Llegar a tí y morir, suena heróico pero es cursi
y ridículo; llegar a tí y ofrendarte mi amor:
eso es realismo de telenovela, pero vale y
pasa por unos momentos de descuido
literario, pero pasa; hay que tener cuidado
con lo que escribes: las palabras son entes
eternos que quedan en el espacio y siguen
su vida imparable hasta ¿hasta dónde?,
¿quién lo sabe? Y no creo que haya ahora
quien lo sepa con absoluta certeza...
Llegar a tí, simple y llano, sin saber por qué
llegar o a qué vine es simple obsesión;
obsesa enfermedad digna de psiquiatra...
Hay que volver a leer, leer y leer para lograr
llegar a tí, con estilo, sin cursilerías, ausente
por completo de obsesiones pero sin ripios
ni necedades: para amar ¡también sirve el estilo literario!
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