CERVANTES, TEATRO Y LÍRICA
FUMANDO ESPERO
María Luisa Arnaiz
Stéphane Coutelle (fotografía)
Supongo que la mayor parte de ustedes habrá experimentado en algún momento cómo las cadenas de la Lengua son harto difíciles de corroer (los yerros existen) y sabrá cómo, empeñándose, se es capaz de corregir el uso por la norma. Por esa razón creo que las actitudes machista y racista son indestructibles cuando domina el patriarcado y se predica la exclusión. ¿Se educa en pie de igualdad a hijos e hijas?, ¿por qué se mantiene la segregación? En un país que está legislando para aherrojar y cuya omnipresente Iglesia repudia lo diferente es insoportable ver a los clasistas imitar la privacidad anglosajona a conveniencia y no la ética. Tanto me da el ‘no se volverá a repetir’ borbónico y rajoyano, el cañético ‘desde luego’ no soy machista, como el peneuvista ‘la mierda ya no viene a Sestao’. Por orden de aparición rima Cervantes en su teatro:
Stéphane Coutelle (fotografía)
No quiero decir que hiendo,
que destrozo, parto o rajo;
que animoso, y no arrogante,
es el buen enamorado.
“El gallardo español”
Ya salió de la gurapas
el valiente Escarramán,
para asombro de la gura
y para bien de su mal.
“El rufián dichoso”
Corrido va, y muy mohino,
porque, por su desatino,
cierto desastre le vino
que le hizo caminar
por el cañaveral.
Confiado en que es muy rico,
no ha caído en que es borrico.
“La casa de los celos”
Regidores de Daganzo…
de caletre prevenidos
para proveer los cargos
que la ambición solicita
entre moros y cristianos.
“La elección de los alcaldes de Daganzo”
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