¿Por qué nadie me conoce?
Ni el céfiro, que a mis hojas de otoño mece.
Ni la propia razón, que con los años se entumece.
Ni el céfiro, que a mis hojas de otoño mece.
Ni la propia razón, que con los años se entumece.
¿Por qué nadie me escucha?
Si mi voz germina desde el fondo de mi ser.
Desde mi propio corazón que es un loco latir.
Desde mi propio corazón que es un loco latir.
Desde mi labios que repiten sus nombres sin enflaquecer.
¿Por qué nadie me ve?
Si soy uno entre miles de fantasmas que no se han querido ir…
Si soy uno entre miles de fantasmas que no se han querido ir…
¿Por qué me han olvidado?
Si yo jamás he dejado de existir.
Si yo sigo amando con desenfreno en cada amanecer.
Si yo jamás he dejado de existir.
Si yo sigo amando con desenfreno en cada amanecer.
¡En cada anochecer!
Si no me voy, si estoy de nuevo…
Si no me voy, si estoy de nuevo…
¿Por qué les venció el olvido?
Si yo les sigo recordando.
Y les amaré más allá del silencio
Más allá de la sombra.
¡Más allá de la Muerte!
Si yo les sigo recordando.
Y les amaré más allá del silencio
Más allá de la sombra.
¡Más allá de la Muerte!
José Luis Marrero Santiago
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