jueves, 7 de enero de 2016

MORIMOS, Benjamín Adolfo Araujo Mondragón

MORIMOS


Benjamín Adolfo Araujo Mondragón


Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo
.
JAIME SABINES*




Estoy, estamos, muertos de amor.
Amada mía, muertos hoy, muertos
mañana, muertos todo un día.
Me encanta estar contigo; pero no:
muerto, mi amor; no, nunca más;
hagamos del poema una cama y
tendámonos a hacer el amor,
noche y día, día y noche para que
no muramos. No, sigamos vivos;
sigamos vivos amor, por esta vida
vivos, vivos de amor, no muertos de
amor, cual cofradía; ¡nunca más
vida, mía; no: hagamos un colchón
con la metáfora como refugio de
nuestros amantes corazones
siempre vivos de amor; llena mi
brazo amor, llénalo de ti, tu brazo
en mi brazo por la calle juntos.
En el cine, en el parque, en los
tranvías; llena de ti la ciudad
y lléname de ti que estoy vacío.

Mi hombro ya está domado a tu
cabeza, vida; déjalo que no sufra
tómalo, llévate mi hombro contigo
a todos lados. Llévame; ¡vámos!

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