlo como documento para aprobar el doctorado en dramatización e improvisación teatral. Por otra parte, dicho material también era rescatado para ser presentado en un Congreso Médico de Psiquiatría Mundial y así dar a conocer las metodologías de avanzadas que Ud. utiliza y poner en alerta de uno de los tantos ardides  utilizados  por  falsos pacientes. En el momento de decidir pesó mi enfermedad de ludopatía, el doctorado de Ingrid y pensar que el aporte rescatado podia beneficiar a otros profesionales. Pero ahora, visto así fríamente y ante su presencia, me parece una monstruosidad.
Lo revelado era casi imposible de captar, una atrevida y auténtica confabulación perpetrada en su contra...inconcebible...y en su propio consultorio, digno de una novela de intriga y suspenso...antes de emitir comentario alguno sobre la "noticia" escuchada, ordenó a la secretaria...
    -Le exijo desconectar ¡¡YA!!, la filmación o fotos y los micrófonos, ¿entendido?...¡¡Ahora!!
Asustada y avergonzada, en unos pocos minutos desconecta el sistema instalado, recoge las cámaras ocultas, grabador y demás y los deposita sobre su escritorio. Muda, se queda de pie y con la mirada al suelo.
    -Antes de dar parte a la policía, necesito saber si parte de lo grabado ya fue entregado a su compinche de la calumnia, o quien sabe alguien más involucrado en esta agravante fechoría, o mejor dicho, ¡Delito!... estoy aguardando su respuesta...
Ingrid irrumpe con violencia en el recinto. Ambas mujeres intercambian miradas cómplices y al fin se relajan, cuando le  permiten ingresar  a dos ex alumnos “medalla de oro” del doctor, quienes sonriendo se acercan a abrazarlo y darle explicaciones…Con gran esfuerzo  y tiempo logran que los escuche...
    -Estimado profesor, en realidad somos nosotros los responsables, sabiendo de las bodas de oro en su profesión, queríamos tener un recuerdo de sus magistrales sesiones y compartirla con otros profesionales, previa autorización suya, pero, bueno... hemos sido descubiertos antes de terminar y por ello este caos. Combinamos acciones con la secretaria y ésta hizo el resto contratando a una actriz profesional. Conociéndolo por su profundo sentido del deber y del humor, queríamos sorprenderlo sin dañarlo….quizás esto se nos ha ido de las manos a juzgar por su expresión…
Todo ocurre de sopetón, el asombradísimo profesor sin perder sus cabales, envía una mirada a todo el grupo, respira hondo...y anuncia...
    -Estimados y queridos alumnos, con ustedes hablaré luego, al igual que con la señorita secretaria... como primera medida me referiré a usted, Ingrid, pero para ello deben aguardar unos segundos, ya vuelvo..- sale de allí, se dirige a su consultorio...a los pocos instantes regresa trayendo una carpeta.
     -Pues bien -dice.-, inclinándose sobre el escritorio de la secretaria, abre la primera hoja de la carpeta, escribe algo...luego se acerca a Ingrid, la mira frente a frente...-Mis sinceras felicitaciones por la representación de su papel, vislumbra, sin lugar a dudas, su capacidad como actriz, es por ello que le obsequio, como recuerdo, su carpeta azul, en la cual agregué una pequeña dedicatoria. Téngame al tanto de su próxima actuación, pues con sumo gusto asistiré a la premie.
Se acerca a la secretaria, le sonríe, le da unas palmaditas en el hombro y agrega...
    -Quédese tranquila continuará en su puesto, se entender que quiso formar parte de este pequeño regalo organizado para agraciarme y no puedo menos que aprobar su tan cordial gentileza.
Sin querer alargar más la inesperada reunión, se pone entre medio de los muchachotes, los abraza y con una mirada de alegría, sólo les dice...-¡Muchas gracias, futuros colegas!

                                             ********************
Autores:
María de los Ángeles Roccato (Argentina)
Beto Brom (Israel)



1 comentario:

  1. En el nombre de Ángeles y en el mío, queremos dejar nuestro sincero agradecimiento por traer a tu precioso Blog, nuestro pequeño relato.
    Gracias mil, amigazo.
    Shalom
    B.B.

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