Arturo Corcuera
Trujillo, Perú - 1935
El poeta
in memorian de Javier Heraud
Leía a Marx,
a Pablo. Y a Vallejo
lo llevaba en el pecho
como un llanto.
Deteníase a oír en el silencio
algo que no cabía en su tamaño.
Se advertía en sus ojos
que soñaba
en ardiente vigilia, como nadie.
Me sé sus sueños
de memoria, su alma.
Lo mataron en medio de la
tarde
porque un alba traía
para todos;
porque otro sol,
otro aire, reclamaba.
En las hojas
que caen del otoño
me parece que escucho sus
pisadas.
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