martes, 5 de agosto de 2014

STRIPTEASE, César Augusto Jiménez Cuenca (Dariocesar)

Striptease













Entré al privado del la sex shop, me acomodé en la butaca completamente excitado, con mano temblorosa me aflojé el nudo de la corbata, me llevé la bebida a mis labios, el tequila con limón recorrió mis visceras y mis ojos se agrandan en la obscuridad lujuriosos. Yo, como único espectador me dispongo a disfrutar de un desnudo artístico. Entoces, se ilumina un minúsculo escenario, se escuchan los primeros acordes de un danzón muy conocido en México y apareces tú. Iniciando un baile por demás sensual, lleno de movimientos lentos,  atrevidos, procaces, una falda negra inmediatamente voló por los aires, quedaste en blusa blanca y medias, liguero,  zapatos negros de tacón alto. El relicario (así se llama la melodía) seguía sonando a capricho de tan voluptuosa mujer... la candente música se pega a tu cuerpo y te incita a deshacerse  de los zapatos, la blusa sale por tu cabeza en gracioso movimiento y llega hasta mi cara, roja como la grana de inocultable dicha, en rápido movimiento la quito, no sin antes darle un beso (a la blusa) que me sabe a sexual fetiche. Continuo con toda mi atención en tus contoneos "al compás del relicario". La melodía seguía y las prendas fueron cayendo una a una, mientras la luz destaca tu armonía física, mi pantalón,  a duras penas contiene un bulto que lucha por salir a escena. Finalmente en sublime acto, te quitas la tanga y la música llega a su fin. La luz del
escenario se apaga y tu coqueta al fin, llegas a mi. A terminar lo que empezaste con tu erótica, con tu caliente provocación, claro yo me rendí ipsofacto a tu decisión...

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