LOS NIÑOS POBRES
noche a noche, esperan que aparezcan
los Santos Reyes Magos que les darán
ilusión y esperanza a sus vidas,
sin tacha, sin pan, sin sueños.
Noche a noche, forjan en su mente
la llegada de los personajes que,
montandos en su blanco alazán,
en su gris elefante y en su oscuro camello,
llevarán hasta ellos regalos: dulces,
juguetes, ropa, una ilusión...una ilusión....
Pero las horas pasan, pasa la vida;
y la ilusión fallece atropellada
para crear un charco de lágrimas
en el sitio donde estaban los pobres,
los inocentes niños del barrio.
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