Milenio Edomex., 2 de noviembre 2012.
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Malas compañías
Svmma daemoniaca
Celeste Ramírez
El padre José Antonio Fortea Cucurull es un teólogo especializado en demonología. Además en historia de la iglesia. Entre sus diferentes trabajos de investigación destaca "el exorcismo en la época actual", tema de tesis en el que recibió asesoría directa del secretario de la Comisión para la Doctrina de la Fe, de la Conferencia Episcopal Española.
Hace un par de años, el padre Fortea escribió "Svmma daemoniaca: tratado de demonología y manual del exorcista" (El Arca, 2007), un texto escrito a modo de los antiguos tratados escolásticos. Está construido a través de preguntas y respuestas sobre el mundo angélico caído.
El índice de cuestiones va por etapas de reflexión: naturaleza demoniaca, la tentación y el pecado, el obrar del demonio respecto al hombre y la naturaleza, cuestiones teológicas, cuestiones bíblicas, la condenación, la posesión, el exorcismo y el exorcista, fenomenología demoniaca, el mal, entre otros.
El estudio del padre Fortea tiene un peso interesante, ya que por muchos años el Vaticano insistió en acallar el tema del exorcismo. Para muchos existen diferentes aristas: Escepticismo, aceptación. Morbo, fanatismo. Hay para todo en una sociedad de libre pensamiento.
Hace algunos años, el doctor en psiquiatría Alberto Reverter me habló de un caso que atendió. Una madre angustiada afirmaba que su hija estaba poseída. La chica presentaba síntomas atípicos, entre ellos, un extraño comportamiento (alteraciones psiquiátricas) e inusitadas convulsiones. Después de un análisis, y una vista urgente al neurólogo, se determinó que la chica tenía un cuadro de neurocisticercosis.
Ahora que es temporada de día de muertos, el padre Fortea nos dilucida una cuestión: ¿Existen los fantasmas? Y nos explica: "son apariciones de personas que están en el purgatorio". Tienen cono características que "el alma se aparece en forma humana, no dicen nada, aunque se aparecen con carácter amenazante y terrorífico".
Recomienda, hacer misas y oraciones por el alma del difunto, pues "estas apariciones son un modo de llamar la atención para que se rece por ellas" .
Y, sobre eso, me inclino al refrán popular: "hay que temer más a los vivos que a los muertos". Más en estos tiempos
El padre José Antonio Fortea Cucurull es un teólogo especializado en demonología. Además en historia de la iglesia. Entre sus diferentes trabajos de investigación destaca "el exorcismo en la época actual", tema de tesis en el que recibió asesoría directa del secretario de la Comisión para la Doctrina de la Fe, de la Conferencia Episcopal Española.
Hace un par de años, el padre Fortea escribió "Svmma daemoniaca: tratado de demonología y manual del exorcista" (El Arca, 2007), un texto escrito a modo de los antiguos tratados escolásticos. Está construido a través de preguntas y respuestas sobre el mundo angélico caído.
El índice de cuestiones va por etapas de reflexión: naturaleza demoniaca, la tentación y el pecado, el obrar del demonio respecto al hombre y la naturaleza, cuestiones teológicas, cuestiones bíblicas, la condenación, la posesión, el exorcismo y el exorcista, fenomenología demoniaca, el mal, entre otros.
El estudio del padre Fortea tiene un peso interesante, ya que por muchos años el Vaticano insistió en acallar el tema del exorcismo. Para muchos existen diferentes aristas: Escepticismo, aceptación. Morbo, fanatismo. Hay para todo en una sociedad de libre pensamiento.
Hace algunos años, el doctor en psiquiatría Alberto Reverter me habló de un caso que atendió. Una madre angustiada afirmaba que su hija estaba poseída. La chica presentaba síntomas atípicos, entre ellos, un extraño comportamiento (alteraciones psiquiátricas) e inusitadas convulsiones. Después de un análisis, y una vista urgente al neurólogo, se determinó que la chica tenía un cuadro de neurocisticercosis.
Ahora que es temporada de día de muertos, el padre Fortea nos dilucida una cuestión: ¿Existen los fantasmas? Y nos explica: "son apariciones de personas que están en el purgatorio". Tienen cono características que "el alma se aparece en forma humana, no dicen nada, aunque se aparecen con carácter amenazante y terrorífico".
Recomienda, hacer misas y oraciones por el alma del difunto, pues "estas apariciones son un modo de llamar la atención para que se rece por ellas" .
Y, sobre eso, me inclino al refrán popular: "hay que temer más a los vivos que a los muertos". Más en estos tiempos
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