sábado, 29 de diciembre de 2012
SALTIMBANQUI
Va por las piedras trasmontando
ocupa su soledad de vidrio
en despreocupados giros.
Vacila si observa la mirada
acuciosa de los niños
pero deja que sus brincos,
sus saltos, sus retozos,
terminen en cosquilla
irreprimible
para los chamacos.
Sabe poco de placeres
pero gira,
de desventuras
casi nada,
pero rueda;
transmite la claridad
perfecta de un lucero terreno
que vino a aterrizar
en el planeta
para rodar,
irremediable
gustosa
alegre
viciosa
obsesiva
mente.
La luna alguna vez
jugò con ella
y en otra ocasiòn
fue el alter ego
del sol:
un dìa de depresiòn
del astro rey
en que miràndola dormir
lo enamorò.
Rondines y rondines
cuesta abajo,
brincos,
saltos,
figuras
en terrenos
muy planos,
completan
este gasto gustoso
y ese gusto gastado
de ser canica,
nada màs
y ya.
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