jueves, 8 de mayo de 2014

EN COLOMBIA CON VARGAS LLOSA, Revista Arcadia

Recorrido literario con Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa conversó con Juan Gabriel Vásquez

FILBO

Una multitud asistió a ver la conversación de Mario Vargas Llosa con Juan Gabriel Vásquez en la Feria del Libro de Bogotá. El peruano, principal invitado a la FILBo habló sobre su obra en un con lucidez y humor.

RevistaArcadia.com

Publicado el: 2014-05-01



La presencia de Mario Vargas Llosa desbordó a la Feria del Libro. Pocas veces se han visto tantos asistentes haciendo fila horas antes de un evento. La fila, enorme, serpenteaba entre los pabellones y no era fácil saber donde empezaba ni a dónde iba a dar.
A las seis de la tarde, el ganador del Nobel de Literatura (2010) entró acompañado del colombiano Juan Gabriel Vásquez–vestidos los dos todo de negro- y fue recibido con un estruendoso aplauso y muchos asistentes de pie.
Tan pronto estuvieron sentados, Vásquez empezó la conversación “no quiero perder ni un minuto”- dijo. La charla, que se extendió por una hora y media, fue un recorrido por la creación literaria del peruano. Un viaje con humor desde sus inicios hasta su más reciente novela, que contó con varias anécdotas y recuerdos del siglo XX.
Vargas Llosa mencionó el recuerdo de Perú que tenía en la París de finales de los 50’s. Y recordó el deslumbramiento que causó entonces Jorge Luis Borges entre la élite intelectual francesa. “No podían creer que alguien de América Latina – que para ellos eran los bárbaros- pudiera recitar de memoria sonetos de Shakespeare y hacerlo en un francés clásico”. Con Borges llegó la curiosidad por conocer la literatura que se hacía al otro lado del atlántico. Por entonces llegó a sus manos un pequeño libro, en francés,  de un escritor que entonces nunca había oído nombrar: El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez. “Me pareció una pequeña obra maestra. Y digo pequeña, por el escaso número de páginas que tenía”.
“Empezaron a salir traducciones de escritores latinoamericanos” y ese interés de Europa por la narrativa en América, se proyectó en los países de America Latina que se interesaron a su vez por conocer lo que se hacía en los países vecinos.
El padre del escritor peruano fue, sin quererlo, uno de los que más lo motivó a volcarse al mundo de la literatura. “Empecé a ser escritor profesional gracias a él”- dijo Vargas Llosa, y contó cómo, en el colegio militar donde lo habían metido para evitar que siguiera el camino de las letras – “que él veía como el camino del fracaso”- , se puso a escribir de todo: cartas de amor, poemas y novelitas eróticas.
Su primer viaje a la selva peruana tuvo un gran impacto en él. “Fue el viaje más estimulante, en términos literarios, de mi vida” aseguró, ya que de ese viaje surgirían varias novelas como Pantaleón y las visitadores, y La casa verde.
El peruano hizo luego un homenaje a Los sertones, del brasileño Euclides da Cunha. “Uno de los libros que más me han impactado en mi vida”. “Todo el que quiera saber qué es, y sobre todo, qué no es América Latina, debería leer ese libro”. Esa lectura sembró en él el deseo de escribir sobre la guerra de canudos, deseo que se plasmaría en La guerra del fin del mundo (1981), una de sus novelas más celebradas.
Fue una hora y media de viaje literario con el autor. Lecturas, influencias, reflexiones sobre el proceso creativo – “A veces la realidad se mete en la historia y termina por darle un vuelco total a la ficción que uno está creando-, el peruano fue elocuente en una conversación que pasó muy rápido. No cabía una sola persona en los asientos ni en los pasillos.
Al final, un hombre se paró e intentó hacer una pregunta  que no se entendió pues el público lo acalló con aplausos y silbidos. (Se oyó el nombre de un expresidente, la palabra conspiración, otro apellido…). El hombre luego sacó un libro y lo rompió. Rechiflas, abucheos y el hombre fue sacado del auditorio.
“Se comienza rompiendo libros y se termina matando gente” – dijo Vargas Llosa. Antes de terminar, recordó a Flaubert quien decía que “escribir es una manera de vivir”. Ovación de pie.

El lunar
La asistencia fue masiva y falló la organización. Se habían dispuesto espacios donde se transmitiría la conversación en directo, pero las pantallas nunca funcionaron. Al final, muchos se quedaron sin poder ver uno de los eventos más esperados de la Feria.

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