Las RUINAS DE
MÉXICO
JoSÉ EMILIO
PACHECO
…Y
entonces sobrevino un gran terremoto.
Hechos de los
Apóstoles.
Volveré
a la ciudad que yo más quiero
después
de tanta desventura, pero
ya
seré en mi ciudad un extranjero.
Luis G. Urbina,
Elegía del Retorno (1916)
I
1
Absurda es la materia que se desploma,
la penetrada de vacío, la hueca.
No. La materia no se destruye,
la forma que le damos se pulveriza,
nuestras obras se hacen añicos.
2
La tierra gira sostenida en el fuego.
Duerme en un polvorín,
Trae en su interior una hoguera,
un infierno sólido
que de repente se convierte en abismo.
3
La piedra de lo profundo late en su sima.
Al despetrificarse rompe su pacto
con la inmovilidad y se transforma
en el ariete de la muerte.
4
De adentro viene el golpe
la cabalgata sombría,
la estampida de lo invisible, explosión
de lo que suponemos inmóvil
y bulle siempre.
5
Se alza el infierno para hundir la tierra.
El Vesubio estalla por dentro.
La bomba asciende en vez de caer.
Brota el rayo en un pozo de tinieblas.
6
Sube del fondo el viento de la muerte.
El mundo se estremece en fragor de muerte.
La tierra sale de sus goznes de muerte.
Como secreto humo avanza la muerte.
De su jaula profunda escapa la muerte.
De lo más hondo y turbio surge la muerte.
7
El día se vuelve noche,
polvo es el sol,
el estruendo lo llena todo.
8
Así de pronto lo más firme se quiebra,
se tornan movedizos concreto y hierro…
(…y continúa…)
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