CUBA HA PERDIDO SOCIEDAD IGUALITARIA: ROJAS

Cuba ha perdido su sociedad igualitaria, dice Rafael Rojas
Juan Carlos Talavera | Cultura	2012-12-29 | Hora de creación: 22:48:58 | Ultima modificación: 00:00:21
El dilema de la memoria y el olvido en Cuba es recuperado en ocho ensayos que el historiador y ensayista Rafael Rojas compila en La máquina del olvido. Mito, historia y poder en Cuba, una revisión crítica sobre el sistemacubano y su historia oficial. “En Cuba ya se está abandonando la historia oficial construida en las tres primeras décadas de la Revolución, una historia que como toda las oficiales tiende a simplificar el pasado y a transmitir una visión maniquea, dividiendo los actores en héroes y villanos”. El también investigador de origen cubano que se desempeña como director de la División de Historia del CIDE explica que hoy las visiones académicas que predominan dentro y fuera de la isla coinciden en la sustancia del exilio y han modificado su percepción sobre el pasado colonial del siglo XIX y el pasado republicano que marcó la primera década del siglo XX. En entrevista, el también autor de Tumbas sin sosiego, libro que obtuvo el XXXIV Premio Anagrama de Ensayo, señala que el peor lastre se encuentra en que los líderes históricos de Cuba siguen gobernando, y adelanta que en los próximos meses publicará un libro con ensayos literarios sobre escritores exiliados en el año 1968, en el Fondo de Cultura Económica (FCE). Pese a todo, considera que en los últimos años los historiadores han mostrado cambios importantes en su manera de leer la historia, al cuestionar la visión de las guerras de Independencia y la idea de que a principios del siglo XX no existió soberanía. “Hoy sabemos que a principios del siglo XX hubo una limitación constitucional… pero también una vida intelectual y cultural, con una sociedad civil que se articuló de manera autónoma y nacionalista”, aclara. IDÍLICO.  Para Rojas, en Cuba se produjo una Revolución fundamental para la reconfiguración de las izquierdas del mundo, especialmente para América Latina, creando un sistema social y político que ofreció derechos a la mayoría de la población, con un sistema de educación y salud pública ejemplar. Pero esa visión favorable del socialismo idílico y esperanzador fue instrumentalizada por el gobierno cubano para ganar adeptos y llevar adelante una geopolítica personal porque al mismo tiempo  se produjeron distintas estrategias  de silenciamiento a la crítica y sólo basta recordar un momento clave: el encarcelamiento del poeta y activista Heberto Padilla, quien dividió el mundo intelectual. Entonces se produjo una discordancia entre la admiración por el proyecto social de la Revolución Cubana y el rechazo al sistema político que se construía en la isla, basado en un partido único y una ideología que reprimía la disidencia. En La máquina del olvido. Mito, historia y poder en Cuba (publicado por Taurus), Rojas observa que “hoy por hoy son más las coincidencias y divergencias en las visiones históricas que producen los académicos dentro y fuera de la isla”. Hoy es muy curioso, por ejemplo, que historiadores jóvenes de la isla o de la diáspora e incluso aquellos que se han instalado en universidades europeas y de Estados Unidos, coincidan en su visión sobre el pasado cubano. Esto implica que ahora la historiografía es mucho más cuidadosa, destaca. Finalmente, el autor hace una reflexión sobre el presente de Cuba y asegura que en la isla se viven momentos complicados, donde se ha producido una nueva reestratificación de la sociedad y se ha perdido aquella sociedad igualitaria y equitativa, desde el punto de vista de los derechos sociales. Pero además, se ha desmantelado el liderazgo joven dentro de las estructuras sociales y ha resurgido un segmento de la población que hace veinte años se creía extinto: los ricos.