lunes, 6 de julio de 2015
NO CONOCE EL SUEÑO
Rafael Piedehierro Holguera, "Los protegidos IV".
¿Cómo poder dormir, mientras que tú tiritas
en el rincón más triste de mi cuarto?
en el rincón más triste de mi cuarto?
Jaime Gil de Biedma
Visto de amarillo,
como un lápiz recién pintado.
Supongo que comprenderás
la forma de esta accidental retórica
capaz de odiar al mundo en tu nombre.
Solo yo puedo escribir
atrapado en el vello de tus axilas,
tienes ese inconfundible olor
a poema hambriento,
su arte, divide esta culpa
en pos de amantes
cuya única sabiduría
se basa en ser testigo
de lo que no importa.
Y he despreciado canciones
de las que ya no te hablo,
de las que gusta escuchar
mientras nos cortamos el pelo,
¿Te acuerdas cuando solo a veces
eras mía?
Ya no has de controlar el pisapapeles
que tan a menudo frecuento, sus palabras,
son las de un poeta en reposo
sujeto a una distancia medida
en pirámides de oro y hombres hambrientos.
Ahora que vuelves a mí,
los monstruos han crecido,
deberías darme las buenas noches
por última vez…
Pilar Molina
Pilar Molina
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