Celebra Edomex 200 años de tradición editorial en ferias de Londres y Bogotá
Título. El libro La lectura. Elogio del libro y alabanza del placer de leer es uno de los volúmenes que fueron reeditados por el FOEM.
Segunda de dos partes
El Estado de México celebrará sus 200 años de tradición editorial con la presentación de su acervo literario en dos ferias internacionales, en las cuales México será el país invitado. Se trata de la Feria Internacional del Libro de Bogotá y de la Feria Internacional del Libro en Londres, esta última como parte de las actividades del Año Dual México-Reino Unido.
“Contamos con dos siglos de producción editorial. En 1812 se imprimió en Sultepec el primer ejemplar del periódico insurgente El Ilustrador Nacional; en 1821 Fernández de Lizardi situó su imprenta en Tepotzotlán y, treinta años más tarde, se reprodujeron los primeros escritos de Ignacio M. Altamirano”, precisa Ismael Ordóñez Mancilla, titular del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal (CEAPE).
El Fondo Editorial Estado de México (FOEM), añade, es un acervo consolidado y que el año pasado fue invitado a la Feria Internacional del Libro en Frankfurt, donde presentaron más de 200 títulos y se dejó pendiente la firma de convenios con la Universidad de Heidelberg y con el Instituto Cervantes de Alemania.
Este 2015, comenta el funcionario, participarán en el marco del Año Dual México-Reino Unido como invitados por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) para presentar 40 títulos y también serán un sello invitado a la Feria Internacional del Libro de Bogotá, donde esperan presentar el libro sobre Frida Kahlo y sus visitas al Estado de México.
Otro proyecto que al FOEM le ha permitido promover la producción literaria –indica Ordóñez Mancilla– es el Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, que este año celebra su séptima edición y en la cual han recibido 696 trabajos de cuento, ensayo, poesía, novela dramaturgia y literatura infantil procedentes de 20 países del mundo.
Además, en el ámbito internacional, también destaca la reedición del libro La lectura. Elogio del libro y alabanza del placer de leer, de Juan Domingo Argüelles, e ilustrado por Irma Bastida Herrera, quien fuera la ganadora de la Bienal de Ilustración de Bratislava 2013.
“Buena parte de lo que publicamos tiene que ver con la cultura, con el patrimonio y con la tradición del Estado de México, pero no estamos cerrados. Nuestra idea es abrir el mapa literario, aceptar trabajos internacionales mediante coediciones y hacer evidente que hay producción y literatura fuera del Distrito Federal”, indica Félix Suárez, poeta y editor del FOEM.
PUBLICACIONES INSURGENTES. —¿Cómo ha formado el Estado de México sus 200 años de tradición editorial? Para el historiador y miembro del CEAPE, Alfonso Sánchez Arteche, la respuesta se concentra en la necesidad de difundir el conocimiento y en la voluntad política.
—“En la entidad se editó El Ilustrador Nacional, el segundo periódico de la insurgencia. El 11 abril de 1812 empezó a aparecer en Sultepec, aunque después se convertiría en El Ilustrador Americano. Apareció como una necesidad que tenía la Suprema Junta Gubernativa de América, ubicada en Zitácuraro, pero a causa del movimiento independentista tuvieron que salir y situarse en Sultepec”, explica.
Ahí, añade, hubo una voluntad política de difundir cuáles eran, por una parte, los heroicos actos de guerra como el Sitio de Cuautla o los combates exitosos que sostuvo Ignacio López Rayón (secretario de Miguel Hidalgo y Costilla) en el Valle de Toluca, pero por otro lado también estaba la necesidad de difundir las ideas y causas por las cuales se habían tomado las armas.
“Para la época de López Rayón y José María Morelos y Pavón ya estaba claramente definido lo que era un programa independentista por lo que en 1821 llega una imprenta portátil procedente de Morelia a establecerse en Tepotzotlán, la cual estuvo a cargo de José Joaquín Fernández de Lizardi, el llamado Pensador Mexicano”, indica el especialista.
De acuerdo con Alfonso Sánchez Arteche, esta imprenta perteneció al Ejército Trigarante y, seis años después, el gobernador Lorenzo de Zavala mostró interés por informar a los ciudadanos por lo que estableció en Tlalpan, entonces capital del Estado de México, una imprenta en la que el poeta, educador y político cubano José María Heredia publicaría sus primeras obras.
“En 1830 se decide el traslado de la capital de Tlalpan a Toluca, en donde el gobierno ya cuenta con su propia imprenta. Sin embargo, treinta años después surgió el Instituto Literario de Toluca y contó con un taller litográfico donde se reprodujeron los primeros escritos de Ignacio M. Altamirano y Juan A. Mateos”, detalla.
También expresa Sánchez Arteche que en el Estado de México tuvo presencia el tipógrafo José Vicente Villada, quien fue combatiente contra la intervención francesa y en alguna de sus batallas consiguió una pequeña imprenta desde la cual hacía boletines con los sucesos del Ejército de Oriente, convirtiéndose después en dueño de periódicos como El combate y El Partido Liberal (este último en donde publicaría Manuel Gutiérrez Nájera).
El 15 de junio de 2006 se creó el Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal y se fundó la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario con la edición de 552 títulos.
En 2012 se crea el Fondo Editorial Estado de México para promover ocho colecciones literarias, el Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz y con una participación internacional en tres ferias del libro.
El Estado de México celebrará sus 200 años de tradición editorial con la presentación de su acervo literario en dos ferias internacionales, en las cuales México será el país invitado. Se trata de la Feria Internacional del Libro de Bogotá y de la Feria Internacional del Libro en Londres, esta última como parte de las actividades del Año Dual México-Reino Unido.
“Contamos con dos siglos de producción editorial. En 1812 se imprimió en Sultepec el primer ejemplar del periódico insurgente El Ilustrador Nacional; en 1821 Fernández de Lizardi situó su imprenta en Tepotzotlán y, treinta años más tarde, se reprodujeron los primeros escritos de Ignacio M. Altamirano”, precisa Ismael Ordóñez Mancilla, titular del Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal (CEAPE).
El Fondo Editorial Estado de México (FOEM), añade, es un acervo consolidado y que el año pasado fue invitado a la Feria Internacional del Libro en Frankfurt, donde presentaron más de 200 títulos y se dejó pendiente la firma de convenios con la Universidad de Heidelberg y con el Instituto Cervantes de Alemania.
Este 2015, comenta el funcionario, participarán en el marco del Año Dual México-Reino Unido como invitados por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) para presentar 40 títulos y también serán un sello invitado a la Feria Internacional del Libro de Bogotá, donde esperan presentar el libro sobre Frida Kahlo y sus visitas al Estado de México.
Otro proyecto que al FOEM le ha permitido promover la producción literaria –indica Ordóñez Mancilla– es el Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, que este año celebra su séptima edición y en la cual han recibido 696 trabajos de cuento, ensayo, poesía, novela dramaturgia y literatura infantil procedentes de 20 países del mundo.
Además, en el ámbito internacional, también destaca la reedición del libro La lectura. Elogio del libro y alabanza del placer de leer, de Juan Domingo Argüelles, e ilustrado por Irma Bastida Herrera, quien fuera la ganadora de la Bienal de Ilustración de Bratislava 2013.
“Buena parte de lo que publicamos tiene que ver con la cultura, con el patrimonio y con la tradición del Estado de México, pero no estamos cerrados. Nuestra idea es abrir el mapa literario, aceptar trabajos internacionales mediante coediciones y hacer evidente que hay producción y literatura fuera del Distrito Federal”, indica Félix Suárez, poeta y editor del FOEM.
PUBLICACIONES INSURGENTES. —¿Cómo ha formado el Estado de México sus 200 años de tradición editorial? Para el historiador y miembro del CEAPE, Alfonso Sánchez Arteche, la respuesta se concentra en la necesidad de difundir el conocimiento y en la voluntad política.
—“En la entidad se editó El Ilustrador Nacional, el segundo periódico de la insurgencia. El 11 abril de 1812 empezó a aparecer en Sultepec, aunque después se convertiría en El Ilustrador Americano. Apareció como una necesidad que tenía la Suprema Junta Gubernativa de América, ubicada en Zitácuraro, pero a causa del movimiento independentista tuvieron que salir y situarse en Sultepec”, explica.
Ahí, añade, hubo una voluntad política de difundir cuáles eran, por una parte, los heroicos actos de guerra como el Sitio de Cuautla o los combates exitosos que sostuvo Ignacio López Rayón (secretario de Miguel Hidalgo y Costilla) en el Valle de Toluca, pero por otro lado también estaba la necesidad de difundir las ideas y causas por las cuales se habían tomado las armas.
“Para la época de López Rayón y José María Morelos y Pavón ya estaba claramente definido lo que era un programa independentista por lo que en 1821 llega una imprenta portátil procedente de Morelia a establecerse en Tepotzotlán, la cual estuvo a cargo de José Joaquín Fernández de Lizardi, el llamado Pensador Mexicano”, indica el especialista.
De acuerdo con Alfonso Sánchez Arteche, esta imprenta perteneció al Ejército Trigarante y, seis años después, el gobernador Lorenzo de Zavala mostró interés por informar a los ciudadanos por lo que estableció en Tlalpan, entonces capital del Estado de México, una imprenta en la que el poeta, educador y político cubano José María Heredia publicaría sus primeras obras.
“En 1830 se decide el traslado de la capital de Tlalpan a Toluca, en donde el gobierno ya cuenta con su propia imprenta. Sin embargo, treinta años después surgió el Instituto Literario de Toluca y contó con un taller litográfico donde se reprodujeron los primeros escritos de Ignacio M. Altamirano y Juan A. Mateos”, detalla.
También expresa Sánchez Arteche que en el Estado de México tuvo presencia el tipógrafo José Vicente Villada, quien fue combatiente contra la intervención francesa y en alguna de sus batallas consiguió una pequeña imprenta desde la cual hacía boletines con los sucesos del Ejército de Oriente, convirtiéndose después en dueño de periódicos como El combate y El Partido Liberal (este último en donde publicaría Manuel Gutiérrez Nájera).
El 15 de junio de 2006 se creó el Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal y se fundó la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario con la edición de 552 títulos.
En 2012 se crea el Fondo Editorial Estado de México para promover ocho colecciones literarias, el Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz y con una participación internacional en tres ferias del libro.
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