EL DARDO Y LA MANZANA
ni fin de una saeta.
Sin mí, sin la referencia que soy,
nadie hubiera encontrado el viento roto,
el paisaje escindido,
la huella aguda y misteriosa de la madera.
¿Dónde está el blanco que persigue la flecha?
¿Quién tensa el arco?
¿Qué mano laboriosa modeló este venablo?
El dardo es una excusa entre el veneno y la manzana.
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